¿Y si todos nos aplicáramos para practicar el diseño gráfico emocional?

Existen múltiples teorías que hablan sobre el diseño emocional en el diseño de producto, industrial e incluso de web. ¿Pero qué ocurre con el diseño gráfico?

En Diseña, crea, siente (Promopress, 2019), Sara Caldas arroja luz y nos acerca el diseñado gráfico a un diseño más emocional. En su libro, nos plantea un enfoque muy distinto de esta disciplina muy popular, pero que a veces se ha desvirtuado o no se ha comprendido su función.

La autora aborda la disciplina como un flujo de interacciones y relaciones entre diseñador y público, donde apela a su inteligencia, además de sus miedos, sus aspiraciones y sus sentimientos. Dicho de otro modo, adopta una visión más profunda al estudiar las implicaciones emocionales del diseño y su impacto en las personas.

Sin embargo, tratar emociones implica tratar con un sujeto sensible. Y en los libros de diseño se suele subestimar este lado emocional, a favor de los aspectos más instrumentales.

El libro no solo teoriza, sino que además cuenta con otros puntos de vista. Para ello se sirve de la fórmula de las entrevistas a diseñadores tan reconocidos como Verónica Fuerte, Isidro Ferrer, Nuno Coelho, Fredrik Öst, Javier Jaén y Stefan Sagmeister, entre otros. Que el lector no espere largas entrevistas en profundidad sobre lo que todos ya conocemos. A través de las preguntas planteadas por Sara, lo que se busca es ir directo al grano y ahondar en aquellos aspectos de su trabajo o su enfoque que hacen que su diseños tengan esa carga más emocional y humana.

Además, para acercarnos a ese terreno menos técnico y más humano de la comunicación, Sara nos aporta numerosos ejemplos que abarcan desde packaging, juegos, carteles, manifiestos, proyectos editoriales, interactivos, etc. A su vez, nos explica cómo la tipografía, los colores, la fotografía, la jerarquía y el punto de vista son elementos clave que apelan al contexto y a la experiencia del público, y de esta forma nos ayudan a modelar su mente.

De esta forma, el diseño gráfico se revela como algo más poderoso que una simple herramienta en manos del consumismo capitalista: como un medio que puede ser fundamental para crear conciencia y para impeler a los seres humanos a que se posicionen en temas sociales, políticos y medioambientales. 

Así, el diseño emocional es un diseño que reflexiona sobre el papel crucial que las emociones tienen en la habilidad humana para comprender el mundo.

Un buen diseño que tiene en cuenta el componente emocional mejora la relación entre el público y el «producto», creando vínculos profundos entre ambos. Existen múltiples teorías que hablan sobre el diseño emocional en el diseño de producto, industrial e incluso de web. Sara Caldas nos propone abordarlo desde ya en el diseño gráfico y apostar por un diseño más emocional.

Comprar

Salir de la versión móvil