Hace ya unos meses os hablábamos de Astigmatismo, un proyecto de animación en stop-motion ideado por Nicolai Troshinsky cuya intención era sacar adelante fuera de los circuitos comerciales y mediante el micromecenazgo. Después de tres años entre preproducción, rodaje y postproducción, ahora este corto de 4 minutos de duración, onírico y bello, ya es una realidad.
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POCO CONVENCIONAL
El corto ha sido creado siguiendo un proceso creativo bastante poco convencional; con la complejidad que conlleva para el proceso de producción. Para conseguir la sensación de estar perdido, Troshinsky decidió que todos los miembros del equipo, incluido él mismo, debían dejar que esta sensación condujera la creación de la película. Los diseños de personajes, decorados, música e incluso el sonido fueron creados antes de que hubiera un guión.
Nadie sabía qué es lo que ocurriría en el corto, nadie, excepto el director, sabía quienes eran los otros miembros del equipo ni cómo su trabajo iba a ser integrado con el trabajo de los demás. La creación de una pista de efectos de sonido sin ninguna referencia visual fue sin duda la parte más inusual. Nicolai Troshinsky tuvo que ensamblar todas esas piezas inconexas en una película, creando cada escena por libre asociación entre los sonidos, los personajes, los decorados y la música.
Astigmatismo es la historia de un chaval que, tras perder sus gafas, no consigue ver más de una cosa enfocada al mismo tiempo. Su vista se ve atraída por los sonidos que le rodean. Y no le queda más remedio que recorrer un mundo desenfocado de lugares desconocidos poblados por extraños personajes. En realidad, el trasfondo de esta historia tejida mediante sueños de su director Nicolai Troshinsky viene a ser una metáfora del sentimiento de estar perdido. Un cuento visual que nos sorprende e hipnotiza, guiándonos en un corto pero intenso viaje.
«Se trata de un cortometraje rítmico en stop motion que utiliza un efecto de desenfoque extremo. El enfoque se desplaza en sincronización con los sonidos y la música», nos explicaba Nicolai Troshinsky hace unos meses.
El corto es deliberadamente acelerado y recargado para que sea interesante de ver varias veces, permitiendo al espectador descubrir cosas nuevas en cada visionado. Dado que el efecto de desenfoque es la clave del proyecto, el corto se ha realizado de manera tradicional, utilizando una lente. Un hecho que, sin duda, le da ese toque inusual, bello y auténtico.
Meterse en un proyecto de este calado tiene un gran mérito no sólo por la parte económica –Nicolai ha puesto de su bolsillo buena parte de la financiación con las dificultades que conlleva–, también por lo complejo que es coordinar al equipo. Aparte de Troshinsky que se ha hecho cargo del guión y la dirección, en este minifilm también han participado Cecilia Ramieri en el diseño de decorados y Gina Thorstensen en el diseño de personajes, consiguiendo un toque delicado y onírico. La música original es de Shogun Kunitoki y en el diseño de sonido está Pierre Sauze.
Aunque el proyecto toma prestado el modelo de financiación de iniciativas de crowdfunding como Kickstarter, se ve principalmente inspirado por el modelo de Alpha Funding originado recientemente en el ámbito de los videojuegos independientes. Este concepto, que consiste en ofrecer una versión temprana del juego a precio más bajo con el fin de sostener el desarrollo del mismo, se ve aplicado a un proyecto de animación, ofreciendo una versión temprana del cortometraje (una animática) e involucrando al público en su desarrollo con el fin de apoyar una producción que ya está en marcha.
Astigmatismo ya está disponible online. Si te gusta el corto, considera apoyar el trabajo de Nicolai Troshinsky comprando una copia descargable –¡sólo 3 euros!–. También hay opción de adquirir una edición física o una pieza de arte original. Y si no tienes dinero, siempre puedes apoyarle ayudándole a difundir el cortometraje.
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+info: astigmatismo-shortfilm.com