La primera idea que viene a la cabeza para quienes conocen a Muji es diseño. Más concretamente diseño sencillo aplicado a productos sencillos; objetos en los que predomina la economía visual, el equilibrio y la simplicidad, pero siempre con un toque característico que nos permite identificar de forma inmediata a Muji. Lo sorprendente de todo ello es que el logo de la marca, jamás aparece impreso en los productos que comercializa. Un hecho que más que curioso, dentro del mundo del branding, puede resultar incluso contradictorio, pero que tiene una clara explicación. La respuesta está en la charla que mantuvimos con Katsushi Onishi, director de Muji Europa, y Joaquim de Toca, director general de Muji en España y Portugal. Durante la inauguración oficial de la nueva tienda de Muji en Valencia conversamos con ellos acerca del branding, de la importancia de mantener una estrategia de marca que sea coherente, del diseño desde la perspectiva del producto y de la comunicación visual.
La primera pregunta es inevitable, para quienes no conozcan aún Muji, ¿qué es?
K.O.: Muji es la abreviatura de Mujirushi Ryohin, algo que se traduce en productos de calidad pero sin marca. Son diseños muy simples, muy tranquilos, algo que en un principio te puede llevar a pensar “no es atractivo porque no tiene nada”, pero que cuando alguien acude a tu casa realmente descubre que todo está muy armonizado. No es un diseño que rompe, sino que se adapta.
Desde el punto de vista del branding, la filosofía Muji no deja de resultar paradójica: “Lo importante es el producto, no la marca, por eso nuestra marca no es visible en ninguno de los productos”. ¿Por qué esta decisión de eliminar o mejor dicho, no mostrar la marca?
K.O.: En el año 1980, cuando abrió Muji en Japón, el país estaba en una situación económica muy boyante, era la segunda economía después de EEUU, si recuerdas, se decía que los japoneses eran los dueños del mundo y empezaron entrar las marcas occidentales de lujo, como Louis Vuitton y todas estas. En el otro extremo, también surgieron marcas muy baratas pero de muy baja calidad y Japón se polarizó en dos tipos de segmento: uno, marcas de lujo muy caras y exclusivas, y por otro, marcas muy baratas, donde la calidad era baja. Muji quería hacer un buen producto pero donde lo importante no fuera la marca, sino ir a la esencia del producto.
J.T.: El concepto de Muji surgió como un rechazo a ese fenómeno: productos de calidad, realmente útiles en los que no se mostrara la marca. Una estrategia que buscaba diferenciarse en un mundo en el que parecía que si no tenías una marca detrás, tu producto no valía nada.
El secreto del éxito de Muji, ¿reside en esta estrategia?
K.O.: Sí, porque además ¡nadie lo ha hecho! Todas las marcas, cuando sacan un producto quieren darle un toque como de su marca y le ponen un logo, una gran etiqueta… Sin embargo, Muji se mantiene ahí, con la ausencia total de marca.
Sin embargo, este punto de vista de no querer mostrar la marca, ¿no es un poco contradictorio con el diseño?
K.O.: Realmente, el diseño es muy importante. Este punto de vista del diseño es global. Muji tiene un consejo asesor que tiene un diseñador gráfico, un interiorista, un diseñador de producto y ellos velan porque el concepto de Muji se mantenga en todo, desde el libro donde está la historia de Muji hasta en todos los departamentos de la tienda.
¿Muji trabaja con un equipo propio de diseñadores, con profesionales freelance, un equipo externo…?
J.T.: Nosotros tenemos un equipo de diseño propio pero a veces contratamos a otros diseñadores externos.
K.O.: La mayoría de los grandes diseñadores mundiales han trabajado para Muji, pero Muji nunca pone que un producto o una pieza es del diseñador ‘X’ porque para nosotros lo importante es el diseño del producto. Muji entiende que es muy difícil para un diseñador hacer un producto tan simple que no tenga nada. Por ejemplo, esta cuchara está diseñada por Jasper Morrison. A la pregunta de cómo se tiene que diferenciar este producto, pues bueno, Muji piensa: “la empuñadura de la cuchara debe ser como un guante, etc.”, pero nunca dirá jamás que la cuchara es de este diseñador porque lo importante es la cuchara.
Aparte del diseño de producto, sorprende cómo el material gráfico, catálogos, dossier, anuncios en prensa… todo está muy cuidado. ¿Quién está al frente de la dirección de arte?
K.O.: Uno de los cofundadores de Muji fue Ikko Tanaka, diseñador gráfico. Cuando él murió, le relevó el diseñador Kenya Hara del estudio de diseño Nippon Design Center. Él es quien desde 2001 se encarga de la dirección de arte. Seis meses antes de la muerte de Tanaka, éste le entregó el Libro de Muji que recoge esta visión global del diseño.
El diseño del sistema de etiquetaje, ¿pertenece también a esta visión global en la que predomina la ausencia de la marca?
Sí efectivamente. Este diseño también pertenece a Kenya Hara, lo mismo que la comunicación gráfica como pueden ser catálogos, anuncios, etc. Es cierto que en Europa los productos son distintos, pero es Kenya Hara quien supervisa todo este trabajo para que haya una línea común. Lo mismo sucede con la aplicación para iPhone y iPad, el soporte es digital pero el concepto de diseño es el mismo. Se mantiene la misma línea de diseño global planteada y supervisada por Kenya Hara.
¿Es Muji sinónimo de belleza ‘aséptica’?
Sí, Muji es la belleza de la sencillez, objetos que son dignos sin pretensiones superfluas, sin opulencias.
Fotos: Nati Rubio Soriano
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+info: www.muji.es
Actualizado 14/11/2011