Probablemente si te gusta la fotografía ya conocerás la rama de la macrofotografía, pero es posible que hayas intentado practicarla y no se ha llegado a parecer a las imágenes que ves en internet. Para ello, aquí os dejamos 10 consejos sobre fotografía macro que te ayudarán a comenzar en esta técnica.
1. Objetivos
A la hora de elegir un objetivo para tu cámara y comenzar en este tipo de fotografía existen varias opciones, aunque hay dos factores que son decisivos a la hora de elegirlo. El principal parámetro que ha de cumplir un objetivo para fotografía macro es una gran amplitud del diafragma, ya que, esto te permitirá enfocar objetos de menor tamaño a una distancia menor.
Sin embargo, existe otro parámetro muy importante, si la fotografía macro en la que te vas a centrar, cuenta con elementos en movimiento como suelen ser los insectos. Esto hace que necesitemos un objetivo de una distancia focal mayor, entre 90-105 mm, para no espantar al protagonista de la escena.
Otras opciones más económicas –aunque posiblemente de una calidad menor– es adquirir tubos de extensión para uno de los objetivos que ya poseas.
2. Flash
Como veremos más adelante, el enfoque en este tipo de fotografía puede volverse realmente complicado; en algunas ocasiones por la zona de enfoque. Pero muchas veces suele ser consecuencia de trabajar con lentes de distancias focales muy altas y utilizar velocidades muy rápidas para capturar bien la toma, y esto provoca que las imágenes estén faltas de luz. Para ello, es recomendable utilizar una luz complementaria –flash– que te ayude a tener tu escena bien iluminada.
3. Difusor
Si bien es importante contar con una escena bien iluminada, el uso del flash –tanto en este tipo de fotografía como en cualquier otro– suele ser difícil de controlar. La luz del flash suele ser muy dura y esto afecta a las sombras, a los reflejos e, incluso, a los colores de la composición.
Por ello, es recomendable utilizar un difusor, ya que hace que el tamaño de la luz del flash sea mucho más grande y por lo tanto, la luz en tus fotos se verá menos dura, y los colores saldrán mejor.
4. Enfoque manual
Ya hemos comentado antes lo tortuoso que se puede hacer enfocar un elemento en esta clase de fotografía, y la elección del tipo del enfoque nos puede ayudar. A pesar de los grandes avances en la tecnología de las nuevas cámaras, en esta modalidad de fotografía se necesita un enfoque muy rápido al que el enfoque automático de las cámaras no suele llegar por lo que se recomienda el manual, que además te permitirá elegir dónde situar el foco.
5. Poca profundidad de campo
Al tratar con elementos tan pequeños, este tipo de fotografía requiere de una profundidad de campo muy corta ya que hemos de ser capaces de resaltar aquello que queremos. Sin embargo, no es un parámetro al que prestarle mucha atención, ya que las propias características de esta fotografía producirán esta característica en la composición.
Por otra parte, sí que podemos jugar con la profundidad de campo, por ejemplo, en la fotografía macro de insectos. En ella podemos centrar el foco en una parte específica del insecto (suele ser la cabeza) y así crear una composición más cerrada.
6. Velocidad de obturación
Al tratarse de una fotografía con una distancia focal muy grande hace que cualquier vibración se vea magnificada en la captura de la escena. Para evitar este tipo de problemas en la fotografía macro es importante trabajar con velocidades muy rápidas para así conseguir una mayor nitidez en tus imágenes.
7. Distintos ángulos
Al igual que al inicio de cualquier técnica fotográfica solemos caer en la tendencia de conformarnos al tener claros los parámetros necesarios para realizarla. Por ello, es importante buscar distintas perspectivas en la fotografía macro. Y además es junto a la fotografía de retrato, en el único tipo de fotografía que posiblemente puedes moldear –con límites– el fondo y el encuadre de la composición a tu gusto: levantando una flor, colocando otros objetos detrás para conseguir más color…
8. Plano amplio
En relación con el punto anterior, es muy común centrarnos en los planos muy cerrados en los que el protagonista –ya sea insecto o planta– de nuestra fotografía se vea muy grandes y ocupe la mayor parte del encuadre.
Sin embargo, es muy interesante la perspectiva de saber englobar nuestro elemento central dentro de un contexto que aporte una mayor información a la imagen.
9. Localización y clima
Este consejo va más orientado a aquellos que quieran centrar su fotografía macro en el mundo de los insectos. Hay ciertas pautas que hay que ir aprendiendo: por ejemplo, el mejor momento para salir si quieres disparar insectos es cuando la temperatura exterior es de aproximadamente 17 °C o más cálida, ya que, los insectos tienden a ser más activos cuando hace calor afuera.
10. Paciencia
Seguramente el consejo más importante. La fotografía macro conlleva un proceso de aprendizaje muy lento e intenso, basado en la práctica y repetición, para entender cómo funcionan los objetivos, cómo se mueven los insectos, las mejores épocas y momentos para practicarla…
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