Es el momento de descubrir a un gran ilustrador, cuando la historia ya lo ha situado como un gran pintor. París años 30. Hablamos de revolución. Hablamos de moda. Hablamos de Chanel, Schiaparelli, Lanvin, Vionnet…
Por primera vez, se muestran al público más de trescientos dibujos de moda que Carlos Sáenz de Tejada realizó desde la capital del Sena en la década de los treinta. Un auténtica crónica gráfica donde descubrir al pintor como uno de los grandes ilustradores de la época. Un recorrido, casi antropológico, por las tendencias pero, también, un reflejo del nuevo papel de la mujer en la época.
La década de los veinte es la de los años locos. Los treinta son los de la Depresión, pero si hablamos de moda, es la época de la revolución. Nace el look andrógino, los baños al sol… Greta Garbo es el modelo a imitar y, por primera vez, las mujeres reinan en la dictadura de la costura: Coco Chanel rivaliza por la corona (y por algo más) con Elsa Schiaparelli en una batalla en la que también están Jeanne Lanvin o Madeleine Vionnet.
Carlos Sáenz de Tejada (Tánger, 1897 – Madrid, 1958) es, durante casi diez años, testigo de primera fila –todavía nadie habla de front row– de todas las novedades que se presentan en los salones de costura de París y de sus entresijos.
Cada uno de los desfiles de casas como Worth, Patou, Callot Soeurs, Heim, Paquin o Rochas –donde a las modelos todavía se les denomina maniquíes–, tiene una crónica ilustrada en las páginas del Diario ABC y del semanario Blanco y Negro. Un mundo de mujeres elegantes –altas como marca la época– y ambientes sofisticados que el artista también recrea para revistas internacionales como las francesas Jardin des Modes y Femina, la alemana Elegante Welt o la americana Harper’s Bazaar. E incluso, con seudónimo, para la competencia de éstas, Vogue.
En el París que se encuentra Sáenz de Tejada en 1926 campa a sus anchas el surrealismo de Dalí y Breton. En Madrid –que abandona durante casi una década–, ha dejado huérfanas a las vanguardias. Su estudio de la calle Horno de la Mata había sido punto de reunión de sus ideólogos. En la capital del Sena se convierte en un auténtico corresponsal gráfico. Sus dibujos son de una figuración estilizada, dejando atrás sus coqueteos con los ismos de principios del siglo XX o el realismo social.
De las 775 ilustraciones de moda de Tejada que custodia el Museo ABC, en esta exposición se muestran más de 300, la mayoría realizadas en sus días de París. Una obra desconocida por el gran público que, hasta ahora, situaba al artista solamente como miembro de la iconografía creada por los partidarios del General Franco. El nuevo régimen se apropió de su estilo y lo manipuló hasta convertirlo, sin serlo, en su portavoz consiguiendo, durante décadas, ocultar una obra rica en variedad y sutileza.
Con La elegancia del dibujo. Crónica de París es momento de reivindicar la figura de este tangerino, de presentar sus ilustraciones –donde fluyen encanto y modernidad– y de agradecer el esfuerzo de su hijo Carlos, por difundir en profundidad la obra de un gran pintor, cartelista, figurinista y decorador que empieza a ocupar el sitio que se merece en la historia del arte español.
Museo ABC
C/ Amaniel, 29-31 Madrid
Del 24.10.2011 al 19.02.2012
+info: www.museoabc.es
Actualizado 19/11/2011