Cada menú cuenta una historia. Y para contar esta historia, los creadores del proyecto han decidido no utilizar platos, sino servir los alimentos sobre un lienzo muy personal: la cara. Una idea muy innovadora en la que cada ingrediente se ha añadido manualmente, como en una buena cocina, sin utilizar ninguna herramienta digital.
En esta serie de retratos, el fotógrafo Robert Harrison y el chef Robbie Postman quieren llevar al espectador al origen del menú a través de la imaginación visual. Para ello, no presentan los platos finales, sino los alimentos crudos, antes del proceso que los convierte en un perfecto menú. Además, se presentan sobre el lugar más cercano a la mente del chef: su cara.
‘MENU‘, que es como se llama el proyecto, presenta un menú tradicional con todos sus ingredientes separados y reconstruidos. El objetivo de ambos es la búsqueda de la perfección, plasmar la importancia de tomarse mucho tiempo y prestar atención en los detalles para obtener como resultado algo hermoso.
Para crear estas impactantes y extraordinarias imágenes, los creadores han seguido los mismos principios que se utilizan en la cocina: prestar atención a cada detalle, a cada ingrediente y a la preparación. Desde el primer plato, hasta el café y el dulce, cada ingrediente está plasmado en este proyecto que ha arrastrado un año de trabajo, preparación, investigación y pruebas.
Las verduras son el primer plato que ofrece este extenso menú. Con una variedad de zanahoria, calabacín y rábano, se consigue un plato lleno de color.
El marisco también esta presente en un menú completo y variado. Por eso, los creadores han querido representar estos esenciales ingredientes del mar: tinta de pulpo, langostas, mejillones, piel de caballa, erizo de mar, pulpo y almejas.
Para saborear los alimentos, éstos deben ir acompañados de la bebida perfecta para crear una explosión de sabores. El vino tinto acompaña siempre a los amantes de la carne y, por tanto, no puede faltar en este menú.
Ahora es el turno de la carne, unas costillas son las representantes de este grupo de alimentos. Las diferentes técnicas de cocina pueden ayudar a potenciar el sabor de los alimentos, por eso, estas costillas se plasman con el humo y el carbón.
Si hay algo que no puede faltar en este menú, son las especias. Éstas otorgan sabores y sensaciones diferentes a cada plato, pero siempre manteniéndose identificables. Algunas de ellas como vainilla, sal de roca, anís, semillas de cilantro, nuez moscada, pimienta blanca, pimientos rojos, canela y curry en polvo, están presentes en esta imagen.
El siguiente plato tiene distintas variedades de almidón, seleccionadas y presentadas cuidadosamente para ofrecer un menú equilibrado. Este plato contiene arroz negro, arroz blanco, guisantes amarillos, frijoles borlotti, quinoa y trigo.
Después de unos exquisitos platos, siempre queda sitio para el postre. Un plato final que te deja con una dulce sensación y cierra el círculo de un menú perfecto. En este caso se han elegido algunos de los ingredientes más dulces: chocolate negro, chocolate blanco y frambuesas.
Y por último el café, que ofrece un sinfín de variaciones distintas para todos los gustos. Cada uno de estos granos puede ser el origen de un perfecto café a tu gusto.