Las ilustraciones de Isidro Ferrer en un nuevo libro de Eduardo Galeano

A lo largo de su narrativa, Eduardo Galeano fue transcribiendo los sueños de Helena, su esposa. Ahora Libros del Zorro Rojo recoge esos sueños en una pequeña joya de bolsillo e Isidro Ferrer es el encargado de ilustrarlos.

Amigos, desconocidos, viajes, exilios y reencuentros se entretejen en un itinerario de aventuras iluminado por las admirables composiciones del Premio Nacional de Ilustración Isidro Ferrer. Por su parte, con su prosa transparente y diáfana, el gran narrador uruguayo construye una suerte de diario de imaginación, donde los sueños son episodios de una historia mayor, y nos permite adentrarnos en el inconsciente del sujeto amado.

A través de su mezcla habitual de técnicas, materiales y notables esculturas de madera, el que es considerado uno de los mayores artistas gráficos de nuestro país crea unos collages oníricos, sugerentes y herméticos, en donde los sueños se reconocen para volver a suceder.

A través de su mezcla habitual de técnicas y materiales Ferrer crea unos collages oníricos, sugerentes y herméticos.

Isidro Ferrer explica que hizo una cosa curiosa con este libro: «Leer el texto inicialmente de una manera muy intencionada, olvidarme de él y al cabo del tiempo recuperar el recuerdo del texto para no ser fiel a las propias palabras, y trabajar a partir de esa propia materia onírica de la rememoranza, de lo que se ha vivido en un espacio que pertenece al subsconsciente».

En Los sueños de Helena, texto e ilustración tienen un significado por sí mismos, pero juntos se complementan y forman un todo simbólico. «Una parte importante de mis sueños están también contemplados dentro de las ilustraciones. Hay pequeños guiños, cosas que pertenecen a mi mundo personal, que hay que ir descubriendo poco a poco», apunta Ferrer, que ha logrado plasmar en sus sutiles composiciones toda la belleza de unas historias para soñadores de cualquier edad.

Este libro, que llega a las librerías en edición de bolsillo de la mano de Libros del Zorro Rojo, reúne por primera vez a la manera de un gran relato esos sueños que tantas veces, reconoce el mismo autor, han ayudado a mejorar su propia literatura.

sobre eduardo galeano

Desde principios de 1973 vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. A principios de 1985 regresó a Montevideo. Es autor de varios libros, traducidos a numerosas lenguas. En ellos comete, sin remordimientos, la violación de las fronteras que separan los géneros literarios. A lo largo de una obra donde confluyen la narración y el ensayo, la poesía y la crónica, sus libros recogen las voces del alma y de la calle ofreciendo una síntesis de la realidad y su memoria.

En dos ocasiones fue premiado por la Casa de las Américas de Cuba y por el Ministerio de Cultura del Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington; los premios italianos Mare Nostrum, Pellegrino Artusi y Grinzane Cavour; el Premio Dagerman, en Suecia, y la Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue elegido primer Ciudadano Ilustre de los países del Mercosur y fue galardonado con el Premio Aloa, de los editores de Dinamarca; con el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannan; con el Premio a la Comunicación Solidaria, de la ciudad de Córdoba, y con el Premio Manuel Vázquez Montalbán, del F. C. Barcelona.

sobre isidro ferrer

Diseñador, ilustrador, graduado en arte dramático y escenografía, es uno de los artistas gráficos más reconocidos de la actualidad. En 2006 recibió el Premio Nacional de Ilustración por Una casa para el abuelo y el Premio de la Asociación Española de Profesionales del Diseño por el Libro de las preguntas, de Pablo Neruda.

En el año 2011 el jurado de los Premios Gràffica lo premió por su poesía gráfica y por su capacidad de emocionar al público en cada uno de sus proyectos.

Isidro Ferrer reside en Huesca, donde se dedica al cartelismo, al diseño editorial, a la ilustración y a las series de animación. Sobre sus gustos ha escrito: «Del color azul me gusta el azul. De los perros me gusta que tengan plumas de caballo. Me gusta encontrar las caras escondidas en un taco de madera, las caras reveladas en un sello, en una moneda. De las hojas me gusta el libro. De la pared me quedo con un cartel; aunque de la pared también me gusta el laberinto».

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