Durante 119 años la marca Gillette se ha consagrado como una de las más prestigiosas dentro de los productos de afeitado para hombres y su historia viene marcada por un logo que se ha modificado y cambiado hasta en cinco ocasiones para brindar a la marca una imagen corporativa única.
El 28 de septiembre de 1901 nacía en Boston (Massachussets) Gillette. La marca pertenece ahora a Procter & Gamble Corporation, pero su fundador fue King Camp Gillette y su primer logotipo distaba mucho del que hoy día conocemos. Sencillo, en blanco y negro y un marcado estilo tradicional el nombre de la marca aparecía introducido dentro de un rombo. En las primeras versiones, la seña de identidad venía definida por una flecha que atravesaba las ocho letras y transmitía una sensación filosa y cortante, como su producto.
La metáfora visual en forma de flecha se mantuvo tras su primera modificación en 1964. Desde entonces, el rombo que englobaba al nombre de la marca no volvió a hacer acto de presencia y la única letra que sufrió un cambio evidente fue la «G», que modificó su forma esférica con un rasgo superior y un espolón casi perpendiculares.
Con su tercera actualización, Gillette presentó un logotipo alternativo que sentó las bases de lo que sería el estilo de Gillette en los próximos años. Añadió una especie de emblema de una letra ge formada por las tres finas líneas horizontales que querían recordarnos a las cuchillas de afeitar y a la flecha, y alargó el nombre a tres palabras. De este cambio efímero perdura el uso de la tipografía negrita de palo seco.
nuevo logo más sobrio
En 1974, la compañía pasó a prescindir de la flecha emblemática y volvió a acortar su nombre. Con el objetivo de mejorar la legibilidad, las letras dobles se juntan cada vez más, e incluso las «t» aparecen ligadas y se funden en un único glifo Esto es especialmente notable en el caso de las “t”: sus barras horizontales se fusionan formando una sola barra. Si bien en la mayoría de los países el diseño se actualizó en 1989, esta versión todavía estaba en uso en otros países hasta 1992. Este enfoque se ha utilizado en la marca denominativa desde entonces.
A partir de 1989, Gillette decidió apostar por un logotipo heredero del de 1974, pero caracterizado por la utilización de la cursiva. Esta inclinación de las letras aporta, como ya hacía en versiones anteriores, una sensación ágil y cortante sin necesidad de utilizar otro tipo de elemento gráfico. Además, seguía la tendencia de disminuir el espacio entre letras; en este caso, la compensación óptica era evidente con las dos es, que entraban en contacto con la ele y la ligadura de las tes.
Sería en 2009 cuando llegaría el logotipo que hoy conocemos y con el que identificamos directamente a la marca, diseñado por Anspach Grossman Enterprise. Los cambios en el diseño con respecto a su antecesor son sutiles pero certeros. Destaca la modificación en el punto de la «i», desplazado por una forma asimétrica, y los acabados en los extremos de la «G», donde los cortes rectos sustituyen a las siluetas redondeadas a las que estábamos acostumbrados.
Para el símbolo corporativo, los autores eligieron una fuente estricta: Futura Extra Black Italic grotesca y cortada. Esta fuente apareció por primera vez en Linotype y fue diseñada por Paul Renner. El esquema de color complementa armoniosamente las letras afiladas. Está realizado en monocromo y consta de caracteres negros sobre fondo blanco. En las etiquetas de los productos, la palabra puede aparecer en azul oscuro.
Actualizado 28/02/2023