«El diseño hoy más que nunca juega un papel clave en la sociedad. Estamos en un momento de grandes cambios donde es necesario romper paradigmas y transformar realidades», quien así opina es Carmen Bustos, socia fundadora de la consultora de diseño Soulsight. Y es que, todos estamos de acuerdo en que hay disciplinas que van a tener (ya están teniendo, de hecho) una evolución vertiginosa gracias a la igualmente vertiginosa transformación en la comunicación humana. El diseño gráfico está justo en el cruce de caminos de ese cambio. «Su rol va a ser decisivo en el desarrollo de una nueva economía», incide Bustos. Lo que convierte al diseñador en un ‘medium’ que se ve obligado a conectar la tradición de este oficio con las ondas de choque que nos trae el siglo XXI. El diseñador gráfico ha de ser un profesional decididamente abierto al futuro, si quiere crecer como persona a la vez que crece como profesional.
Moldear y formar este perfil es especialmente complejo. Todo lo complejo que puede ser hoy día aventurar cualquier situación de futuro. Pero esta aventura es imprescindible si hablamos de educación, pues el inmovilismo en esta materia es letal: «La formación se modula en base a unas necesidades inmediatas del mercado laboral, algo que a medio plazo es ineficaz porque esas necesidades no son estáticas», afirma Álvaro Sobrino, editor de la revista Visual y en la actualidad presidente de la ADG FAD. En esta misma idea abunda Xènia Viladàs, socia fundadora de la consultoría XVDMC: «Si nos referimos a cómo se forman los diseñadores ahora, creo que se moldea con formatos anticuados y que esto dificulta mucho al futuro profesional su integración en el mercado».
La realidad obliga en muchas ocasiones a los aspirantes a diseñador o director de arte a romper las costuras de su propia formación y adaptarse, como opina el diseñador Vicente García Morillo, fundador del estudio Vicente García Morillo: «Los diseñadores debemos adaptarnos constantemente a nuevos formatos, tendencias y medios, (…) es cada vez más necesario tener un perfil multidisciplinar». Muchos son, de hecho, los profesionales reputados que desarrollan su trabajo en soportes que ni existían cuando comenzaron sus estudios: «Nuestros diseños sirven para comunicar en medios que eran inimaginables hace 10 años años (…). Ahora el papel parece algo del pasado», afirma David Duprez, socio co-fundador del estudio Cocoe. El diseñador gráfico del futuro exige un moldeado ‘transversal’, como insiste Álvaro Sobrino, y en la misma línea opina la responsable de Design Research en Soulsight, Mireia Juárez: «Observando, investigando, cuestionando, escuchando, estudiando y volviendo a observar siempre con el cerebro y no con los ojos».
El diseño como un todo
Siguiendo con la reflexión de Mireia Juárez, «[el estudiante de diseño] debe estar dispuesto a cambiar cada vez que sea necesario, o antes». Porque gran parte de este proceso de moldeado ha de ser aportado sin duda por el más interesado: el estudiante en su proceso de formación. «El estudiante de diseño no debe olvidar que antes que él ha habido generaciones de diseñadores que se han enfrentado a sus propios problemas con las herramientas de las que disponían», afirma Duprez (Cocoe), que coincide en la importancia de absorber todo tipo de referencias con Álvaro Sobrino: «Frente a un diez por ciento de originalidad, el creador trabaja con un 90% de información procesada, que correctamente destilada genera resultados. Cuanto mayor sea ese bagaje, mayor es la facilidad en el proceso y mejor el resultado». La motivación y la propia actitud del estudiante emerge como una de las claves de la formación en diseño: «[el estudiante debe] olvidarse de su ombligo, de sus gustos, de sus preferencias estéticas y también de sus creencias cuando se esté poniendo al servicio de la sociedad mediante su trabajo», afirma tajante Mireia Juárez, ante la idea del diseño que comparte con Álvaro Sobrino: «[no se debe olvidar] que el diseño es un factor cultural, que afecta a la vida y la felicidad de las personas y al desarrollo social».
«Quizás el diseñador gráfico del futuro tendrá que explorar nuevos soportes que tampoco somos capaces de imaginar en este momento», opina David Duprez. La preocupación por estar a la altura de los retos de futuro es común a todas las personas citadas en estas líneas. «De poco le va a servir a un estudiante de diseño que le cuenten únicamente cómo se hace diseño aquí y ahora, y que aprenda a desenvolverse sólo con un lenguaje del presente. Ha de tener una formación en la que asuma una determinada actitud más que unos contenidos concretos, porque de esa actitud dependerá su crecimiento como profesional y, por supuesto, como persona». Quien esto dice es Javier Nieto, director del estudio Désolé! MrMarcel y responsable de la escuela Mr Marcel School. Javier Nieto dirige uno de los cursos MA’s de esta escuela: el MA’s ‘Design is Thiking Made Visual’, un curso del que son docentes (entre otros muchos) todos los diseñadores y expertos citados en este artículo.
El MA’s de Diseño Gráfico de Mr Marcel School apela a la propia responsabilidad del alumno, haciendo que su formación provenga en buena medida de su propia actitud, ya que como señala Xènia Viladàs: «Un estudiante tiene que tener claro que él es parte del trato y que si no pone por su parte no va a aprender nada interesante: solo se quedará con lo que ya está escrito» . Y es que, como opina Vicente García Morillo: «Un diseñador nunca deja de ser un alumno».
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+info: mrmarcelschool.com
Actualizado 18/09/2012