En ocasiones se considera que los procesos de acabados son procesos secundarios y aislados del proceso creativo de un proyecto. Se suele pensar en ellos en las fases finales del trabajo cuando se debería valorar su uso dentro de la misma planificación de éste. Por eso es conveniente saber de qué tipos de barnices disponemos y ver cómo encajarían en nuestro proyecto.
Existen muchos acabados dependiendo de aspecto final que quieras para tu proyecto: troquelados, encuadernados, glasofonados o peliculado, plegado, estampación en caliente, impresión serigráfica… Pero hoy nos gustaría hablar sobre el barnizado, sobre las clases y características para que a la hora de planificar un proyecto puedas elegir el mejor barniz para tu pieza.
El barniz es un acabado especial tanto a la vista como al tacto. Se trata de la aplicación de una capa fina de un barniz transparente, que puede ser mate o brillo, sobre una pieza impresa.
Hay diferentes tipos de barniz dependiendo de si se quiere realzar alguna parte de la pieza o si se quiere proteger la pieza de ralladuras y roces. Se suelen clasificar en: barnices base solvente, barnices base agua, barnices base aceite, barnices UV, barnices UV con pigmentos metálicos, barnices olorosos y barnices braille.
Los barnices base solvente están compuestos por una mezcla de plastificantes en base disolvente y diferentes resinas duras. Este tipo de barnices se aplican sobre impresos secos mediante máquinas barnizadoras y necesitan secarse con calor.
Los barnices base agua o laca acrílica se aplican con offset y con máquinas barnizadoras sobre impresos secos y húmedos. Estos barnices también se conocen como barnices IR (infrarrojo) ya que su secado es a través de la técnica de infrarrojos. Es un secado rápido y no desprende olor, ya que su secado es por evaporación de agua. Puede ser utilizado en múltiples soportes y lo podríamos considerar el más ecológico de los barnices. Suele emplearse en packaging de alimentación. Por otro lado, no es aconsejable utilizarlo con reserva ya que su base es agua.
Los barnices base aceite contienen aceites naturales y resinas. Es el barniz conocido como ‘barniz de máquina’ porque es en la impresión offset donde se utiliza como si de una tinta más se tratara. Por esto, es de los barnices más económicos y puede aplicarse tanto en tinta seca como húmeda. Este es el tipo de barniz que se emplea para proteger la pieza. Dan un buen brillo pero suelen amarillearse con el tiempo. El barniz base aceite se seca por oxipolimerización como las tintas grasas, es decir con oxígeno.
El barniz UV, también conocido como UVI, es de los más utilizados aunque también de los más caros. Su composición es a base de resinas disueltas en alcohol por lo que su secado es rápido mediante lámparas de luz ultravioleta.
Su aplicación, en toda la superficie o con reserva, es sobre la tinta seca. Se puede emplear cualquier tipo de papel, siendo los papeles estucados en los que se consiguen mejores resultados.
Este tipo de barniz se utiliza para resaltar alguna zona de la pieza impresa ya que presenta un brillo único. Entre sus mejores características destaca que repele el agua ligeramente, que tiene un buen deslizamiento y que es resistente a la abrasión y al rozamiento. Además, en serigrafía se consiguen resultados excelentes con capas más espesas y con mejor brillo. Este barniz también tiene sus inconvenientes; hay que mencionar que no ofrecen protección y pueden ser incompatibles con algunas tintas de offset convencional.
El barniz UV con pigmentos metálicos es el barniz que contiene pigmentos metálicos para darle a la pieza un efecto similar al de la purpurina. Crean un efecto de iridiscencia muy elegante.
El barniz oloroso es el barniz que desprende olor al frotar y romper unas microcápsulas que contiene. Normalmente se utiliza en publicidad para muestras de perfume.
El barniz Braile es con el que se imprimen los símbolos para ciegos y algunos efectos especiales, realmente es un barniz UV pero con una capa más gruesa para proporcionar ese espesor necesario.
Actualizado 08/06/2015