Abdón Alcañiz, director de arte de «La casa de papel», nos da las claves del éxito de la serie

Conversamos con Abdón Alcañiz, director de arte con experiencia en producciones nacionales e internacionales tan conocidas como La Casa de Papel o El embarcadero. Foto: Laura Couto Abdón Alcañiz es licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Dirección de Arte en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Ha sido diseñador de producción y director de arte de largometrajes y cortometrajes, y se consagró en el mundo audiovisual con el lanzamiento de la primera temporada de La casa de papel. También ha trabajado en grandes proyectos publicitarios como “Adidas Messi” producido por Radical Media o “Activia con Shakira”, entre otros. Durante su carrera también ha trabajado como escenógrafo en producciones teatrales como Goodbye Barcelona producido por Teatre del Raval y Boig per tu de Silencio Rodamos. Recientemente ha trabajado como director de arte para El Embarcadero, la serie producida por Vancouver Media para Movistar +, y lo encontramos trabajando en la quinta temporada de La casa de papel. Se autodefine como un apasionado de la docencia, faceta que desde hace unos años desarrolla en diferentes escuelas de diseño y moda. el camino para convertirse en director de arte Estando en el instituto descubrí lo que era un storyboard, y fue para mí como ver un cómic antes de la película y me sorprendió mucho la planificación que había detrás de una sencilla película. A partir de ahí, descubrí que eso era lo que me gustaba y una profesora comenzó a aconsejarme y a guiarme. Terminé haciendo un ciclo superior de imagen con José Luis Abad, un fotógrafo de moda que ya falleció. Con esto, me metí de lleno en el mundo de la fotografía, la moda, el editorial… Aprendí a preparar muy bien el fondo para una fotografía. Más tarde, decido hacer la licenciatura de audiovisual y allí puse nombre al oficio al que siempre había querido dedicarme gracias a una asignatura optativa: dirección de arte. Por casualidades de la vida, mi amigo Nacho Ruipérez, director hoy en día, me preguntó si quería ayudarle en un cortometraje que quería realizar. Y ahí comienzo a trabajar en lo que sería mi primer trabajo en el mundo audiovisual. Dibujos previos para La casa de papel Estando en el instituto descubrí lo que era un storyboard, y fue para mí como ver un cómic antes de la película y me sorprendió mucho la planificación que había detrás de una sencilla película.Abdón Alcañiz En la universidad participo en La Victoria de Úrsula, y ese reportaje fue para mi como un gran boom, una explosión en la mente de decir: yo quiero dedicarme a esto. Y entonces comencé a buscar dónde podría terminar de formarme mucho mejor o terminar de adquirir más conocimientos y decidí completar mis estudios en la Escuela de Cine Superior de Catalunya, donde está la especialidad de dirección de arte. Con el tiempo me he dado cuenta de que tampoco hay muchas escuelas de dirección de arte… Sí que lo tienen más fácil los guionistas, los de oficios técnicos como montadores o fotógrafos, o los directores… Que pueden irse a la New York Film Academy o a la escuela de San Antonio en Cuba, que son centros de reconocido prestigio. Pero estudiar dirección de arte no es tan sencillo. Ahora, me siento orgulloso de decir que, en menos de un año, la escuela Barreira de Valencia va a sacar también la especialidad de dirección de arte y, de hecho, yo voy a ser el director de esta nueva titulación que va a ofrecer la escuela. Al final, querer formar parte de todo, la iniciativa de querer estar siempre ahí y el conocimiento y la experiencia que vas adquiriendo con el tiempo son las claves que te ayudan a ser un buen director de arte. Yo recuerdo que hasta hace 3 o 4 años a mi me seguía dando respeto decir: yo soy director de arte. No no, yo estoy aprendiendo para ser director de arte. el criterio como esencia de la profesión Lo primero para ser un buen director de arte es tener un buen criterio. Mucha gente piensa que hay que tener buen gusto, pero en realidad la clave es tener buen criterio artístico. Mucha gente también cree que por ser director de arte a mí me tendría que gustar el interiorismo, y efectivamente me gusta decorar, me gustar estar al día de lo que sucede en el mundo de la moda, de las tendencias, del color (que es muy importante para mí porque es una de mis principales herramientas), pero sobre todo clave es tener esa capacidad de querer adquirir. Esa curiosidad, ese interés... Al final nosotros tenemos que contar historias, y yo tengo que representarlas y tengo que conocerlas bien. Imagínate, si estoy representando el Hong-Kong de los años 70 tengo que saber cuáles eran sus texturas, sus colores… Es un proceso de documentación en el que te tienes que sumergir en ese mundo para poderlo representar. Y es el deseo de transmitir algo con lo que tú estás plasmando y la atmósfera que estás creando. Foto: Laura Couto Soy de esas personas que pasan delante de un contenedor y ven una silla o un elemento y me gusta y me lo guardo porque de algo me puede servir, esta actitud de búsqueda constante me ha ayudado mucho a exprimir mi creatividad.Abdón Alcañiz empaparse de cultura visual La cultura visual es esa ambición sana que sientes cuando, por ejemplo, te vas con tu pareja a un museo de Berlín y hasta una columna de mármol equis también te cala, te fijas en ella y te aporta; y el día de mañana podrás aplicar eso en algún proyecto. Siempre que empiezo un proyecto intento marcar en la línea del tiempo en qué estilo artístico podría moverme. Por ejemplo, en La casa de papel me fui hacia el neoexpresionismo, y esto te ayuda también a invadirte, a ubicarte y a preguntarte qué significa para ti esto o lo otro. Piensas primero en los colores. En el caso de La casa de papel surgió el rojo porque estaba relacionado con algo dictatorial, una imposición, algo agresivo… Y el rojo es agresivo y pasional. A partir de ahí dices: ¿dónde puedo encontrar esto en España? Y piensas en la cultura franquista, en la arquitectura del Valle de los Caídos, en la biblioteca del Ateneo de Madrid… Y estudias sobre todo esto como una esponja que lo vas absorbiendo y lo vas plasmando en el proyecto. Recreación de la biblioteca del Ateneo de Madrid La biblioteca como banco Foto: Tamara Arranz Los icónicos monos rojos y las máscaras dalinianas creados por Abdón formarse todos los días En esta profesión es preciso estar en continuo proceso de formación e investigación. Es curioso, porque en el instituto yo estudiaba la Guerra Civil española y no me calaba tanto como cuando investigo ahora esta guerra para ambientar una escenografía para un musical que viene de Londres y que estoy haciendo para el Teatro Raval. He descubierto que son los brigadistas internacionales, que es una cosa que a lo mejor en la formación básica impartida en el instituto jamás la habría conocido. Este es solo un ejemplo de toda la formación que debemos adquirir en cada proyecto para representarla de la manera más fiel a la realidad posible. cine vs teatro He tenido la suerte de hacer un par de escenografías para teatro, y también he tenido la suerte de trabajar en una compañía de teatro que se llama Maduixa Teatre. Y puedo decir que hay una diferencia abismal entre el cine y el teatro. El teatro para mi es un concepto que tienes que marcar y exagerar o engrandecer mucho más ese espacio porque la cuarta pared es el público, y está vivo y presente. Y para mí, la diferencia con el cine es el pequeño detalle. El pequeño detalle en el cine es el que te hace grande. En el teatro, el pequeño detalle es más difícil que el espectador lo vea. Por ello, tienes que marcar o exagerar mucho más las cosas o realizar mucho más los colores, aunque haya monocromatismo. Pero en cine, cuando trabajé en Un monstruo viene a verme de ayudante de la decoradora a mi ella me decía: “Abdón, acuérdate de rellenar los cajones de esos muebles”. Esos cajones la actriz nunca los iba a abrir, pero yo los vestía como si los fuese a abrir todos. Les ponía documentación, ropa interior o las típicas cosas que pudiera haber en un cajón… Esos pequeños detalles son los que te hacen grande, y hacen que el espectador crea que eso es real. Y también le das herramientas al actor, que tiene que defender tu trabajo muy bien… Tú ves las escenas de El apartamento de Billy Wilder, y ves cómo se abren todos los cajones en la cocina y dices: “¡Claro, ese actor tiene que defender que esa casa es suya!". Y están engrandeciendo tu trabajo igual que tú estás engrandeciendo el suyo. el equipo de arte En la primera temporada de La casa de papel éramos trece personas en el equipo de arte, y ahora somos cuarenta… ¿Quién forma parte de este equipo? Pues cuando las cosas crecen van cambiando… En un primer momento tú tienes un ayudante que es como tu bastón de apoyo. En el caso de la La casa de papel yo tenía un ayudante al principio, pero ahora tengo tres, y estos son mis tres bastones principales. Fotograma de El embarcadero También podría haber un ayudante o decorador que te ayuda en el criterio estético, porque tu tienes que estar a muchas más cosas. El director de arte también está localizando, visitando espacios, pendiente de los directores… También existen personas que trabajan como coordinadores de arte y ayudan a gestionar movimientos, equipo, presupuesto… Además, está el equipo de regiduría, que en este caso tengo a cinco personas que están velando todo el día para que todo funcione de la forma correcta. Los regidores se dedican a buscar vehículos, mobiliario o incluso para ir a comprar tornillos que están ahí para el decorado. Quién forma ese equipo y el tiempo de preproducción viene un poco marcado por las necesidades de ese proyecto y cómo se ha programado esa producción, a veces estas cosas vienen un poco apretadas en tiempos y económicamente.Abdón Alcañiz También es verdad que la diferencia entre una serie y el cine es que en una serie van viniendo guiones, sin embargo, en una película ya tienes el guion en la mano desde el primer día y te da tiempo a prepararlo todo desde el principio. Y por ello necesitas muchas más personas trabajando en la dirección creativa. Por otro lado, tenemos a los atrecistas, que es una palabra italiana que hace referencia a las personas que manipulan los objetos y que están más pendientes de que estén disponibles y bien colocados todos los elementos del escenario. Y dentro de estos tienes a los atrecistas de avance, que son las personas que están más pendientes de la preparación de los espacios y de ayudarte a vestir los espacios por delante y por detrás de un rodaje. Además, está el equipo de carpintería, pintura, herreros, empresas de construcción que trabajan en paralelo para crear espacios más grandes, escultores e incluso un compañero que me acompaña en todos mis proyectos que se dedica a pintar cuadros. La creatividad y tú mismo eres quien te pone los limites, y dependiendo del proyecto el equipo lo forma un número de gente determinado. Boceto y resultado final de la casa de Verónica en El embarcadero plazos de trabajo Los plazos de trabajo varían en función del proyecto. Por ejemplo, una preproducción de una película en la que el guion está controlado suele ser dos meses o dos meses y medio. Pero en La casa de papel, por ejemplo, empezamos con la quinta temporada en enero de 2020 y aún seguimos de rodaje de una sola temporada. Dependiendo del día puedes llegar a permitirte cosas… el otro día hicimos solamente tres planos en un día… pero ya verás qué tres planos cuando salgan. Ya desde el principio La casa de papel fue un proyecto importante para nosotros. Existen muchas producciones que tienen elementos icónicos que han pasado a la historia, y parece que ya esté todo inventado. Pero aún así, en el período de preproducción de La casa de papel supimos darle una personalidad propia al proyecto. Se pueden crear nuevos símbolos como la máscara. Ese elemento en concreto fue evolucionando, y fue producto de una lluvia de ideas entre los miembros del equipo; partimos de El grito de Munch, pasamos por el Quijote y llegamos hasta el bigote de Dalí. Y logramos crear un símbolo fácilmente reconocible, esa especie de caricatura de un personaje que es ampliamente conocido. A eso se añaden otros símbolos como el protagonismo del color rojo y toda una paleta de color que acompaña en un segundo plano. https://www.youtube.com/watch?vTo_kVMMu-Ls Foto: Tamara Arranz Foto: Tamara Arranz el “renacer” de la calidad visual española Hacer esto y que esté sucediendo en España es muy gratificante, es como volver al pasado, donde hacer un cine de calidad requería mucho tiempo. Y al final ahí está y es un producto de gran calidad visual, porque se han invertido horas y recursos. Yo me siento afortunado de estar viviendo esta nueva época. Creo que ahora mismo se está configurando una buena industria del cine en nuestro país. Grandes empresas extranjeras están apostando por trabajar en España, y encontrar a algún compañero cuesta porque todo el mundo está trabajando. Ahora mismo está habiendo mucho proyecto, tu entras ahora en la plataforma de Netflix y hay mucho proyecto hecho en España y en Europa. inspirarse en los mejores Existen directores que marcan un imaginario espectacular, y para mí son gente muy potente. Wes Anderson como director y como creativo loco o Tim Burton son una gran fuente de inspiración. También sería increíble ver cómo trabaja un Tarantino, para ver cómo mete caña a sus historias. Yo tuve la suerte de trabajar con Eugenio Caballero, director de arte mexicano, en Un monstruo viene a verme y fue una experiencia realmente increíble. Otro gran ejemplo de inspiración es el de Pilar Revuelta, que para mi es una maestra y su manera de trabajar sorprende hasta el último detalle. Pilar Revuelta y Eugenio Caballero ganaron el óscar a la mejor dirección de arte por El laberinto del fauno en 2007. la importancia de un buen director Trabajar con directores que ya tienen criterio artístico es más complicado porque te tienes que ceñir a algo que ellos ya tienen en su cabeza. Pero también puede ser un mayor reto. Imagínate, por ejemplo, trabajar con Almodóvar. Es un director que no se conforma con cualquier cosa y es una persona que tiene un gran criterio artístico. Es gente que te puede estar pidiendo un jarrón de cristal, de los años 50, de Murano… Y te sorprende cómo cuida hasta el detalle más pequeño. Por otra parte, también te lo pone fácil porque ya sabes lo que hay, pero supone un mayor reto ya que te va a exigir mucho más que una persona que te deja más libertad. La persona que te especifica tanto, que tiene las ideas tan claras, puede convertirse en un arma de doble filo porque puedes encontrarte con la sorpresa de que no le guste tu trabajo. Pero para eso también está todo el trabajo de preproducción y la responsabilidad y profesionalidad. Por eso es importante presentar unos buenos diseños conceptuales, unos buenos 3D y unas buenas herramientas que dan pie a que cuando entre el director en un set no se lleve una sorpresa ingrata, sino que le guste lo que has hecho porque lo has plasmado todo muy claramente. futuros proyectos Ahora estoy sumergido en la quinta temporada de La casa de papel. También estoy en la supervisión y en la etapa final de Sky Rojo, que es una nueva serie que saldrá en Netflix, que es la misma empresa que es Vancouver Media, con lo cual me he podido permitir estar un poco en los dos sitios. Para el año que viene tengo la suerte de tener llamadas importantes de empresas como HBO para irme fuera y hacer cosas en América, tengo incluso ofertas en España y en Valencia que me van completando una agenda casi hasta 2022, que es una auténtica pasada. Incluso me están apareciendo cosas muy chulas en el mundo de la docencia, como lo de Barreira o por ejemplo trabajo también con la editorial Condé Nast, que editan la revista AD Architectural Digest, también soy profesor para futuros profesionales del interiorismo. En definitiva, la docencia es una faceta que está también apareciéndome en este mundo porque al final buscan a profesionales en activo y con gran bagaje. Me encanta esa faceta, me viene de mi familia porque mi madre ha sido profesora. Y lo disfruto, lo vivo, actualizo mi temario…

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