Bibendum fue creado en 1898 por la imaginación de los hermanos Michelin y el pincel del gran artista de carteles Marius Rossillon conocido por O’Galop. Rápidamente se convirtió en un gran éxito. En su imagen original, Bibendum lucía siempre un puro y unos quevedos, pero con el tiempo, esta figura ha ido adaptándose a la nueva coyuntura social y los nuevos cánones estéticos, estilizando su silueta y abandonando su carácter de vividor/juerguista.
Durante la Exposición Universal y Colonial de Lyon en 1894, los hermanos Edouard y André Michelin observaron que una pila de neumáticos expuesta asemejaba la figura de un hombre sin brazos. Cuatro años más tarde, André conoció al dibujante francés Marius Rossillon, popularmente conocido como O’Galop, quien le mostró una imagen que había creado para una cervecería de Munich en la que se veía a una gran figura sosteniendo una enorme jarra de cerveza y citando la frase de Horacio: «Nunc est Bibendum». Esta imagen diseñada por O’Galop para la cervecería finalmente fue rechazada y de inmediato a André se le ocurrió reemplazar el hombre por una figura hecha de neumáticos. Así fue cómo nació Bibendum, el símbolo de Michelin. Una de las figuras comerciales más reconocidas del mundo publicitario moderno, cuya representación se extiende a más de 150 países.
Fue O’Galop quien realizó el primer cartel para la marca –a nuestros ojos, terrorífico; políticamente incorrecto y con un look cercano al de una momia entrada en carnes–.
Este primigenio Bibendum, copa en mano, lanzaba un brindis en el que decía «À votre santé. Le pneu Michelin boit l’obstacle» (A vuestra salud. Los neumáticos Michelin se beben los obstáculos).
Durante 15 años, la marca utilizó este formato de póster en el que mostraba sobre la mesa las últimas novedades en neumáticos. En sus inicios, Michelin hizo trabajar a muchos dibujantes: Albert Philibert, Fabien Fabiano, René Vincent Rageot, O’Galop… quienes interpretaron, cada uno a su manera la figura de este personaje que desborda humor y vitalidad. Tanta variedad y riqueza en las interpretaciones, permitieron que Bibendum sobrepasara el estatus de simple icono de empresa, y se convirtiera en un símbolo del mundo moderno, incluso una inspiración para los artistas de su época.
La capacidad promocional de los hermanos Michelin fue legendaria a principios del siglo XX. En 1900 decidieron publicar la primera Guía Michelin, con el objeto de «proporcionar todas las informaciones útiles al conductor que viaja por Francia, para abastecer o reparar su automóvil, para alojarse y comer». Bibendum aparece desde 1901 en la contraportada de la Guía, y no la ha dejado nunca.
Al igual que Mortadelo en el universo cómic, Bibendum es uno de los personajes que más se ha disfrazado dentro del mundo del branding. Para hacer su presentación en Inglaterra en 1904, fue vestido con una armadura, con lanza y escudo; ofreciendo un porte más serio y solemne. Mientras que en Italia hombre de Michelin se transforma en una especie de diplomático con chaqué idolatrado por las mujeres. Bibendum carece de pudor y aparece en las situaciones más estrafalarias: como emperador romano, como Luis XIV… siempre al servicio de la marca.
En esta evolución gráfica, en 1907 Michelin se implantó en New Jersey (Estados Unidos). A partir de 1916, las campañas publicitarias de Michelin en la prensa americana adquirieron un estilo nuevo, muy distinto del imperante en Europa. Durante más de diez años, Arthur Norman Edrop, dibujante y periodista, diseñó al personaje en las más prestigiosas publicaciones.
Para poder seducir al mercado inglés, cuyo parque automovilístico era, desde 1907, el más denso de Europa, Michelin hizo construir una nueva sede para la Michelin Tyre Company. Con la Michelin House en Londres o Palacio de Bibendum, Michelin se mostró como un gran precursor, que no dudó en utilizar la decoración monumental como medio de comunicación. El edificio, inaugurado en enero de 1911, impresiona por sus formas que ‘ensalzan’ al neumático Michelin y a Bibendum.
Desde de finales de los años 20, Michelin acudía cada vez menos a artistas independientes. Por ese motivo, la iconografía de Bibendum se uniformó, dando paso a composiciones publicitarias con fotomontajes, en las que el neumático y el vehículo pasaron a un primer plano. Y fue entonces cuando Bibendum también se introdujo en el mundo cinematográfico mediante dibujos animados y otras películas.
Los años 80 inauguraron un poderoso retorno de Bibendum a la publicidad. Su centenario en 1998 fue la ocasión perfecta para darle un nuevo look, más esbelto y más dinámico. El emblema dibujado por O’Galop inauguró el fenómeno de las mascotas en el branding. Tarjetas de Navidad, un concurso de arte, Bibendum sigue inspirando a los diseñadores e ilustradores del siglo XXI.
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