Carlos Rolando, uno de los más prestigiosos y valorados publicistas dentro y fuera de España ha realizado innumerables marcas, muchas de ellas siguen vigentes después de muchos años.
Carlos Rolando (27 de mayo de 1933 – 3 de febrero de 2016) perteneció a la generación de diseñadores argentinos que como Mario Eskenazi, Ricardo Rousselot o Amercia Sánchez llegó a Barcelona a finales de los años 60. Estuvo a punto de formar parte de Pentagram con Crosby, Forbes, Fletcher y Gill, y tuvo la posibilidad de trabajar con Saul Bass.
Rolando era original de Rosario, Argentina. El hecho de que su padre fuera litográfo marcó su posterior trayectoria. Comienza sus estudios de arquitectura en su Argentina natal en busca de un apoyo teórico a sus aspiraciones como diseñador mientras adquiere una formación en artes plásticas realizando cursos de pintura, fotografía y tipografía. Después de una primera experiencia como director de arte en el mundo editorial y en una agencia de diseño, se traslada a Barcelona en 1967, ciudad en la que trabaja desde entonces.
En los primeros años en Barcelona, Carlos Rolando está vinculado a agencias de publicidad pioneras, como Carvis, en la que diseñó el packaging y los anuncios para Evax-Dodotis. También colaboró en esa época con Lluís Bassat, que se convirtió en un gran amigo, y con Joaquín Lorente, en la celebrada campaña para el hospital San Juan de Dios.
A lo largo de sus cuatro décadas de profesión, Carlos Rolando desarrolló la identidad corporativa de marcas como Pegaso, Fagor o Roca y también para eventos como ARCO o la Expo de Sevilla’92, y administraciones públicas, como la Bolsa de Barcelona o el Ministerio de Administraciones Públicas. Uno de sus trabajos más conocidos ha sido la imagen y comunicación de Camper, de la que fue artífice durante dieciséis años. También trabajó en el sector editorial y en diseño de embalaje para productos de gran consumo.
Carlos Rolando fue, tal vez, uno de los profesionales que mejor ha entendido la importancia de las estrategias empresariales y de marca, colocando el diseño y la comunicación al servicio de éstas, siendo siempre autor de piezas gráficas de una gran calidad visual. En 2005 fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño.
