La empresa Moulinsart, dueña de los derechos de Tintín, ha demandado al escultor francés Peppone por exponer bustos del icónico personaje y exige una indemnización de 200.000 euros por daños y perjuicios. Se trata de una polémica más sobre los límites de la libertad creativa y los derechos de autor.
El escultor francés Christophe Tixier, alias Peppone, se ha visto obligado a dar explicaciones tras la acusación de plagio de la empresa Moulinsart, actual poseedora de los derechos de autor de Tintín. La firma francesa asegura que la exposición de 90 bustos realizada por Peppone se trata de un plagio y por ello han solicitado ante el tribunal de Marsella una indemnización de 200.000 euros por los daños y perjuicios causados.
Como defensa, el escultor francés ha asegurado que el mismo Hergé, supuesto creador de Tintín, se inspiró en el personaje Tintin Lupin, nacido 1898, un joven rubio que vestía pantalones de golf y que fue creado por el famoso ilustrador francés Benjamin Rabier. Además, para Peppone se trata de una situación de «ensañamiento», ya que en 2017 ya fue demandado por falsificación ante la justicia, pero sin éxito.
Peppone es un artista de 45 años que vive cerca de Aix-en-Provence. Desde siempre se ha considerado un auténtico seguidor de Tintín, y cuenta con una colección de unos 500 álbumes de las aventuras del personaje. Tanto es así que el personaje de Tintín se convirtió en una piedra angular de su equilibrio que le permitió cultivar la relación con su padre. En la actualidad trabaja con resina y fibra de vidrio laminada reproduciendo icónicos personajes de cómics.
Esta situación abre de nuevo la polémica sobre la libertad creativa y los derechos de autor. Mientras que Peppone y su abogada aseguran que para reclamar los derechos de autor de un personaje es necesario que la obra sea original, la empresa Moulinsart defenderá hasta el final una autoría que ya ha traído muchas otras polémicas en el mundo del arte.
los derechos de tintín, un problema que viene de lejos
Tras el fallecimiento del historietista belga Hergé en 1983, los derechos de autor del personaje pasaron a su mujer que más adelante trasladaría a la empresa Moulinsart, que está dirigida por su actual marido. Desde entonces, la empresa ha defendido la autoría del personaje hasta el extremo con el fin de explotar al máximo el legado comercial de Hergé. Tanto es así que en los últimos años han llevado a los tribunales numerosos casos de posibles plagios.
Un ejemplo de ello tuvo lugar en 2011 cuando un restaurador belga tuvo que retirar de su vidriera objetos inspirados en el universo de Tintín. Otro caso muy sonado fue el de Pascal Somon, restaurador belga, que fue condenado en 2019 a 10 meses de prisión condicional y 31.000 euros de multa por vender dibujos que evocaban a Tintín. Y el último gran caso fue el pasado marzo cuando el pintor bretón Xavier Marabout fue acusado de falsificación por explorar en sus pinturas la sexualidad de Tintín.
Actualizado 09/11/2022