Con cámara en mano desde los 12 años, Alexander Petrosyan es uno de los mejores fotógrafos contemporáneos de Rusia. Se ha pasado décadas capturando las calles de San Petersburgo, donde ha vivido desde pequeño, porque cree que para intentar comprender mejor el mundo que lo rodea, primero tiene que verlo a través de su cámara.
Alexander Petrosyan nació en Leópolis (Ucrania) en 1965, pero ahora vive y trabaja en San Petersburgo desde hace más de 40 años. Con doce años ya obtuvo su primera cámara como regalo de cumpleaños, y desde entonces, su pasión por la fotografía le ha llevado a ser uno de los mejores fotógrafos de las calles de su ciudad. Tras renunciar y volver a la fotografía en varias ocasiones, en el año 2003 comenzó a trabajar para la revista My District y se convirtió en uno de los fotógrafos profesionales más importantes de Rusia.
Aunque su principal escenario es San Petersburgo, Petrosyan asegura que tiene la suerte de poder viajar y capturar cosas totalmente diferentes a los ambientes de Rusia.
«Tengo dos temas: la ciudad y el pueblo. San Petersburgo es mi escenario favorito. Pero también tengo suerte de poder viajar mucho con mi trabajo. Y para respirar en otras realidades, muy diferentes de Rusia».
San Petersburgo es quizá una de las ciudades más bonitas y llamativas del mundo. Existen numerosos palacios, canales, puentes o iglesias que fotografiar y conseguir un magnífico trabajo. Sin embargo, el fotógrafo no se queda solo en lo bonito y espectacular de sus calles, sino que trata de buscar el lado más grotesco y oscuro de la ciudad, aquello que resulta invisible para los turistas. Dice que lo más difícil es no repetirse, y que trata de alejarse de sus tradiciones para actualizar su pensamiento de vez en cuando y buscar así el cambio constantemente.
Actualmente trabaja como fotógrafo para Kommersant, un diario ruso con una línea editorial orientada a la política y la economía en el que continua demostrando que hay algo extraordinario en los aspectos más ordinarios de la vida en Rusia. Ahora que su vida es la cámara, afirma que intenta no salir nunca sin ella y sin una batería de reserva para disparar cada detalle que le llame la atención.
Su trabajo ha sido presentado en numerosas publicaciones como Newsweek, National Geographic, GEO, Russian Reporter o Business Petersburg, entre muchos otros. Además, Petrosyan ha ganado numerosos premios por alrededor del mundo. En 2003 ganó la Medalla de Honor en la categoría «fotoperiodismo» por la 25 competencia mundial «Sociedad de Nuevo Diseño» en Siracusa, Nueva York. Dos años consecutivos (2006 y 2007) obtuvo el premio al mejor fotógrafo del año en los premios de San Petersburgo y en 2008 fue el ganador del segundo concurso de toda Rusia «Mi ciudad, una mirada a través de la lente», entre muchos otros.