La Diputación de Barcelona expulsa al Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya y pone en riesgo medio siglo de historia fotográfica

El Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya, la escuela de fotografía más antigua del Estado, deberá abandonar su sede histórica en el recinto de la Escola Industrial por decisión de la Diputación de Barcelona. Sin alternativa clara, la institución que custodia más de 800.000 imágenes y un legado único podría desaparecer. A pesar de ello, continúa su actividad y organiza en octubre unas jornadas sobre crisis migratorias con Richard Mosse y Anna Surinyach.

El Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya atraviesa una de las situaciones más graves de sus más de cincuenta años de historia. La Diputación de Barcelona ha comunicado a la institución la necesidad de abandonar el espacio que ocupa desde su fundación, en 1972, dentro del recinto de la Escola Industrial, por la inminente remodelación integral del complejo. El proyecto de obras, previsto hasta 2026, no contempla su continuidad ni una reubicación alternativa, lo que coloca al centro en una situación límite y pone en peligro su supervivencia.

Fundado por Miquel Galmés i Creus, el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya ha sido durante cinco décadas una pieza esencial del tejido cultural barcelonés. No solo ha formado a generaciones de fotógrafos —entre ellos Sandra Balsells, Edu Ponces o Núria López Torres—, sino que ha preservado uno de los fondos fotográficos más importantes de Europa, con más de 800.000 negativos, 7.000 libros especializados y colecciones históricas como las de Antoni Arissa, Esteve Terradas o Francesc Boada.
Entre sus tesoros se encuentra la colección Thomas, rescatada de la dispersión y la venta en subastas, además de un archivo técnico que documenta la evolución de la fotografía a lo largo de un siglo.

Una institución en peligro

“El Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya es una asociación cultural sin ánimo de lucro, no una empresa. Si debemos asumir un alquiler de mercado, desapareceremos”, explica su director, Josep Maria de Llobet. “La Diputación no es el enemigo, pero no puede dejar que un proyecto con esta trayectoria y esta función pública quede sin hogar.”

El centro ha puesto en marcha una campaña de apoyo con una carta abierta y un manifiesto firmados por centenares de profesionales, escuelas y entidades vinculadas a la fotografía, tanto nacionales como internacionales. En ese texto se reclama una “responsabilidad compartida” por parte de las administraciones para garantizar la continuidad de la institución y reconocer su papel en la profesionalización del sector, la conservación del patrimonio fotográfico y la difusión de la cultura visual.

A pesar de la incertidumbre, el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya mantiene su programación formativa y cultural. “Seguimos trabajando, porque detenernos sería admitir que todo está perdido”, afirma De Llobet.

Jornadas de fotografía en La Virreina: resistir creando

Del 21 al 23 de octubre, el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya organiza en La Virreina Centre de la Imatge las VII Jornadas de Fotografía, dedicadas este año a las crisis migratorias provocadas por las desigualdades, la emergencia climática y los conflictos armados.
El encuentro contará con la participación del fotógrafo y artista Richard Mosse, conocido por su aproximación estética a los grandes desastres humanitarios y medioambientales, y de la fotoperiodista Anna Surinyach, referente en la documentación de los movimientos migratorios.

También intervendrán el doctor en demografía Abdoulaye Fall, el periodista y fotógrafo Edu Ponces, el colectivo artístico Al’Akhawat, centrado en el locutorio como espacio de intercambio cultural y político, y la fotógrafa Myriam Meloni, cuya exposición En los días claros se ve Europa puede visitarse hasta el 2 de noviembre en la sede del propio Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya.

Lejos de cancelar su actividad, la escuela más antigua de fotografía de España demuestra así su compromiso con la cultura y con el pensamiento crítico. “La fotografía siempre ha sido una forma de resistencia —recuerda De Llobet—. Incluso cuando el futuro es incierto, seguimos mirando el mundo para entenderlo.”

Un archivo que Barcelona no puede perder

La desaparición del Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya supondría una pérdida irreparable para la memoria visual de Barcelona y para el conjunto de la cultura española. Su archivo constituye una crónica fotográfica del país desde finales del siglo XIX, un testimonio de enorme valor histórico y artístico.
Como escribió recientemente el periodista Carles Cols, perder este fondo sería “como trocear un cuadro del Prado y venderlo por centímetros cuadrados”.

En una ciudad que presume de capital cultural, dejar caer una institución como el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya sería una contradicción difícil de justificar. Por ahora, el tiempo corre en su contra: la fecha límite para abandonar la Escola Industrial es septiembre de 2026. Hasta entonces, la comunidad fotográfica espera que las administraciones encuentren una solución que evite que medio siglo de historia y memoria visual se desvanezcan por falta de espacio.

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