Matías Delfino es funcionario de la sede de Naciones Unidas en NYC, donde desde el año 2000 trabaja en el departamento de diseño gráfico. En el primer número de la revista Gràffica nos habla sobre cómo es ser diseñador en la ONU. A continuación, un pequeño extracto.
Lo más importante no es lo que el diseño social me aporta a mí –que es mucho–, sino lo que puede llegar a provocar a nivel global, en cuanto a generar un cambio de opinión y de acción concreto por parte de la audiencia con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la gente.
El gran desafío de diseñar para una audiencia internacional [193 países] es hacerlo de manera tal que cada persona en cada rincón del mundo interprete el mensaje de la misma manera más allá de la diversidad cultural. Para lograr esto es clave la simplicidad, el uso del color y de las imágenes. Por ejemplo, un mismo color puede connotar diferentes cosas frente a distintas culturas, corriendo el riesgo de no ser efectivo, incluso de herir susceptibilidades y ofender a una cultura […].
La entrevista íntegra en: Gràffica