La autoedición de libros, lejos de ser una quimera, es en estos momentos una posibilidad más que factible y al alcance de pequeños bolsillos. Hoy Dani Matoses nos habla de las diferentes alternativas que tenemos para autoeditar y autoproducir tus propias obras.
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Dicen que antes de morir hay que plantar un árbol, tener un hijo y, lo más importante, escribir o tener tu libro editado. A los que estamos en el mundo de la imprenta siempre nos ha picado este tercer proyecto vital, porque ¿quién no ha querido tener su propio libro?
Hace unos años o eras de los elegidos por las editoriales o ya podías ir buscando un padrino que pusiera el dinero por delante. La edición de un libro no estaba al alcance de todos. Y ahí es, de esa carencia, cuando llegó la autoedición. ¡Bendita autoedición! ¿Sabes lo que es, verdad? El yo me lo guiso, yo me lo como de toda la vida. Es conseguir editar un libro sin necesidad de tener que hacer tiradas grandes. Distribuirlo tú a mano, en librerías u otros espacios de venta, llevárselo a colegas que puedan venderlos en sus tiendas o buscar de nuevo los canales tradicionales. Antes era el futuro, hoy es el presente, son las tiradas cortas. Ideal para ilustradores, diseñadores, comiqueros, todo tipo de artistas, colectivos y empresas que tengan el virus del editor dentro.
Menos mal que hoy en día hay muchas alternativas para autoeditar un libro pero… ¿y antes? ¿Existía? Existir existía, pero podemos decir que era más artesanal. Un fanzine es autoedición, aunque sea a base de fotocopias y grapas. De manera muy rudimentaria pero es autoedición. Ha existido siempre. Casi todas las imprentas con más de 100 años fueron editoriales en algún momento.-
Ahora las alternativas son más amplias: tanto para la autoedición como para la autoprodución. Que no es lo mismo. En la primera hay formatos estándar, informatizados, que te permiten publicar dentro de un esquema o plantilla. Por ejemplo, en Bubok puedes subir tus archivos en diferentes formatos: pdf, ppt, epub o mobi, e incluso te ofrecen la posibilidad de maquetarlos medio bien. Otras conocidas son Xlibris, Selfpublishing. Mención especial para Blurb, donde puedes encontrar servicios digitales añadidos como en las otras, pero aquí en el libro en papel, la calidad sí que es 100% segura. Eso sí, de sus estándares, formatos, papeles, no puedes salir. No pidas más.
Otras opciones son Lulu, que te ofrece la posibilidad, con tan solo subir un PDF, de vender tu libro impreso a quien quieras desde una unidad a un precio muy competitivo. Esto significa que si por ejemplo, quieres ver tu libro impreso puedes hacer una autocompra. Incluso puedes elegir el tipo de encuadernación y acabados. Te lo envían a casa por correo y la calidad no está nada mal. También Issuu se ha sumado al carro de la impresión bajo demanda ofreciendo a los usuarios de su quiosco digital la opción de imprimir en papel sus revistas, libros o documentos.
En cambio con la autoproducción tú intervienes en el proceso, tanto de publicación, como de encuadernación, como de selección del papel, las tintas… Es lo que recomendamos nosotros. Que un impresor pueda aconsejarte y hacer realidad una idea que llevas en la cabeza, incluso hacer una maqueta, si no la tienes hecha ya. Es otro concepto, pero a veces, el proyecto lo requiere.
Últimamente hemos colaborado en proyectos de autoproducción muy interesantes, como el de Malota, Apa Apa cómics o Houses from el Cabanyal, además de divertirnos con el tema, aprendemos un montón de las inquietudes de cada editor y esto enriquece muchísimo.
Así que, grábatelo a fuego en la cabeza: hay otra forma de publicar o editar libros, y lo mejor es que es barata. Ya te puedes morir tranquilo.
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