En nuestro afán por desentrañar todos aquellos aspectos que se esconden tras el concepto ‘creatividad’, además de haber abordado el tema desde diferentes perspectivas tanto en el número 4 de la revista Gràffica como en el documental ‘¿Todos somos creativos?’, seguimos indagando en todo lo relacionado con la creatividad y los creativos. Y precisamente, una de las preocupaciones de los creativos (sean del sector que sean) es qué hacer cuando se encuentran ante un bloqueo creativo. Si este es tu caso, apunta.
Rod Judkins es un pintor y profesor de arte y diseño que ha pasado los últimos años dirigiendo talleres para ayudar a la gente a ser más creativa. Ha logrado recopilar una serie de técnicas que emplean artistas y diseñadores para generar ideas, las cuales se dedican ahora a transmitir y enseñar a quienes se encuentran en dificultades de origen creativo. Entre ellas, en la entrevista realizada en creativereview.co.uk, destaca tres imprescindibles para conseguir desbloquear al creativo y lanzarlo en brazos de la creatividad:
- Intercambiar roles
«Al iniciar un proyecto con un equipo, es esencial comenzar con el pie cambiado; dar a los miembros del equipo diferentes funciones. Esto les impide caer en patrones de trabajo familiares. En una ocasión se me pidió que ayudara a una cadena de televisión a desarrollar una nueva telenovela con el equipo de cámaras, guionistas, encargados de sonido, etc. Se habían quedado bloqueados y por ello me llamaron para que les ayudara. Me pareció que estaban muy aferrados en sus funciones. Tenían la actitud de “he estado haciendo esto durante años”. Esa era la razón por la que no estaban generando nuevas ideas; querían hacer las cosas del mismo modo que siempre lo habían hecho. Cambié sus papeles. Les pedí a los cámaras que escribieran los guiones, a los diseñadores de vestuario que escribieran personajes y así sucesivamente. El miedo al fracaso desapareció porque el peso de la expectativa había desaparecido, no teniendo ya que proteger una reputación. Al cambiar los roles estaban explorando un nuevo territorio en lugar de repetir lo que ya sabían. Improvisaron y jugaron y nuevas ideas fluyeron».
- Un proyecto no es un problema
«A menudo, cuando estoy ayudando a un equipo con un proyecto, veo que piensan en él como un problema que tienen que resolver. Eso puede ser útil, pero empezar en ese estado de ánimo es muy limitante. Entonces les pido que creen un juego basado en su producto o tema. Pensar en el proyecto como un juego crea un estado de ánimo positivo y, aunque pueda parecer que el juego no es útil, realmente puede animar a hacer preguntas basadas en su tema para que busquen información inusual. De este modo aprenden más que si investigaran de la manera estándar. La gente resuelve los problemas más fácilmente cuando están en un estado de ánimo juguetón. Así, el equipo trabajará junto y dará mejores ideas que si pensaran que su proyecto debe solucionar un problema».
- No hagas brainstorming en grupo
«Cuando trabajo con un equipo, trato de evitar los métodos estándar de lluvia de ideas. Se convierte en un evento social más que en un evento generador de ideas. Se sienten bajo presión para parecer inteligentes. La gente comienza a preocuparse de que si proponen alguna idea ridícula el equipo pueda burlarse y tienden a sugerir ideas razonables. Además, por lo general alguien suele dominar el grupo. Yo les solicito que trabajen solos. Les pido que se vayan media hora y que regresen con una idea ridícula. Al pedirles que produzcan una idea que parece poco práctica, los libero y les permito explorar conceptos inusuales. Cuando vuelven, juntos mostramos todas las ideas extrañas y vemos si podemos aplicarlas a la tarea. Es más fácil y más divertido buscar maneras de hacer una idea ridícula que trabajar en términos prácticos. Hace poco trabajé con diseñadores de calzado y les di materiales que normalmente no se han utilizado para diseñar y hacer zapatos como alambre, plástico de burbujas y otros materiales inusuales. Les obligué a pensar de otra manera».