James Dyson se sentía frustrado por cómo funcionaba su aspiradora. Al desmontarla, descubrió que la bolsa que absorbía la suciedad se había obstruido por el polvo. Otros hubieran optado por arreglarla; Dyson, no. En su lugar, el inventor y diseñador industrial británico pensó en una manera de mejorarla a través del ciclón industrial, un sistema que separaba las partículas del aire utilizando fuerzas centrífugas. Hoy en día, las máquinas Dyson están presentes en más de 60 países del mundo, y cuentan con la creatividad de cerca de 1000 ingenieros. Darse de bruces con un error y encontrarle solución es otro de los caminos hacia el éxito.
En el número 7 de la revista Gràffica Éxito y fracaso. ¿Acertar es ganar?, hablamos con James Dyson acerca de saber aprovechar las buenas ideas sin importar que otros no las valoren. La frustración, y los errores de otros, a veces son auténticos catalizadores de creatividad y nuevas oportunidades.
«[…] La frustración es un catalizador. Tienes que experimentar la frustración para estar motivado para hacer que algo funcione mejor. A mí me llevó 15 años y 5127 prototipos desarrollar la primera aspiradora Dyson; desde entonces, hemos estado desarrollándola continuamente […]».
Puedes encontrar la entrevista íntegra a James Dyson en el séptimo número de la revista Gràffica ‘Éxito y fracaso. ¿Acertar es ganar?’. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android y iOs.