Irving Penn, maestro del 'menos es más' en la fotografía

Irving Penn es junto a Richard Avedon y Helmut Newton uno de los grandes retratistas y fotógrafos de moda estadounidense. La carrera de Penn abarcó casi seis décadas y un amplio espectro de trabajos, especialmente para la revista Vogue, pero también retratos, fotografías publicitaria y de tribus. El clásico ‘menos es más’ se convirtió en su lema. Revivió la técnica de platino-paladio. El dominio de la luz en estudio y el fuerte contrate del blanco y negro fueron su marca personal.
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Irving Penn (Plainfield, Nueva Jersey, 16 de junio de 1917 – Nueva York, 7 de octubre de 2009) estudió dibujo, pintura y diseño gráfico en la Escuela de Artes Industriales del Museo de Filadelfia –actual University of the Arts– donde se licenció en 1938. Su profesor fue Alexey Brodovitch, quien más tarde también sería su supervisor en la revista Harper’s Bazaar, donde Penn trabajó a sus órdenes en su etapa de estudiante. En este periodo, Harper’s Bazaar publicó varios dibujos suyos en la revista. Trabajó durante dos años como diseñador freelance y empezó a realizar sus primeras fotografías como amateur antes de que en 1940 Brodovitch fuera contratado como director de arte en los almacenes de lujo Saks en la Quinta Avenida. Una vez dentro, el maestro quiso contar nuevamente con el talento de Penn, que estuvo trabajando en Saks durante un año antes de partir rumbo a México, donde se dedicó a la pintura durante un año.

Cuando Irving Penn volvió a Nueva York, Alexander Liberman le ofreció entrar en el Departamento de Arte de la revista Vogue. Después de un tiempo trabajando como diseñador, Liberman le impulsó que probara con la fotografía. Pronto descubrió su pasión por esta disciplina. Tras largas horas de experimentación con la luz y en el cuarto oscuro, Penn logró el dominio técnico. Pero el secreto de su arte partía de una convicción: el ingrediente más importante en la fotografía está en la captura un alma –ya sea a través del vuelo de un vestido o un trozo de carne–, es parte de un mismo misterio que no puede ser conocido.

La primera portada para Vogue de Penn fue publicada en octubre de 1943. El fotógrafo pidió una cámara prestada. Por aquel momento aún no figuraban modelos en la portada, y arregló un bodegón con un bolso de piel y tela marrón, un pañuelo gris, una lámina con cítricos y una nota colgada en una pared en que se anunciaban los contenidos del mes: ‘zapatos y accesorios’. Fue el lanzamiento de una larga carrera en la que continuó trabajando en la revista fotografiando cubiertas, retratos, naturalezas muertas, la moda, y ensayos fotográficos.

La modelo Lisa Fonssagrives-Penn fue su esposa y su musa, a la que inmortalizó en la famosa Woman With Roses, tomada en 1950. Truman Capote, Jean Cocteau, Marlene Dietrich, Jean Cocteau, Colette, Alfred Hitchcock o Miles Davis son otros de los personajes que quedaron inmortalizados por su cámara.

Irving Penn marcó con su técnica un antes y un después en la fotografía de moda apoyado en un enfoque vanguardista, el uso agresivo del contraste en el blanco y negro, y el tratamiento de los retratados como objetos. La sencillez era su marca y en base a ella Irving Penn sacaba a la luz lo mejor de aquello que retrataba, ya fuera una modelo, un personaje famoso o un objeto. En sus fotografías, el sujeto solía posar ante un sencillo fondo blanco o gris, usando la simplicidad más efectivamente que otros fotógrafos del momento. Permaneció fiel durante toda su vida a las tomas en estudio y bajo determinadas condiciones de iluminación. Penn era un compositor de imágenes, en su estudio trabajaba casi como un pintor con su lienzo. Imprimió sus propias fotografías y revivió la técnica de platino-paladio.

A finales de los sesenta viajó a Latinoamérica y África, donde trasladó su estudio portátil, para fotografiar nativos pero descontextualizados de su hábitat, con su misma técnica de fondo. En 1983 conoce al diseñador de moda Issey Miyake con quien estableció una estrecha colaboración desde 1983 hasta 1999.

El clásico ‘menos es más’ se convirtió en su lema, llegando a afirmar: «Fotografiar un pastel también puede ser arte».
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+info: irvingpenn.org

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