Cómo no hacer un nuevo branding para McDonald’s

¿Qué pasaría si la hiperconocida cadena de comida rápida McDonald’s decidiese sustituir su emblemático color rojo y su ‘M’ arqueada por un diseño geométrico con blancos y negros? Esto es un ejemplo de cómo no hacer un nuevo branding para McDonald’s.

Este concepto de diseño de packaging es obra de Okan Boyraz del equipo BLKVIS, que decidió probar cómo le sentaría un cambio de imagen, a la famosa cadena de hamburguesas al estilo de la marca de ropa OFF-WHITE. Este ejercicio gráfico muestra cómo de importantes son los colores y la psicología del color en la comunicación. La idea original surgió de un packaging similar para Chanel, realizada por Margo Agency para VISUAL MAGAZINE.

Pero, ¿por qué este diseño no sería un buen branding para McDonald’s?

En primer lugar, McDonald’s es una empresa que nació en 1940 y que mantiene, desde 1960, como elemento representativo de su marca la conocida M amarilla y arqueada. Cambiar de manera tan drástica un logotipo que cuenta con 60 años de historia podría causar confusión en el cliente, que podría incluso llegar a creer que es una nueva marca.

En segundo lugar, McDonald’s se ha presentado siempre como una marca colorida, divertida y familiar. Unas ideas que sustentaban los colores de su marca (rojo y amarillo) y el empleo de líneas curvadas. En este nuevo concepto de diseño, los patrones y las líneas rectas se alejan de estas ideas y nos muestra una versión más elegante, pero también más ‘agresiva’.

Por último, y siguiendo esta línea, todo el mundo conoce McDonald’s por ser una cadena de comida rápida, en la que más que resaltar su calidad, se enfatiza el bajo coste de sus productos, por lo que intentar aparentar mayor sofisticación, conllevaría, necesariamente, una mejora de la calidad de sus productos y, por tanto, una subida de precios. En definitiva, esto supondría que se desvinculara, por completo, de lo que hoy en día conocemos como McDonald’s.

→ Okan Boyraz

 

Salir de la versión móvil