La película reinterpreta la novela más conocida del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry. El stop motion se combina con la animación 3D para crear un relato sobre la vida, el amor y la amistad, fiel a la obra original
«Lo esencial es invisible a los ojos», «debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras», o «caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos». Las reflexiones que nos dejó ‘El principito’ siguen siendo tan ciertas hoy como el momento en el que se escribió. El libro de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) ya ha cumplido más de 70 años, pero sigue encarnando valiosas lecciones sobre el sentido de la vida, el amor o la amistad. Quizá porque esta historia nunca pasa de moda, este mes se ha estrenado en España ‘El principito’ bajo la dirección de Mark Osborne, que recupera sus principios más emblemáticos con, eso sí, algunos cambios en la trama.
Todos recordamos el tierno relato sobre un pequeño príncipe procedente de otro planeta; más específicamente, del asteroide B 612. Un cordero, una rosa, y un zorro son otros elementos que caracterizan una narración mundialmente reconocida. Osborne mantiene el relato original, pero lo inserta dentro de una trama más amplia que nos cuenta la historia de una niña que acaba de mudarse a la ciudad y su nuevo (y adorable) vecino, un anciano que es piloto de aviones, y que asegura haber conocido al mismísimo ‘Principito’. Para ilustrar esta línea general se utiliza la animación 3D, mientras que las secuencias que cuentan la historia original del libro se realizan a través de stop motion. Dos técnicas, sin duda, que dotan a la película de un dinamismo y potencia visual que la convierten en un relato cargado de simbolismo, emoción y delicadeza.
‘El principito’ es el libro en lengua francesa más leído y traducido del mundo. La película de Mark Obsorne (director, por cierto, de Kung Fu Panda) no es el único homenaje creativo que se la ha rendido, ya que existen obras de teatro, ballets, obras de ópera e, incluso, una serie y un anime inspirados en esta obra. Todo ello la ha conseguido convertir, a día de hoy, en una historia inmortal e inolvidable.
