«Amo el papel y amo la tecnología», dice la física y expastora de ovejas Kate Stone, que pasó la última década tratando de unir sus dos pasiones. Sus experimentos combinan papel común con tintas conductoras y tableros de circuitos diminutos, para ofrecer una experiencia única y mágica.
A día de hoy, las aplicaciones incluyen un periódico con audio y vídeo incorporado, pósters que muestran gastos de energía en tiempo real y los extremadamente estupendos, batería de papel y juego de bandejas para DJs, que expone en el escenario.
«Amo el papel y amo la tecnología y me ocupo en hacer interactivo al papel. Eso digo cuando la gente me pregunta qué hago, pero realmente confunde a la mayoría de la gente, así que, en realidad, la mejor manera de explicarlo es utilizar la tecnología, ser creativa y crear experiencias. Pensaba qué podría usar aquí hace un par de semanas se me ocurrió la loca idea de que quería imprimir dos tornamesas para DJse intentar mezclar música.
Voy a intentar mostrarlo al final, aunque no estoy segura de si lo lograré. No soy DJ ni música, así que estoy un poco asustada. Creo que la mejor manera de describir mi trayectoriaes mencionando algunas cosas que sucedieron a lo largo de mi vida. Hay tres cosas en particular que hice y voy a describirlas primero, antes de hablar de mi trabajo.
Cuando era niña, estaba obsesionada con los cables. Solía pasarlos bajo mi alfombra, detrás de la pared, tenía pequeños interruptores y altavoces y quería que mi alcoba fuera interactiva, pero que todo estuviera oculto. También estaba muy interesada en lo inalámbrico, así que compré uno de esos juegos para hacer un transmisor de radio.Conseguí un libro viejo, lo ahuequé y lo escondí adentro, lo puse junto a mi papá y volví silenciosamente a mi recámara y sintonicé el radio para poder escuchar. No tenía interés alguno en lo que decía, más bien me gustaba la idea de un objeto cotidiano que tuviera algo adentro e hiciera algo distinto.
Varios años más tarde, logré exitosamente reprobar todos mis exámenes y me retiré de la escuela sin haber logrado gran cosa y mis padres, tal vez como recompensa, me compraron lo que resultó ser un pasaje de ida a Australia, y volví a casa cuatro años más tarde. Acabé en una granja en medio de la nada.Estaba en el extremo occidental de Nueva Gales del Sur. La finca tenía unas 48 000 hectáreas. Había 22 000 ovejas, y hacía unos 40 grados o unos 100 grados Fahrenheit. En la finca vivía un granjero con su esposa, y una hija de cuatro años. Me recibieron en la finca y me enseñaron cómo es vivir y trabajar.Obviamente, una de las cosas más importantes eran las ovejas. Mi trabajo era, pues, hacer prácticamente de todo pero en particular arrear las ovejas de regreso a la hacienda. Eso lo hacíamos construyendo cercas, usando motocicletas y caballos, y las ovejas volvían hasta el cobertizo de trasquilado para las diversas estaciones.
Lo que aprendí fue que aun cuando entonces, pensaba, como todos, que las ovejas eran bastante tontas por no hacer lo que queríamos que hicieran, lo que ahora comprendo, mirando en retrospectiva, es que las ovejas no eran nada tontas. Las habíamos puesto en un ambiente donde no querían estar, y no deseaban hacer lo que nosotros queríamos que hicieran. Así que el reto era conseguir que hicieran lo que queríamos que hicieran teniendo en cuenta el clima, el relieve del terreno, y creando cosas para que las ovejas discurrieran hacia donde queríamos que fueran.Muchos años después, me encontraba en la Universidad de Cambridge en el Laboratorio Cavendish del Reino Unido, cursando un doctorado en física. Mi doctorado trataba de mover electrones, uno por vez.Me di cuenta —de nuevo, es esa comprensión que se tiene mirando atrás a lo hecho— de que era muy parecido a desplazar a las ovejas. Realmente lo es. Solo hay que modificar el entorno. Fue una gran lección para mí, saber que no puedes actuar sobre un objeto. Cambiando el ambiente el objeto fluirá. Lo hicimos a escala muy pequeña, todo tenía un tamaño de unos 30 nanómetros, en un medio muy frío, a temperaturas de helio líquido. modificando el ambiente al cambiar el voltaje los electrones fluirían por el circuito uno a la vez, encendido y apagado, un pequeño nodo de memoria. Quise ir un paso más allá:pasar un electrón a encendido y otro a apagado. Me dijeron que no podría hacerlo, lo cual, que nos lo digan los demás, es lo que nos induce a hacerlo. Estaba decidida, y logré demostrar que podía hacerse.
Mucho de ese aprendizaje, creo, vino de haber estado en esa finca, porque cuando estuve trabajando allí, había que usar lo que teníamos alrededor, había que usar el ambiente, y no era imaginable que algo no se pudiera hacer, porque al estar en un ambiente en el que si no puedes hacer lo que se necesita,puedes morir, y sabes, yo había presenciado ese tipo de cosas. Así que ahora mi obsesión es la impresión, y me fascina realmente la idea de utilizar procesos convencionales de impresión, como los tipos de impresión usados para crear muchas de las cosas que nos rodean, para hacer papel y cartón interactivos. Cuando hablé con impresores al empezar a hacer esto y les dije lo que quería hacer, que era imprimir tinta conductiva en papel, dijeron que no era posible hacerlo, y de nuevo, esa cosa favorita. Así que conseguí unas 10 tarjetas de crédito y préstamos y estuve muy cerca de la quiebra, y me compré una prensa enorme, que no tenía idea de cómo usar. Era de unos 5 metros de largo, y me cubrí de tinta, y el piso también, provoqué un gran desorden, pero aprendí a imprimir.
Volví a ver a los impresores y les mostré lo que había hecho. Dijeron, «Claro que se puede hacer. ¿Por qué no viniste a vernos antes?». Siempre es así. Entonces utilizamos prensas convencionales, creamos tintas conductivas, y las pasamos por la prensa, y básicamente permitimos que cientos de miles de electrones fluyan por el papel logrando papel interactivo. En realidad es bastante simple. Es un conjunto de cosas que se han hecho antes, pero las reunimos de una manera diferente. Entonces tomamos una hoja de papel con tinta conductiva, y le agregamos una pequeña tarjeta de circuito con un par de chips, uno para ejecutar un programa táctil capacitivo, para saber dónde lo hemos tocado, y el otro para ejecutar, frecuentemente, algún programa inalámbrico para que la hoja de papel pueda conectarse. Solo describiré un par de cosas que hemos creado. Hemos creado muchas cosas diferentes. Esta es una de ellas, porque me encanta el pastel.
Este, es un gran cartel, que tiene un pequeño parlante detrás, el cartel te habla cuando lo tocas, te hace una serie de preguntas, y decide tu pastel perfecto. Pero no dice en ese momento cuál es tu pastel. Sube una imagen, dando la razón por la que eligió ese pastel, a nuestra página de Facebook y a Twitter.Tratamos de crear la conexión entre lo físico y lo digital, pero tenerlo no mirando a una pantalla, y con la apariencia de un cartel normal. Hemos trabajado con varias universidades en un proyecto de impresión interactiva. Por ejemplo, hemos creado un periódico, un diario normal. Se puede usar un par de audífonos que se conectan inalámbricamente, y cuando uno lo toca, oye la música descripta en el encabezado, la que no se puede leer. Se puede escuchar una conferencia de prensa y leer lo que ha decidido el editor sobre el tema de la conferencia. Y se puede oprimir al botón de “Like” de Facebook o votar sobre algo también. Algo más que hemos creado, y esta es una idea que se me ocurrió hace un par de años, así creamos un proyecto. Fue financiado por el gobierno para el diseño centrado en el usuario de edificios energéticamente eficientes, difícil decirlo, y algo que yo desconocía al entrar al taller, pero que rápidamente aprendí.
Queríamos motivar a la gente para usar mejor la energía. Y realmente me gustó la idea de que, en vez de mirar a los indicadores y leer cosas que dijeran… en relación al uso de energía, quería crear un cartel que estuviera conectado inalámbricamente y que tuviera tintas que cambiaran de color, de manera que si el uso de energía mejorara, aparecerían hojas y conejos y todo estaría bien. Y si no, aparecería un grafiti donde las hojas caerían de los árboles. Así que trataba de hacer que vieran algo en el medio ambiente inmediato que no quieres ver tan feo, en vez de esperar a que la gente haga cosas en el ambiente local porque el efecto que tiene es muy remoto. Y creo, volviendo a la finca, que se trata de permitirle a la gente hacer lo que quieres que hagan en vez de hacer que la gente haga lo que quieres que hagan. Ok. Esta es la parte que realmente me asusta. Algunas de las cosas que he creado son, un cartel que está aquí con el que puedes tocar los tambores.
No soy música, pero parecía una buena idea en ese momento. Si alguien quiere probar tocar los tambores, pueden. Solo describiré cómo funciona. Este cartel está conectado inalámbricamente a mi teléfono móvil, y al tocarlo, se conecta a la aplicación. (Tambores) Tiene un tiempo de respuesta bastante bueno.Utiliza Bluetooth 4, así que es casi instantáneo. Ok, gracias. (Aplauso) Y hay un par de cosas más. Esta es como una tabla de sonidos, que puedes tocar, y me encantan estos ruidos horribles. (Sirenas, explosiones, cristal rompiéndose) OK, y esta es una tornamesa de DJ. Está vinculada inalámbricamente a mi iPad, y el programa está corriendo en el iPad. Sí, me encanta hacer eso. Pero no soy un DJ, aunque siempre quise serlo. (Rascando) Entonces tengo un crossfader y dos tornamesas. Así que hice algo de tecnología nueva, y me encanta que las cosas sean creativas, y me encanta trabajar con gente creativa.Mi sobrina de 15 años de edad es asombrosa, se llama Charlotte, le pedí que grabara algo, y colaboré con un amigo llamado Elliot para armar unos ritmos. Así que esta es mi sobrina, Charlotte. (Música)¡Bravo! (Aplausos) Así que eso es lo que hago. Me encanta vincular a la tecnología, divirtiéndome, siendo creativa. Pero no se trata de la tecnología. Solo quiero crear grandes experiencias. Así que, muchas gracias», conferencia de Kate Stone en TEDTalks.