Elaborada por primera vez en 1876, Budweiser es una de las cervezas más conocidas en el mundo. Ya en 2011 revisaron el diseño de su packaging y ahora lo han vuelto a hacer, siendo éste último el decimotercer rediseño a lo largo de sus 140 años de historia. Jones Knowles Ritchie (JKR) repite como agencia encargada del rediseño e Ian Brignell ha llevado a cabo el trabajo tipográfico.
Como la mayoría de las grandes marcas, Budweiser ha decidido despojarse de los adornos superfluos y quedarse con una marca más sencilla para mostrar su producto como uno de alta gama.
En este caso, el equipo de Jones Knowles Ritchie ha sustituido a la icónica ‘pajarita’ por una tipografía en azul marino, elegante, con evocaciones clásicas –inspirada en el lettering industrial de la marca en 1860– y con formas y curvas mucho más nítidas que las de la marca anterior. Esta tipografía, llamada Bud Bold, ha sido creada expresamente por Ian Brignell para la marca, al igual que la tipografía slab serif –que imita la tipografía corporativa de Budweiser en los años 60–, bautizada como Bud Crafted y que completa el trabajo tipográfico del packaging.
Según Budweiser, el rediseño que realizaron en 2011 tuvo buena acogida, pero detectaron que la marca debía simplificarse mucho más para alcanzar sus objetivos de comunicación, ligados a su eslogan King of Beers y a connotaciones de grandeza.
En el nuevo rediseño le han dado prioridad al espacio en blanco, han extendido el logotipo de manera que casi rodean la lata –opción que resulta extraña en este tipo de productos ya que suele prevalecer la legibilidad de la marca– y han optado por un plateado que destaca sutilmente, aportando una comedida ostentosidad propia de un producto ‘para reyes’.
Como contraste, en la parte superior han situado un diseño más complejo. Un conjunto de líneas y figuras geométricas, combinadas con dibujos de los ingredientes y el texto de su credo, para formar una composición que recordaría a un membrete, sello o incluso medallón o escudo de la realeza.
Con este nuevo diseño, la marca pretende remarcar no solo el trabajo de precisión que se realiza en el proceso de la elaboración de la cerveza, sino traducir visualmente el legado de 140 años de su historia. La nueva imagen resume y combina los elementos más memorables de Budweiser (como su famoso credo), adquiriendo un aspecto más contemporáneo sin perder la reminiscencias de su pasado y su connotaciones de producto artesanal y gourmet.
Actualizado 18/05/2021