«El collage como espacio de resistencia», por Óscar Guayabero

Óscar Guayabero repasa la capacidad reivindicativa que ha tenido el collage desde los calígrafos japones hasta la actualidad pasando por las vanguardias artística y el auge del fotomontaje.

Cartel expo collage Somorrostro.

El collage es uno de los territorios híbridos entre el arte y el diseño que más profusamente nos ha regalado piezas inolvidables. Podríamos buscar precedentes en el pasado lejano, como en trabajos que se remontan a los calígrafos japoneses del siglo X, cuando usaban recortes de telas y papeles para hacer un fondo sobre el que luego escribían sus poemas. Durante la edad media en los textos «iluminados», es decir, ilustrados y ornamentados, se pegaban materiales sobre esas ilustraciones religiosas para realzar a las figuras que se representaban.

Pero es con el advenimiento de las vanguardias artísticas cuando el collage adquiere un papel central en muchas de las expresiones visuales que a pesar de que tienen expresiones muy diferentes comparten una vocación provocadora, irreverente y también de economía de supervivencia. El collage es barato, eso es muy importante. Al menos lo fue durante años. En tiempos donde los artistas no tenían para comprar pinturas y telas, el collages proporcionaba un espacio de expresión asequible. Con algunas revistas, unas tijeras y cola de papel se podía generar una obra. 

Josep Pulido Somorrostro

En tiempos donde los artistas no tenían para comprar pinturas y telas, el collages proporcionaba un espacio de expresión asequible.

las vanguardias

El verdadero nacimiento del collage como territorio a explorar fue con las vanguardias. Los cubistas fueron los primeros utilizarlo, se considera que fue Picasso quien inventó el collage en 1912 con su pintura Naturaleza muerta con silla de rejilla. Sin embargo, se dice que Georges Braque ya había usado collage en bocetos. Pero quizás el Dadaismo fue la corriente que llevó el collage al extremo de sus posibilidades, tanto narrativos, formales como sobre todo de expresión de rechazo al status quo del arte.

Carlota Marquina, Somorrostro.

fotomontaje

Después vendrían muchos otros, pero es con Dadà donde el collage se establece como respuesta y alternativa al arte, no solo académico sino al arte como parte de la «alta cultura». El collage también fue el punto de partida para el desarrollo de otra técnica, el «fotomontaje», que consistía en la combinación de diversas imágenes fotográficas en una sola composición. Los máximos exponentes fueron: Raoul Haussmann, John Heartfield, George Grosz y Hanna Höch.

El fotomontaje dadaísta influyó en los constructivistas rusos, tanto Alexander Rodchenko y El Lissitzky, lo utilizaran en carteles y portadas. Ese uso «no artístico» del collage y el fotomontaje abre un nuevo campo donde arte y diseño rompen sus fronteras y aunque los propósitos de unos y otros podían diferir coinciden en su voluntad transgresora y comunicativa. En nuestro país, fue Josep Renau quien aplicó el fotomontaje en carteles políticos y comerciales, Renau tomo gran influencia de John Heartfeld, pero aplica esas técnicas y el uso de la fotografía como arma de crítica política de provocación al diseño, siguiendo el camino de los constructivistas.

Renau tomó gran influencia de John Heartfeld, pero aplica esas técnicas y el uso de la fotografía como arma de crítica política de provocación al diseño.

Ester Ràfols CTR C CRT V.

Aunque después utilizaría este mismo lenguaje para avnazar el collage Pop. En el período que va desde 1939 a 1946, en México, inicia el ciclo de fotomontajes The American Way of Life y corresponden a una etapa en qué Renau compagina la pintura como una actividad intimista de retratos, naturalezas muertas y paisajes, con la práctica del grafismo comercial y el cartelismo de cine. Esta serie formada por casi setenta piezas son un manifiesto en sí mismas y al mismo tiempo un homenaje a Heartfeld del que Renau se siente deudor.

Pero volviendo al Dadaísmo, hay que destacar el trabajo de la única mujer que dentro del dadaísmo tuvo un papel definitivo en la evolución del collage y que ha sido una enorme influencias para otras creadoras y creadores. Hanna Höch, fue una de las artistas más radicales de los activos dadaístas alemanes de los años veinte. Como en otros casos, fue ninguneada y discriminada por los hombres del colectivo, que la definían como la mujer que les conseguía «bocadillos, cerveza y café».

Poster Ctrl. X & Ctrl V

Hanna Höch fue una de las artistas más radicales de los activos dadaístas alemanes de los años veinte.

Entra en contacto con el grupo a partir de una relación extramatrimonial más de complicada con Raoul Haussmann quien despreciaba su trabajo de forma notoria e incluso llegó a mostrarse violento con ella en público. Era el mismo Haussmann que disertaba sobre la abolición del matrimonio y la necesidad de establecer modos de vida comunales donde hombres y mujeres gozaran de las mismas libertades (aunque jamás se divorciara de su esposa). Y desde entonces, Höch se dedica a crear collage con una intención muy clara: poner de manifiesto las miserias de una sociedad machista y misógina y hablar además abiertamente de la androginia y el amor lésbico, con la que proclamaba su bisexualidad.

Kati Vives Cap i pota.

También colaboraría con la publicación y el grupo De Stijl y su obra influenció, entre otras coetáneas a la profesora de la Bauhaus, Marianne Brandt quien también utilizaría el collage y el fotomontaje para lanzar sus críticas al machismo y a la cosificación de la mujer.

Muchos años después, Linder Sterling reivindicó el legado de Höch en sus fotomontajes punks en las portadas diseñadas por Malcom Garret para los Buzzcocks. Sterling sigue con esa temática entre la provocación y la denuncia feminista llevándolo a un punto más extremo como exigía esa época en Manchester donde ella misma militó en varias bandas de punk-rock y donde llevó su influencia hasta los Smiths a partir de su gran amistad con Morrisey.

Sterling sigue con esa temática entre la provocación y la denuncia feminista llevándolo a un punto más extremo como exigía esa época en Manchester.

exposiciones en la actualidad

Hay hoy, una infinidad de expresiones del collage que de una u otra forma continúan esa tradición de resistencia al mercado y transgresión narrativa, como muestra tan solo tres pequeños ejemplos que he podido disfrutar últimamente:

La primera es CTRL. X & CTRL. V, una muestra colectiva de collage con trabajos de Ester Ràfols, Eva Jolís Villegas, Juan Cardosa i Kras Casadevall, hasta el 26 de junio en La Sala de Vilanova y la Geltrú. Trabajos entre el humor, la experimentación y la narrativa transgresora.

La segunda es un poco más al sur: Cap i Pota, a cargo de Rai Escalé y Katy Vives Phipps en el Centre cultural el Castel de la Nou de Gaià. Una exposición sobre collage y pintura generando híbridos muy sugerentes.

Póster CAP I POTA.

Por último, Exposició Solo Collage: Somorrostro-Flamenc una exposición colectiva comisariada por Santi González i Lucía Soto. En esta, la temática del collage se pone al servicio de una mirada múltiple mundo del flamenco y al antiguo barrio del Somorrostro.

Creo que en las tres se puede ver el rastro de Höch, de Heartfield, incluso de Rodchenko. 

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