En la sociedad actual, el diseño gráfico puede ser un medio más que eficaz para hacerse preguntas o interpelar, para contar historias o transmitir experiencias a través de un lenguaje más empático. Repasamos tres trabajos de estudiantes del IED Madrid que son buena prueba de ello.
Aunque a veces es difícil de percibir, la capacidad transformadora que tiene el diseño se ve reflejada en aquellas creaciones que persiguen un fin y que tienen una utilidad. Como la teoría a veces es difusa y abstracta, hemos tomado de ejemplo tres trabajos de estudiantes de Diseño Gráfico del IED Madrid en los que se refleja como el diseño, en conexión con otras disciplinas, es una herramienta poderosa a la hora de transmitir mensajes con una vocación profundamente humanista.
Es importante destacar que son proyectos donde la empatía juega un papel fundamental proporcionando un punto de conexión entre el diseñador y el público. Una vez lograda esta relación necesaria, promueven esta fusión entre ambos en torno a lugares comunes, recuerdos, constructos sociales, necesidades, problemas o incluso su propia identidad, ejerciendo así el diseño gráfico como un elemento útil que propicia un cambio.
Estas propuestas de fin de estudios comparten una dimensión artística y reflejan la versatilidad que tiene el diseño gráfico como herramienta transformadora. Además, son un reflejo del universo personal de una nueva generación de diseñadores, quienes utilizan su aprendizaje como vehículo para hacerse preguntas o interpelar, para contar historias y transmitir experiencias que, de una forma u otra, aportan su granito de arena.
bajo la piel
Paula Martín Villarejo es una diseñadora gráfica basada entre Madrid y Oporto. A medio camino entre el diseño y el arte, su obra se acera al primero a través de técnicas analógicas de ilustración y al segundo con una mirada educada bajo las reglas del diseño.
Habitualmente su trabajo tiene una fuerte carga simbólica. Gran parte de su inspiración la encuentra en los libros, específicamente en literatura femenina del siglo XX, lo que le ayuda a ampliar sus conocimientos teóricos y le sirve de sustento para conceptualizar su obra.
Su proyecto artístico Bajo la piel es un buen ejemplo del simbolismo en su trabajo. En él se centra en los diferentes lenguajes de la construcción de la identidad de la mujer y reflexiona en torno a esta idea a través de la creación de unas piezas, basadas en la metáfora animal de una cierva, que representan dicho constructo patriarcal haciendo que el propio espectador comprenda la incoherencia del discurso arquetípico mediante lo visual y/o matérico.
Su conjunto, por tanto, toma cuerpo en una obra expositiva en la que, a través de la metáfora animal y de una estructura narrativa, la autora pretende guiarnos por un camino de reflexión a través de la herida del personaje principal. Es entonces, al sumergirnos en el problema, cuando nos encontramos con pensamientos metafísicos en torno al ser, lo establecido al mismo y la construcción a partir de los pedazos adquiridos de una sociedad patriarcal.
En Bajo la piel la autora pretende guiarnos por un camino de reflexión a través de la herida del personaje principal
Respecto al planteamiento técnico, el principal método que ha utilizado Martín para materializar el proyecto es la experimentación en el ámbito de las Artes Plásticas. El resultado es una obra plástica y escultórica donde destacan el empleo de las telas, en las que se dejan ver las puntadas al unirlas.
Las piezas incluyen grandes lienzos, pintados con las manos y con brocha de pintor, así como la escultura de la cierva herida, de unos 4 metros de largo y en torno a 2,5 de altura. Está realizada con malla de gallinero modelada y malla de tulle pintada con tinta china.
c’ est moi
Irache Ocaña es diseñadora gráfica, ceramista y escaladora. Con una atención meticulosa por los detalles, crea obras de arte visualmente impactantes que transmiten su dedicación y habilidad en un estilo único. Además de su talento artístico, Ocaña valora enormemente el cuidado personal, tanto físico como emocional. Reconoce la importancia de mantener un equilibrio saludable y busca constantemente maneras de nutrir su bienestar en todas las facetas de su vida.
C’ est moi es un proyecto de carácter artístico que recoge esa idea y donde la artesanía es el catalizador y el concepto es el autocuidado. Está compuesto por diecisiete piezas, que forman parte de un ritual de cuidado personal y que están acompañadas de sus contenedores. Desde una reflexión sobre el consumo de la sociedad actual, el resultado es un conjunto creativo y diverso a partir de procesos, técnicas y materiales distintos con un núcleo en el trabajo artesanal.
El resultado es un conjunto creativo y diverso a partir de procesos, técnicas y materiales distintos con un núcleo en el trabajo artesanal
El ciudadano personal actúa de hilo conductor de una historia donde las manos operan pequeñas herramientas sencillas, generando esa conexión individual e intransferible que también existe entre el artesano y su trabajo. El diseño de estas piezas busca crear un vínculo con la persona que las posee, las observa o las toca. Nos recuerda, de una manera abstracta y creativa, la importancia del cuidado personal para cuerpo y mente, al tiempo que enfatiza el trabajo meticuloso, único y personal del artesano. Los materiales que Ocaña ha empleado para realizar este trabajo han sido yeso, madera, arcilla, cera o pequeños cristales marinos, entre otros.
ugly is good
Por último, cabe destacar Ugly is good de Diego Coleto. Nacido en Valencia, en plena efervescencia universitaria decidió dar un volantazo a su vida cambiando la carrera de Biología por el Diseño Gráfico. Actualmente compagina sus estudios con su trabajo en Bandiz Studio.
Para Diego, parte del problema es que todas aquellas cosas categorizadas como feas son deslegitimadas y entendidas como algo fallido, errático o inútil. Es decir, que el pensamiento históricamente presente desde el comienzo de la humanidad de que “lo feo es malo” impide simpatizar con las cosas feas y explorar la naturaleza real de dicha categoría estética. Aquellos que disfrutan con emoción de esta categoría huidiza, quieren saber más acerca de ella para poder revalorizarla ante la sociedad.
Gran cantidad de artistas, escritores y pensadores han abordado sus obras desde la estética de lo feo. Existe una infinita cantidad de cuadros “feos”, libros “cutres” o discursos “grotescos”; sin embargo, esta propuesta de Diego Coleto no trata solo de generar un producto, sino de explorar esta estética conscientemente para generar material teórico-académico alrededor de la misma.
En definitiva, este proyecto es un espacio de debate y análisis, enfocado a reivindicar la estética de lo feo. Esa reivindicación adquiere diferentes formas, ya que se trata de una marca/movimiento a partir de la que generar variedad de producciones. Las primeras, punto de partida de este trabajo de final de estudios, son un videopodcast, _gly, y una publicación editorial.
Cada episodio del videopodcast tiene un tema concreto relacionado tanto con la estética como con el área de trabajo o interés del invitado/ a. De esta manera, indagando en su práctica/opinión, se investiga, se debate y se establecen tanto puntos de encuentro como subjetivismos dentro de esta estética.
Para el diseño gráfico, el estudiante ha asimilado los referentes en su imaginario como una masa y una corriente estética que tiene nexos de conexión conceptuales y pictóricos. Algunos diseñadores que le han marcado han sido Cristoph Gaudard, Braulio Amado, Nejc Prah, Acacio Ortas, Jonathan Castro, Koln Estudio o Gao Hang. En común, todos tienen esa intención de derrocar lo “ordenado”, “reticular”, “contenido”, “minimalista”, “sobrio” y “profesional”, en pos de crear diseños experimentales pero adecuados siempre al objeto que diseñan.
Para la capa transversal de diseño gráfico que contiene el proyecto, Coleto ha utilizado el diálogo estético de las formas, el color y las letras con el contenido del propio diseño.
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