El Coronavirus, además de haber paralizado casi a medio mundo cancelando eventos, haciendo que la gente trabaje creativamente en remoto y que empecemos a buscar cosas que hacer mientras dure la cuarentena, también está empezando a afectar a logos famosos.
El confinamiento y el tiempo ‘libre’ encerrados entre cuatro paredes no solo despierta la creatividad de las personas para crear memes o diseños para luchar contra el COVID-19, sino que también hace que a las mentes más inquietas se les ocurran cosas como modificar los logos más conocidos para darles un toque temático relacionado con la noticia más actual y universal del momento que nos une a toda la humanidad: el Coronavirus.
Este es el caso del diseñador esloveno Jure Tovrljan, quien ha decidido aportar un poco de humor ante esta situación mediante el diseño con esta serie de rediseño de logos muy conocidos.
Así, la sirena del logo de Starbucks aparece con una mascarilla; la silueta de Jerry West del logo de la NBA está tumbada junto a un portátil para hacer más ameno el tiempo en cuarentena; el logo de Nike cambia su eslogan para animar a la gente a no salir de sus casas; el logo de Master Card y los anillos de los Juegos Olímpicos aparecen separados evocando la recomendación sobre mantener una distancia entre personas para evitar el contagio del virus; o el logo de la cerveza Coronita cambia su texto implorando la necesidad de buscar otro naming.
«Esto solo es una idea de cómo deberían verse los logotipos en estos tiempos difíciles. Aguantad ahí. Quedaos en casa», anima Jure Tovrljan.
El modificar marcas conocidas y jugar con los conceptos y los valores con los que están relacionados es un ejercicio gráfico bastante recurrente. El hecho de que estas marcas tengan un claro posicionamiento en la mente del espectador ayuda al diseñador que propone el juego gráfico a crear una conversación con el público, normalmente en tono de humor. Ejemplo de ello son el trabajo que en su día llevó a cabo Mike Stefanini quien propuso un cambio de roles a las marcas de productos muy conocidos, o la propuesta de Marco Schembri de hacer que los logos se vieran afectados por los productos que representan.
Quizá, este mismo ejercicio pueda servirle de distracción a aquellos diseñadores y diseñadoras que en estos momentos de confinamiento no encuentren un proyecto a desarrollar.