Facebook es uno de los principales canales donde los diseñadores suelen mostrar su trabajo, pero lo que la mayoría desconoce es que este no es uno de los mejores canales donde hacerlo.
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Habitualmente veo a diseñadores esforzándose mucho en publicar todo lo que hacen en Facebook. Publican sus bocetos, las primeras páginas de una publicación, la portada recién sacada de la imprenta, cosas que les gustan… La mayoría pretende hacerse una buena reputación social o simplemente dar envidia.
Lo cierto es que todos estos colegas utilizan horas y horas de su tiempo en hacer self promotion y lo que la mayoría no sabe es que nadie –o muchos menos de los que ellos piensan– les escucha. Muchos creen que teniendo unos miles de seguidores su voz se expande por la red social de forma piramidal.
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Desde hace tiempo Facebook no muestra aquello que publicamos a nuestros amigos. Repetimos. Facebook no muestra aquello que publicamos.
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Solo se lo muestra a aquellos que interactúan habitualmente contigo y en la mayoría de casos ni eso. La propia plataforma dice que en casos muy optimistas puede llegar al 40% de tus seguidores pero que en la mayoría de los casos no se supera el 10%. Es decir, que si tienes unos 1.000 seguidores solo van a enterarse de lo que haces unos 100. Y si sueles tener unos cientos (que es lo normal) no llegarás a más de unas decenas. ¿Ahora entiendes por qué todo el mundo está haciendo concursos de ‘Me gustas’ en Facebook?
¿Cuál es el motivo?
El motivo es doble. Por un lado Facebook argumenta que si nos mostrara todo lo que se publica en la red por parte de nuestros amigos y páginas a las que seguimos nuestro timeline sería ingobernable. Estaría lleno de demasiado ruido y demasiadas cosas a las que no nos querríamos prestarle atención. Por eso utilizan un algoritmo para mostrarnos aquello que ellos creen nos interesa de verdad.
Aunque esto es cierto, no es menos cierto que también lo hacen para que paguemos. Si queremos que nuestros amigos, fans o los más de 1.500 millones de clientes de Facebook conozcan algo de nosotros hay que pasar por caja.
Si pagas todo cambia
La publicidad en Facebook funciona realmente bien. La segmentación es impresionante. Se puede localizar a tu target de cliente casi al milímetro. Gustos, preferencias, sexo, país, ciudad… Cada vez que estamos en Facebook, su algoritmo va sumando datos sobre el perfil de cada usuario, hasta el punto de saber más de nosotros que nosotros mismos. A qué le hemos puesto ‘me gusta’, qué enlaces abrimos habitualmente, a qué páginas hemos dicho ‘Me gusta’, qué leemos, dónde nos paramos… Con todos estos datos, hacer publicidad y alcanzar el target que buscas es un juego de niños.
Si pagas, Facebook le muestra tus publicaciones a quien tú quieras. Personas altas con gusto por el arte, con un Rolex en la muñeca que leen habitualmente Gràffica, pero solo los que viven en Suiza. Prueba y te sorprenderás de las posibilidades.
Para qué tanto esfuerzo
Cuando ves el timeline de los diseñadores e incluso el de empresa que se aplican en cuerpo y alma en estar presentes en la red social sabiendo que apenas los amigos son los que van a ver lo que publican, con los que seguramente horas más tarde se tomarán unas cervezas, siempre pienso en el tiempo perdido y en lo perdidos que van muchos. Facebook es un gran patio de vecinos en el que la mayoría tiene ventanas herméticas (ya se ha encargado Mr. Zuckerberg de ponerlas) que por mucho que chilles no te van a oír.
Así que no es necesario que pierdas el tiempo en publicar todo lo que haces. A no ser que tengas intenciones narcisistas. Si eso es lo que buscas está muy bien, pero si lo que buscas es mostrar tus proyectos para que estos atraigan a clientes potenciales Facebook no es tu medio. A menos que pagues. Es similar a lo que ocurre cuando envías mailings masivos. ¿Sabías que el 60% de los correos que se envían en envíos masivos nunca se abren?
Pescar con otras redes
Aunque Facebook seguirá siendo un gran patio de vecinos donde todo el mundo querrá estar y seguiremos cada vez que abramos la ventana oyendo mucho ruido, hay canales mucho más efectivos. Para todos los creativos visuales –diseñadores, ilustradores, fotógrafos, videoartistas, tipógrafos…– existe Behance. Sin duda la mejor y más amplia red de autopromoción creativa. Es una red que cada vez se integra más en todo el software que todos utilizamos con lo que estar presente y tenerla en cuenta cada vez es más fácil. Una red mundial que no está limitada por nuestros amigos o seguidores.
Cuando publicas algo en Facebook, en apenas unas horas es historia. En Behance el esfuerzo es similar y la recompensa es mayor. No solo participamos de los mismos chascarrillos y comentarios, si se quiere, sino que además todo lo que publicamos permanece. Y si lo etiquetamos bien y nos esforzamos en moverlo por la red, al poco, nuestra presencia y difusión se expande de forma exponencial. Nuestro trabajo empieza a entrar en colecciones, a ganar posiciones en las diferentes categorías e incluso a ser seleccionado por la propia plataforma para formar parte de sus recomendaciones.
Esto mismo ocurre en otras redes mucho más afines a nuestra profesión. Flickr, YouTube, Vimeo, Pinterest, Dribble… Si lo que buscas es contar a tus colegas qué haces cada cinco minutos y ser un exhibicionista social, Facebook es tu sitio. Pero si lo que quieres es encontrar más y mejores proyectos deberías pensar en utilizar toda esa energía feisbuquera y transportarla a otro lugar, porque igual piensas que estás haciendo cantos de sirena y en realidad estás clamando en el desierto.
Actualizado 15/09/2014