Francia celebraba a principios de mes la creación de su primer Centro Nacional de Diseño Gráfico; inauguraban en Chaumont el edificio minimalista diseñado por Alain Moatti de Moatti-Rivière Architects, al que han bautizado como Le Signe (El Símbolo). Un nombre muy apropiado ya que, sin duda, este nuevo espacio simboliza una nueva dimensión del diseño gráfico dentro de la cultura francesa.
Una estructura blanca y minimalista, compuesta por enormes paneles y ventanales de 10 metros de altura, con un conjunto de pequeños motivos distribuidos por su fachada a modo de tatuaje, se alza en Chaumont (Francia) dispuesta a poner en el centro del mapa el Diseño Gráfico. El diseño del edificio vino inspirado precisamente por esta disciplina.
Moatti trasladó el papel, la pantalla, o el lienzo en blanco tan característico de la profesión, a la arquitectura. Con ello, el arquitecto enfatiza que este edificio no se trata de un museo, sino de un espacio interactivo que está vivo y que fomenta el diseño gráfico tanto a profesionales como al público en general.
El diseñador gráfico y uno de los tres comisarios, Vicent Perrottet, declaraba en Creative Review, que los clientes quienes facilitan un briefing a menudo no suelen tener cultura visual. Es por lo que se ha creado este espacio; para hacer visible la profesión, así como todo lo que le rodea, y hacerlo accesible a todo el mundo.
Uno de los objetivos del diseño de este espacio, era crear un diálogo abierto entre los habitantes de Chaumont y Le Signe. De este modo se les anima a visitar el centro para descubrir exposiciones, eventos o disfrutar de la cafetería. La terraza y los grandes ventanales ayudan a ofrecer este tipo de conexión arquitectónica entre el edificio y los viandantes.
Le Signe cuenta con un taller donde poder presentar las novedades en técnicas y procesos de impresión, salas de formación, un espacio de dos plantas de 1.000 m2 disponibles para exposiciones –donde se mostrará algunas de las piezas que completan el archivo de carteles más grande de Europa–, una librería y una cafetería.
El resultado ha sido un espacio perfecto en el que poder compartir experiencias envueltos en diseño; una gran iniciativa que seguro le dará al Diseño Gráfico la visibilidad que se merece.
