La ralentización del mercado del diseño, por Víctor Palau

¿Qué le está pasando al mercado de diseño? En los últimos años, meses, se han dado una serie de fenómeno que han ralentizado el sector sembrando caos y dudas. Frente a esto, se abre un apasionante futuro en el que quedarse de lado a protestar sirve de poco. Todo el mundo lo está notando, pero casi nadie lo dice. Las cosas no van tan bien como solían ir. Hace meses que muchos profesionales están notando como poco a poco hay menos trabajo. Y especialmente los ilustradores. También los fotógrafos, también los diseñadores web… ¿Qué está pasando? No voy a ser yo quien tenga la información más certera y más fiable, pero algunas cosas vemos desde la redacción que nos permiten ver la realidad desde muchos puntos de vista. En primer lugar, venimos de donde venimos. La pandemia del Covid-19 ya nos dejó muy tocados. A pesar de que hubo un repunte en la creación de proyectos y encargos durante casi todo el año pasado, hemos entrado en una situación de valle donde todo parece detenido en el tiempo. La crisis energética ha significado un encarecimiento de la producción y por tanto una situación donde las empresas cada vez les cuesta generar nuevos proyectos, nuevos negocios, nuevos productos… y, por tanto, menos encargos para los diseñadores, ilustradores, fotógrafos… A esta crisis energética se ha sumado la crisis de las start-ups. Después de muchos años de crecimiento sin fin, ha llegado el momento en el que los inversores quieren recuperar su inversión y están haciendo lo posible para que así sea. Los negocios digitales han llegado a su techo y, al igual que en la crisis de las punto-com, ahora toca el turno a toda la miríada de negocios basados en los negocios digitales. ¿Cuántas aplicaciones tenemos en nuestro ordenador que nos ayudan en el día a día? Demasiadas. Ha llegado el momento de reducir y repensar muchas tareas, que con una libreta y un lápiz también se pueden hacer sin necesidad de pagar 3$ mensuales por ello. La generación Z ha irrumpido en el tablero económico y es una generación que, a pesar de ser hiperdigital, también ha decidido que no quiere tener su vida atada a suscripciones digitales. Por ello, muchos se dan de baja de plataformas como Netflix o Spotify. Eso y que tampoco tienen dinero para pagarlo todo. inteligencia artificial Y si todo este escenario no fuera suficiente también nos hemos dado de frente con la Inteligencia Artificial. Hace tan solo unos meses, en noviembre de 2022, empezamos a oír hablar de este tipo de herramientas y en menos de 6 meses se ha producido una quiebra que no habíamos visto desde nunca. En tan solo 3 meses de vida, ChatGPT ha alcanzado los 100 millones de usuarios. No ha habido otra red social o software que haya crecido tan rápido en la historia. La más cercana ha sido TikTok y lo hizo en 9 meses. Instagram en 26 meses, Facebook en 54 meses, Twitter 65 meses. La IA esta siendo demoledora en la cantidad de encargos en algunos sectores. Los ilustradores ven como silenciosamente han descendido los encargos, pero nadie se atreve a decir el motivo. De momento se debe más a todo lo anterior que a la IA, pero ya hay muchas empresas que han dejado de prescindir de ilustradores para ilustrar sus textos. Lo comunicaba recientemente el periódico El Confidencial. La IA esta siendo demoledora en la cantidad de encargos en algunos sectores Incluso afecta a profesiones como traductores, redactores o expertos en marketing digital. Recientemente Domestika comunicaba una cantidad de despidos considerables. Estos despidos, aunque algunos medios se empeñen, no están relacionados con la IA pero sí con la disminución del negocio de los cursos digitales y de la implantación de la empresa en un sector ya muy maduro. Y sí, también con las herramientas de Inteligencia Artificial. Porque contar con decenas de traductores de vídeos a varios idiomas cuando esto ya prácticamente lo hace de forma automática cualquier editor de video, no tiene sentido. A todas esas capas hay que añadirles que muchas empresas, la mayoría que saben del valor del diseño, más allá de encargar trabajo a freelance externos, o incluso a consultoras o agencias, están creando departamentos cada vez más potentes con lo que el trabajo fuera de sus paredes cada vez es menor. Ahora mismo el experto en Marketing Digital de la empresa hace casi toda la comunicación de la empresa. Aquello que siempre les dijimos a las empresas de que se tomaran el diseño como una parte fundamental de su negocio, por fin lo han integrado, pero de la peor manera que podíamos imaginar. Ahora mismo incluso los algoritmos se ha apoderado de la creatividad. Como se puede leer en la última revista Gràffica dedicada a la Publicidad, los algoritmos son los que controlan la publicidad programática. Meta recomienda subir miles de fotos, miles de textos y que el algoritmo empareje y busque a quién mostrar y cómo hacerlo… y ¡funciona! un reto apasionante Crear material gráfico ahora mismo es más fácil que nunca. Hay una cantidad infinita de software y servicios online que lo hace casi todo a golpe de clic, y eso hace que cada vez nuestra participación sea menos importante. Ahora bien… ¡Bienvenida la dificultad! Es un verdadero reto ser mucho mejor que cualquier software, aportar valor y conocimiento. Si quieres dedicarte a la creatividad más vale que seas bueno, porque ahora mismo ser del montón no es suficiente. Es un verdadero reto ser mucho mejor que cualquier software, aportar valor y conocimiento Durante años hemos vivido de ser simples ejecutores de software, con más o menos habilidad, pero ahora se necesita más. Hay que aportar conocimiento, experiencia, saber hacer. El reto es aquello que siempre quisimos, ser fundamentales, trabajar al máximo nivel y demostrar que nuestra aportación es fundamental. Hacer un logo ya no tiene tanta importancia, casi cualquier software lo hace medianamente bien. Lo importante es saber que necesita esa empresa más allá del logo. Ayudarle en un ecosistema complejo y cambiante, producir todo aquello que sirva de verdad con conocimientos amplios en comunicación, diseño, fotografía, sociedad, tecnología, política… El reto es tan apasionante que quedarse en un lado protestando va a servir de poco. Es momento de repensar lo que hacemos, ofrecer nuevos retos a los clientes y, sobre todo, pensar hacia dónde queremos llevar nuestra actividad profesional. Y si no es aquí que sea allí. Ahora mismo no hay barreras ni fronteras. El futuro puede ser maravilloso. Si quieres.

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