Helvetica Neue ha sido la tipografía elegida por Apple para el OSX Yosemite. El nuevo sistema operativo presenta pocas novedades con relación a su predecesor Mavericks y como siempre ha despertado todo tipo de reacciones. Entre ellas hay una que ha llamado la atención: la tipografía que sustituye a la omnipresente Lucida Grande.
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Apple ya introdujo la Helvetica Neue en su última revisión del iOS 7 para dispositivos móviles y tabletas, pero en Mavericks mantuvo la histórica Lucida Grande como fuente de sistema. Ahora, con ánimo de unificar la experiencia de usuario y la paleta tipográfica entre diferentes dispositivos de la misma marca, coloca en primer lugar a la Helvetica Neue y la introduce como tipografía del nuevo sistema Mac OSX Yosemite. El cambio, aunque parezca algo sin importancia, es todo un reto ya que estamos hablando de un sistema operativo que utilizan 80 millones de personas y algunos se preguntan si este cambio hará que la lectura en los ordenadores sea una ventaja o no.
La elección de la Helvetica Neue, con un peso muy delgado -Ultra Light-, transmite limpieza y sencillez, funciona muy bien en la nueva interfaz mucho más ligera y translúcida con lo que se consigue el efecto de mayor sofisticación y atemporalidad. Es una fuente clásica, muy usada por los diseñadores, y por tanto muy reconocible por el ojo humano.
Pero cuando se trata de usarla en una pantalla de ordenador, la cosa no funciona muy bien cuando se utiliza fuera de los titulares a tamaños muy pequeños. Todas las críticas parecen coincidir en que Helvetica Neue es una mala elección por el bajo contraste de las formas, con caracteres muy similares. Erik Spiekermann lo explicaba en 2012 en un breve artículo titulado Helvetica apesta en su blog: «En realidad, no fue diseñada para pequeños tamaños en las pantallas». Y explica que palabras como «mililitro pueden ser muy difíciles de descifrar». A lo que añade: «Si alguna vez tuviste que leer o escribir una contraseña con 1, i, l, o I, sabrás lo difícil que es diferenciarlas».
En el fondo Helvetica no fue diseñada para su uso en pantallas. Y por extensión, tampoco fue pensada para su uso en las webs. «El uso en los menús desplegables y los botones no se percibe una tipo tan clara como pasaba con Lucida Grande», dice Stuart Sandler en declaraciones para Gizmodo Australia.
Lo cierto es que Helvetica es una opción demasiado obvia, sobre todo cuando Apple siempre ha sido la empresa que ha innovado en estos aspectos y luego todos los demás han ido detrás. Lo lógico hubiese sido crear una tipografía propia que cumpliera las necesidades a las que se debe enfrentar una fuente usada por Apple. Si lo hacen los periódicos, las revistas, las empresas para su logo… no hay motivo para no hacerlo en esta ocasión. Por ejemplo, Intel, consciente de que sus usuarios están delante de la pantalla una media de 9 horas diarias, ya lo ha hecho y ha puesto en manos de Dalton Maag la unificación tipográfica en sus comunicaciones. Sin embargo, en el caso de que nos atañe, parece que la compañía de la manzana es capaz de comprar una empresa pequeña de cualquier cosa por varios millones de dólares, pero no es capaz de pagar por un buen tipógrafo para que le haga su propia tipo.
Según la rumorología, Apple está desarrollando desde hace varios años una fuente: Apple Sans. Algo que parece lógico y que además sea una fuente que nadie más pueda usar, no como la Helvetica Neue que es una fuente hiperutilizada. Aquí es donde el concepto exclusividad se desvanece. Si estas trabajando en una fuente nueva, ¿por qué sacar ahora esto que es claramente poco legible?
Según Tobias Frere-Jones, en declaraciones para Co.Design, Apple podría haber cometido un error ya que la Helvetica se caracteriza por caracteres pequeños, con ojos bastante cerrados y formas muy cerradas y en pantallas con una resolución baja –no Retina–, que siguen siendo las más usadas, la legibilidad se ve comprometida.
«Esperaba que Apple hubiese aprendido la lección con el uso de la Helvetica en el iPhone», comenta Frere-Jones. «A pesar de su gran reputación, Helvetica no puede hacerlo todo. Funciona bien en grandes tamaños, pero puede ser muy débil en tamaños pequeños. Formas como ‘C’ y las curvas de la ‘S’ se cierran sobre sí mismos y no dejan suficiente espacio entre forma y contraforma» «La ‘e’ minúscula la letra más común en inglés y en otros idiomas, tiene una forma especialmente poco amigable». Hay que pensar que en algunas letras la diferencia entre una forma abierta o cerrada es de tan solo 1 pixel sin contar con los reflejos mientras leemos.
Para Tobias, «Lucida Grande presenta formas abiertas, invitando al ojo a la lectura del texto. Ha funcionado muy bien durante años, y por una buena razón. En todos los textos, pero sobre todo en las interfaces, nuestros ojos necesitan tipos de letra que faciliten la lectura en lugar de entorpecerla».
Una pantalla con Retina Display y mucho contraste puede ayudar a mejorar pero en el fondo el problema es que el ojo humano llega donde llega y Tobias dice, irónicamente: «de momento no hay prevista alguna de actualización para esto».
Ya apuntamos en su día que iOS 7 estaba mal diseñado entre muchas otras cosas por la tipografía. En la nueva revisión algunos iconos y algunas pantallas han mejorado bastante. Se han unificado paletas de color y formas –sobre todo circulares– para acercarse más al mundo flat, y a pesar de todo el interface luce increíblemente bien y ha mejorado sobre todo en funcionalidad. El sistema operativo sigue siendo robusto e imbatible, pero es difícil de sostener hoy aquello que decía Jobs en su memorable conferencia de que el Mac era el único que se preocupaba por tener buenas tipografías.
Parece que muchos recuerdan con nostalgia aquel primer Mac con la dura Chicago en los menús que tenía una lectura rotunda. En las redes y foros muchos se preguntan: ¿qué estará pensando Jobs de todo esto?