La fotografía de Olga de la Iglesia cautiva por su capacidad para captar los colores en cada una de sus tomas. «A través de ellos (los colores), entendemos la realidad interpretando la forma en que la luz cae sobre cada objeto, material, planta o ser», explica la fotógrafa catalana.
A la hora de elegir hacia dónde dirigir su estilo fotográfico, los/as fotógrafos/as tienes varias opciones. Una de ellas es centrarla en una temática; de productos, de arquitectura, de retratos, deportivos… Otra opción sería la de orientar su fotografía según la composición; minimalista, recargada, geométrica… Y por último están las opciones de si fotografiar en color o en blanco y negro.
Recopilando todas estas elecciones por las que debe pasar un/a fotógrafo/a podemos concluir que Olga de la Iglesia es una fotógrafa que basa la temática de sus escenas en los elementos cotidianos del día a día. Crea composiciones minimalistas a partir de ellos en los que el color gana todo el protagonismo, lo que convierte a su fotografía en una obra llena de vida. «Tomar una fotografía es como pintar un cuadro. Se trata de transmitir la cantidad exacta de forma, color y textura», explica Olga.
La artista encuentra inspiración en el mundo de lo cotidiano, en objetos, personas o lugares que forman parte de su día a día. Esto, añadido a su gran uso de los colores, es lo que consigue dar más vida a las imágenes. Sin embargo, el hecho de relacionar su fotografía con lo cotidiano puede hacerle caer en la rutina y perder la esencia de su fotografía. Por ello, Olga de la Iglesia realiza viajes a lugares lejanos como vía de inspiración.
«Observar todas las diferencias entre mi mundo y la diversidad de otras culturas me dio una nueva perspectiva, amplió mi imaginación y modeló mi ser»
Estos viajes a lugares remotos convierten su fotografía de objetos cotidianos en algo exótico y muy llamativo que consigue captar tu atención. Con un enfoque basado en un estilo puro, auténtico y vívido, Olga logra encontrar detalles extraordinarios en las realidades arbitrarias de la vida cotidiana.
«Cosas fuera de su lugar ordinario capturan mi atención. Siempre me encanta encontrar cosas extrañas en espacios públicos y cosas en espacios a los que no pertenecen»
Además de la utilización de los colores como eje central en sus composiciones, la fotografía de Olga de la Iglesia destaca por sus sombras pronunciadas y el alto contraste que se crea al combinar estos dos elementos. A poco que se observe la fotografía de Olga de la Iglesia podemos notar que la técnica nunca es la más precisa. A diferencia de la obra de otros fotógrafos, esto la convierte en una muestra más de que no hace falta la perfección técnica en cada una de las tomas que se realizan. Y, además, una muestra de que no importa los recursos que tengas, sólo hay que saber cómo explotarlos para crear algo que valga la pena.
Actualizado 20/09/2017