Actualizado 15/04/2020
Acudo habitualmente a muchos eventos y saraos diseñiles, incluso diría que en ocasiones a demasiados. Y algo en lo que me fijo es en la media de edad: todo el mundo parece tener veintimuchos o treinta y pocos. La mayoría son jóvenes.

Antes de diseñar, me dedicaba a jugar al tenis. Primero competí y luego me dediqué a ser entrenador. Ahí te das cuenta que hay un límite de edad inexorable. El deporte no es para gente de más de 30, es para jóvenes. Hay excepciones, claro, como en el diseño.
Con los años te vas dando cuenta de que por mucho que entrenes ya nunca tendrás la energía y flexibilidad de los 20. Y pasas de entrenar a ser entrenador y después a jugar a pádel con los veteranos. Así es el deporte. No es algo que puedas soportar pasada cierta edad.
Pues en esto del diseño creo que estamos igual. Parece que los diseñadores, ilustradores, fotógrafos… creativos en general superados ciertos años pasan a una especie de invisibilidad en la que nadie les hace caso.
Dice Bob Hoffman que el porcentaje de creativos publicitarios en las agencias americanas con más de 50 años es del 0%. Y él mismo se hacia la pregunta:
¿Es que los jóvenes son más creativos? Pues ya te digo, Bob, que no.
En el mundo del diseño pasa lo mismo. Este trabajo parece no estar en la onda de ofrecer proyectos a personas con cierta edad. Parece que con cierta edad ya no se está en la onda. Incluso ni se les invita.
Mi teoría es que esta profesión es muy aspiracional y muy de aprendices. A cierta edad, o consigues hacerte tu hueco o abandonas. Es parecido al retiro de los deportistas. Llegado a un punto de tu carrera todo lo que has ganado es lo que vas a ganar y lo siguiente es luchar contra otros más rápidos, más ágiles y más dispuestos a pelearse por casi nada. Todo que ganar y nada que perder.
Siempre hay una generación que está dispuesta a trabajar por muy poco con tal de que le dejen hacerse un hueco. Siempre hay quien a los 20 años cree en los idealismos y en los sueños. La ilusión de crear y realizarse paga pocas facturas, pero a los más jóvenes les compensa y el mercado se aprovecha de ello.
Y llegados a un punto los más mayores no están dispuestos a pasar por ciertas cosas. ¿Hasta cuándo se es una «joven promesa»? ¿Hasta qué punto se puede aguantar una economía familiar con trabajos de freelance? Lo fresco, lo nuevo, lo joven, lo vanguardista, lo rompedor, lo atrevido… los clientes buscan todo eso. Y eso lo encarnan perfectamente los más jóvenes.
Y no sé vosotros, pero yo veo a la generación anterior a la mía, que ya tiene sus años, y los veo como un valor y en ocasiones mucho más modernos y estilosos que muchos de los jóvenes de zapatillas sucias que pululan por el mundo del diseño.
Recuerdo hablar con Josep Maria Mir de cosas que los jóvenes hacen ahora como si descubrieran las Américas y hace ya más de 40 años las hacían ellos en los 70. Parece que nadie quiere acordarse.
Me gustaría que esta profesión igual que muchas otras similares fuera una profesión para todo tipo de edades. Hay abogados, arquitectos, médicos, ingenieros… que cuantos más años tienen, más valor tiene su aportación en las organizaciones y en los proyectos.
Me gustaría que los jóvenes se lo tomaran de otra manera y vieran esto no como un divertimento o un entretenimiento momentáneo, sino como una profesión, como un negocio. Creo que muchos esperan que les sonría la suerte y dar un buen pelotazo que les saque de su precariedad. Y, si no, pues a otra cosa.
En otras profesiones a ningún recién licenciado se le ocurre meterse a hacer casi nada. Tiene que pasar una larga temporada, de años y años, hasta encontrarse en disposición de enfrentarse con garantías a ciertos retos profesionales. Aquí sales de la escuela, incluso dentro de la misma, y a hacer cosas. Incluso las escuelas y profesores les alientan a ello.
También es cierto que pasa en otras profesiones creativas. Cantantes, actores, pintores… Es lo que podríamos denominar «cultura pop». En la cultura pop todo es cambio y constante novedad y si estás en la tendencia correcta todo va a todo tren.
No sé. Igual estoy demasiado metido en el mainstream y no veo que fuera de ahí haya mucho más mundo que el del glamour de los premios y las tendencias. Pero sea como sea me voy a comprar unas zapatillas con colores chillones (las ensuciaré un poco con mi skate) y empezare a utilizar tipografías extendidas, a darle la vuelta a todo para que no se entienda nada y a decir todo el rato «puto esto», «puto lo otro» …
Madre mía cuanta tontuna.
Feliz lunes.
Es un tema que viví hace unos años. 10 años después de licenciarme en una carrera de letras me dio por el diseño gráfico. Me formé en una escuela reconocida, con buenos resultados. Me lancé al mercado laboral (estuve intentándolo desde los treinta y pocos a los treinta y muchos). Desierto. Siempre he pensado que el motivo era precisamente éste: ser júnior con edad (casi) de sénior (para el sector), tener unas tablas que te permiten decir “esto no me lo voy a comer porque me parece abusivo” (cosa que no tuve la oportunidad de hacer pero que hubiera hecho en caso necesario). Siempre he pensado que de la experiencia y el conocimiento del mundo sale material de calidad, perdurable y creativo… pero en este mundillo (en general, excepto para las vacas sagradas) es mejor la carne fresca que la curada.
Cada vez me siento más abierto creativamente y cada vez me siento más atado por las tendencias, ser diseñador a los 67 es muy divertido y más fácil pues conoces técnicas actuales y otras ya olvidadas por “la moda”, conoces lenguajes que otros utilizan sin conocer sus significados, la verdad yo me divierto mucho a esta edad.
La única profesión opinable (exceptuando las artísticas ya que esta a la que nos referimos no lo es, aunque no lo parezca. Diseñar no es adornar, ni utilizar herramientas digitales a lo loco, aunque parezca que si repito, es como tener un bisturí y creer que se es cirujano solo por tenerlo, algo parecido decía un colega de Barcelona Claret Serrahima hace unos veinte años y José María Cerezo también en su libro “Diseñadores en la Nebulosa”…y lo venimos manifestando ya hace más de ocho años en el grupo de Facebook diseñadores Éticos. En otras profesiones la experiencia es fundamental para abordar el cometido por el cual estamos preparados y por tanto la praxis da oficio , calidad y prestigio. Otra cosa es la creatividad como componente fundamental nada despreciable si hablamos de “diseñar”, que no tiene porque deteriorase con los años vividos, al contrario éstos más la cultura o información del mundo que nos rodea nos permite tener un pensamiento proyecta claro y manejar códigos abstractos de ideas como para enfrentarnos los que llamamos diseñar; sobrados ejemplos tenemos de ello en la historia de infinidad de disciplinas que mantienen la llama creativa hasta el final de sus vidas, en una palabra ser creativo no es una cuestión ni de edad, género, raza, etc.etc Digamos que el conflicto generacional comienza o se produce por la falta de espacio. Me explico hoy en día egresan miles de diseñadores licenciados y de los otros graduados o “academizados” de tal o cual calidad, necesitan “colocarse” en un deteriorado porque no decirlo vulgarmente “mercado” o ya prestos ala cacofonía “mercadillo”, el idem prostituido sumado el “becasionismo” eterno, la exposición en redes sociales a tope, el facilísimo You Tuber, los recursos gratuitos descargables, el exceso de tiempo de muchos referidos adeptos al “photoshopismo” bueno a la digamos dedicación experimental (hobby no remunerativa) con todos los recursos disponibles ofrece una variada y casi accesible oferta que en permanente exposición a toda pantalla con muchos fuegos de artificio y “tendencias” al uso y costumbre.
Un veterano digamos, hoy en día si se puede se le considera “senior a alguien con más o menos 5 años de experiencia (sic) mirar las ofertas de trabajo. Entonces poco “nos queda” a los que pasamos los veinte, treinta y más…al menos merecemos sin ser pesados el respeto de los que vienen viniendo, porque como dice Víctor que dice Mir lo que les parece una novedad ya lo probamos, y experimentamos antes, con recursos analógicos! Es decir lo que antes podía terminar en la papelera como un error hoy puede lucir muy re muy “trending” en un muro de Facebook, en Instagram, Tik Tok muy más “guay”…
Vaya que lo maduro (“viejazo”) es diseñar!, eso que se aprende con los años y se sigue aprendiendo incluso de jubilado.
Otra cosa respetar al otro no tiene nada que ver con la fecha de su DNI por lo que hizo, hace y puede hacer, todos aprendemos de todos y todos los días.
No es un problema exclusivo del mundo del diseño o de la publicidad, quizá sí se agrava un poco más, ya que efectivamente se cree que a partir de los 40 no se está al tanto de tendencias o la creatividad ¡¡plofff!! ha desaparecido por arte de magia. El edadismo afecta a todos los sectores y es algo que me entristece muchísimo, ya que éstos no va de edades, va de personas, como todo en la vida. No es cuestión de ser hombre o mujer, ni de ser alto o bajo, ni blanco o negro… es cuestión de ser la persona adecuada para desarrollar un trabajo y ésto no tiene nada que ver con tener 26 o 56 años… Conozco veinteañeros con una actitud completamente pasiva y anodina y personas de 60 a las que envidio por su vitalidad y alegría y viceversa, veinteañeros perfectamente preparados y con una actitud súper comprometida con su trabajo y personas de 60 que están deseando jubilarse (¡y en su derecho están!).
En fin, a ver si aprendemos todos a respetar a la persona que tenemos enfrente, tenga la edad que tenga, ya bien, porque o hemos tenido su edad o la vamos a tener…
Patch Adams así es.
el asunto es, ¿quién de todos ellos ha realmente comprendido el rol del diseñador, el verdadero rol del diseñador? ¿cuántos pueden realmente conocer, entender y comprender su profesión? ¿cuántos de ellos conocen el término del diseño? ¿cuántos pueden no sólo explicarlo, dominarlo, sino verdaderamente ejecutarlo?
la disciplina no es un asunto de edad y, de ser así, entre más edad más dominio hay, ¡tranquilos!
Hola, trabajo en un estudio, o agencia o ya no se que somos. Hace poco un compañero de unos 45 años se fue de la empresa después de estar con nosotros muchos años y me dijo una cosa que en ese momento me hizo quedarme pensativo pero después no me la he podido sacar de la cabeza. Me dijo…”si al menos los jóvenes nos pasarán por el lado y nos dieran mil vueltas, pero es que ni eso. No están preparados” No es nada fácil darte cuenta de esto y llevarlo bien y menos a los 55 :(
Cuando uno se ve sobrepasado por la siguiente generación profesional (más preparada, numerosa y heterogénea), hay dos opciones: o se pone uno las pilas y se actualiza, colabora y aprende (que eso no se deja de hacer nunca a lo largo de la vida), o agita el bastón y grita que hay que ver cómo son los jóvenes, que hacen todos tal o cual, que no me hacen caso, y que cómo visten, que en antaño los jóvenes eran diferentes (cosa que por cierto es mentira, el conflicto jóvenes/veteranos es más viejo que el canalillo). Obviamente el autor de este artículo ha tomado una decisión.
Ccuando llegues a es edad y vivas esto vienes y nos lo cuentas
Tal cual.
Hola, soy Beatriz y aspirante a Diseñadora Grafica con 52 años !!!! La carrera o especialidad la termine alla por 1993..madre mia..claro fue cuando aun apenas empezaban a nacer los primeros ordenadores…por circunstancias no continue mi formacion..porque ya estaba en el mundo laboral de otro sector..pero cogi fuerzas para a los 35 años ingresar en la Universidad de Bellas Artes de Madrid…que me quede en cuarto de carrera porque me arriesgue a dar el paso de dejar todo para probar suerte en Alemania..enfin y aqui sigo..Lo bueno es que en el sentido artistico tengo oportunidades y expongo en todo lugar que se preste a ello.Pero donde quisiera es Trabajar algun dia como Diseñadora Grafica….con este artuculo que he leido me he quedado un poco Ploff !! Tendre posibilidades aun ? Yo sigo intentandolo….soy guerrera y creativa .Asi que a por ello.!!!!! Saludos de Beatriz desde Würzburg.Alemania
Estoy convencido que eres exitosa!
Gracias por reducir la visión veinteañera a poco más que una tontería esteta. Me pronuncio porque me parece muy ofensivo meternos a todos en un mismo saco, ya que también existimos muchos jóvenes profesionales que trabajamos en pos de lo que es más conveniente para las marcas para las que trabajamos, sin importar las tendencias. Sería rico si me pagaran un euro por cada comentario que me hacen del palo: esque eres demasiado joven… Hace falta advertir que este tipo de comentarios y/o actitudes son discriminatorios. Gracias.
Parece que no entendiste el artículo, no se te hace menos por ser joven, se te hará menos después. Así que prepárate y se realista para un buen futuro.