«Estoy realmente orgullosa de haber sido invitada para participar como socia en Pentagram. Tengo un gran respeto por su trabajo, sus principios y su pasión por el diseño sin concesiones», explicaba Marina Willer sobre su nueva etapa.
El fichaje de Willer supone un paso hacia la diversificación de Pentagram. En los años pasados, Paula Scher era la única figura femenina que posaba en la fotografía anual de los socios del equipo. La oficina de Pentagram en Nueva York también ha anunciado que Emily Oberman se unirá como socio en el mes de abril.
Marina nació en Brasil, algo que se nota en la impronta del color en sus trabajos. A los 15 años se trasladó a Londres donde cursó el Master del Royal College of Art de diseño gráfico y cine (93-95). Marina junto con Brian Boylan creó la identidad de la Tate y el logotipo para todas sus galerías. Otras identidades visuales que llevan su firma son el South Bank Centre, Schaulager (museo de Basilea), Beeline (la principal compañía de telecomunicaciones en Rusia), Oi (la principal compañía de telecomunicaciones en Brasil) o la nueva identidad de Amnistía Internacional. Trabajos desarrollados durante los 13 años en los que ha estado en Wolff Olins.
Aparte de diseñar y ser directora creativa, Marina también crea y dirige cortometrajes independientes. Su trabajo en el cine se ha expuesto en el ICA de Londres, la Fundación Cartier en París y varios prestigiosos festivales de cine como los de Rotterdam o Clermont Ferrand. Es examinadora externa en el Royal College of Art y ha sido miembro del jurado de los Premios D&AD 4 veces.
En 2000 fue nominada para el premio Selfridges/Perrier al mejor diseñador británico. En el mismo año, ganó la medalla de plata en el premio Promex a la mejor película promocional británica para un canal de TV. También ganó el premio al mejor cortometraje de Brasil en el Sao Paulo Film Festival, 2004.
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