Johanna Blakley es directora ejecutiva del prestigioso centro Norman Lear, dedicado a la investigación en campos como el entretenimiento, el comercio o la sociedad. Uno de sus temas de especialización es la propiedad intelectual en el sector de la moda.
« […] La protección de derechos de autor, tal como fue inicialmente concebida, era una forma inteligente de incentivar a la gente a crear nuevo trabajo y llevarlo al mercado. En su nacimiento original, se suponía que sería un monopolio a corto plazo, pero los grandes propietarios de derechos de autor, como por ejemplo Disney, han aplicado todo su poder para extender las protecciones de los derechos de autor más allá de la muerte del autor. De esta manera se socava completamente el principal objetivo de los derechos de autor: incentivar esos nuevos trabajos, y conducirlos al mercado.
En los Estados Unidos copiar un diseño es legal, pero piratearlo no. Está claro que las copias o las reproducciones piratas, al final, son variaciones de un diseño anterior. Sin embargo, una copia no pretende emular el diseño anterior, mientras que uno pirateado sí. Por tanto, las copias no cometen infracción de marca, pero la piratería sí […]».
Puedes encontrar la entrevista completa en el quinto número de la revista Gràffica ‘Propiedad Intelectual. El laberinto de los derechos de autor’. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android y iOs.