Una lista por orden alfabético, esta es nuestra propuesta en este número 27 de Gràffica. Quién es quién en el sector de la creatividad.
Hacer listas temáticas, clasificatorias, que ordenen… no es ninguna novedad. En 1889 los hermanos Michelin —unos señores que fabricaban neumáticos— decidieron hacer una guía de restaurantes para incentivar el turismo y que los viajeros supieran dónde parar a comer en sus trayectos. La guía resultó ser útil para los viajeros y evolucionó hasta lo que hoy conocemos, añadiendo las estrellas de una a tres para clasificar a los restaurantes por su calidad.
La guía Michelin supuso un antes y un después en sector de la hostelería. En un mercado tan creativo como la cocina, era muy fácil anunciar que tu restaurante era el mejor del mundo. Sin embargo, con la aparición de la guía se puso no solo orden entre los restaurantes, sino también niveles. El rigor con que se lleva elaborando la guía permite a los clientes diferenciar entre un buen restaurante y un restaurante excepcional.
En el mundo de los deportes también hay listas, y también tienen sus baremos de clasificación, sus hitos y sus guarismos, como les gusta hablar a los periodistas deportivos. Acabamos de saber que el murciano Carlos Alcaraz es el jugador más joven en alcanzar el número uno de la ATP. Los tenistas profesionales tienen su propia lista, y subir o bajar, aparecer o desaparecer de la lista dice sin duda algo sobre el nivel profesional en el que se encuentra cada jugador.
¿Y qué hay de la música? Hubo un tiempo en que estar en el número uno de los cuarenta principales era un hito. Y ese éxito se correspondía con una serie de baremos. Hay empresas, como Forbes, que incluso han hecho un negocio de enumerar personas, empresas, ciudades y hasta influencers.
estructurar el sector
Una lista no es ni más ni menos que una forma de ordenar ítems. Y a veces estructurar, ordenar un mercado, un sector económico es necesario. En el sector creativo es muy fácil… [Sigue leyendo este artículo en el número 27 de la revista Gràffica].