El fotógrafo alemán Peter Lindbergh repite en el Calendario Pirelli 2017 en un trabajo que apuesta por la naturalidad y se desvincula del desnudo. En esta ocasión, no son modelos las protagonistas, sino grandes actrices de Hollywood de diferente rango de edad, entre las que encontramos a Uma Thurman, la británica Helen Mirren o Penélope Cruz.
Desde hace cinco décadas, la presentación del Calendario Pirelli se ha convertido en un acontecimiento. Nació en 1964 como un símbolo del erotismo, marcado por la presencia de los cánones de belleza occidentales y estereotipos del ‘eros’ o la atracción sexual, una tendencia que ha comenzado a dejar a un lado.
Así, en la edición de 2017 repite por tercera vez Peter Lindbergh –ya estuvo al mando en 1996 y 2002–. Este año, el fotógrafo alemán ha querido seguir la línea elegida en la edición pasada por la estadounidense Annie Leibovitz, evitando los desnudos y apostando por una fotografía más recatada.
Su presentación en el hotel Salomon de Rothschild de la capital francesa contó con el fotógrafo y con las actrices estadounidenses Nicole Kidman y Uma Thurman y la británica Helen Mirren, tres de las 15 modelos de esta edición. 2017 cuenta también en sus páginas con la participación de las estadounidenses Robin Wright, Rooney Mara, Jessica Chastain y Julianne Moore y las británicas Kate Winslet y Charlotte Rampling.
La mexicana-keniata Lupita Nyong’o, la sueca Alicia Vikander, la francesa Léa Seydoux, la rusa Anastasia Ignatova y la china Zhang Ziyi posaron igualmente para la edición número 43 del calendario italiano.
Matizado por la falta de desnudos, una fotografía en blanco negro –como es tradicional en Lindbergh– y modelos sin maquillaje, este año se ha apostado por una imagen más «emocional y real», según el propio Lindbergh. «En una época en que a las mujeres se las representa en los medios como embajadoras de la belleza y la perfección, era importante recordar que existe una belleza diferente, más real y auténtica, no manipulada por la publicidad ni por nada», sostuvo el fotógrafo en París.
A petición de Pirelli, Lindbergh se centró en una fotografía «no sobre cuerpos perfectos», pero sí capaz de «desnudar el alma de las personas, dejándolas así más desnudas que un desnudo».
Para Mirren, ganadora de un Óscar y un Globo de Oro, alejarse de los tradicionales desnudos es «un cambio cultural y una apertura social», que da un «nuevo comienzo» a la fotografía.
«Es increíble que pueda mostrarse a la mujer sin maquillaje porque es ahí donde está su verdadera belleza», dijo, por su parte, Kidman, también laureada con un Óscar.
Las 40 fotos que conforman el calendario se hicieron entre mayo y junio de este año en Berlín, Los Ángeles, Nueva York, Londres y la playa francesa de Le Touquet.