De nuevo tenemos que hacernos eco de un CoCos. Se trata de la descalificación de una de las tres piezas finalistas del Concurso de Carteles de Carnaval 2012 convocado por el Ayuntamiento de Irún por entender que este es un «plagio evidente» de otro cartel presentado por el diseñador Modesto García en un concurso similar convocado por el Ayuntamiento de Madrid dos años atrás y por el que obtuvo el segundo premio.
En esta ocasión, a nuestro entender, no hay lugar a medias tintas. Al comparar los dos carteles salta a la vista que estamos ante una copia pura y dura, y no de una reinterpretación de una pieza ya existente.
El mayor sorprendido de toda esta historia ha sido el diseñador plagiado: «Me llamaron del Ayuntamiento de Irún para preguntarme si yo era el autor del cartel en cuestión, ya que al ser trabajos presentados bajo pseudónimos, no podían conocer la autoría de la obra. Yo les dije que no y que estaba sorprendidísimo con lo que me estaba mostrando», indica Modesto García.
«Por lo visto, el cartel era uno de los tres finalistas del concurso, que ahora se mostraban en la web para ser sometidos a votación popular», proseguía. Finalmente, alguien reconoció el cartel y mandó un correo al Ayuntamiento diciendo que esa obra pertenecía a Modesto García. Esa sorpresa se trasladó a su vez al Ayuntamiento de Irún ya que cuando llamaron a Modesto para comprobar si él era el autor, éste les dijo: «no».
La decisión del jurado ha sido descalificar el cartel Mozorroak al entender que es un «plagio evidente», según ha hecho público el Consistorio en un comunicado. Esa decisión se ha tomado siguiendo el artículo 15 de las bases que permite descalificar «en cualquier momento del proceso de selección a aquellos trabajos que constituyen plagio o suponen una imitación, de tal forma que den motivo a decidir que les faltan méritos de originalidad».
¿Qué tipo de acciones tomar en este caso? La decisión es difícil, entre otras cuestiones porque a la hora de emprender acciones legales, lo que se persigue es el beneficio obtenido mediante el plagio; pero si no hay beneficio porque el ‘plagiador’ no ha ganado premio alguno, ¿qué tipo de ‘castigo’ se puede aplicar? Pues básicamente la sonroja pública aplicada a quien copia y manifestar el derecho a pataleta por parte de quien es copiado.
«Yo ahora mismo me encuentro en proceso de valorar qué medidas tomar, pero aún no he decidido nada», nos dice Modesto. Lo que es cierto es que la autora del plagio ya se ha puesto en contacto con el autor original para ‘confesar’ y pedir una y mil disculpas.
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