We ♥: Universo de emociones

Por una vez vamos a hacernos autopromoción. Y es que estamos realmente enamorados de nuestro inmensamente precioso ‘universo de emociones’, pero sobre todo de la inmensa generosidad de Eduard Punset por prestarnos su sabiduría para realizar este proyecto. Pero también al catalizador de todo, a Chano Vernetta que con su amor por esta profesión se inventa proyectos imposibles como este. ¡Gracias!

Este proyecto es uno de los proyectos que se incluyen dentro de la locura creativa de ‘La caja Vernetta’, un proyecto que pretende desarrollar obras creativas en estado puro. Sin límites, sin premisas… pero con una labor de unión y colaboración entre disciplinas.

Nuestra propuesta empezó alrededor del mes de abril cuando empezamos a contactar con Eduard. No era algo fácil de explicar. Pretendíamos mostrar gráficamente el universo de emociones y sentimientos con los que vivimos. Nos costó convencer a Punset y a su equipo para la realización del proyecto pero finalmente entre viaje y viaje; entre conferencia y conferencia; y entre programa y programa, Eduard Punset nos iba enviando información sobre como organizarlo todo.

Con los datos y la información que nos aportó, la influencia y la inspiración de la infografía, los mapas y cartografías, los atlas terrestres y del universo y el azar en la creación artística, desarrollamos la imagen gráfica de un posible ‘universo de emociones’, para poder ver, que no imaginar, de forma visual como se relacionan entre si, que energía desprenden, que importancia tienen…

Hemos querido hacer un pequeño retrato de lo que ocurre dentro de cada uno de nosotros. Las palabras que encabezan el cartel son del todo reveladoras:

¿Puedo gestionar mis emociones?
El mayor descubrimiento de este siglo ha sido constatar que estamos programados, pero para ser únicos. Es decir, se ha zanjado el debate que ha durado casi cincuenta años entre los reduccionistas partidarios de que la programación genética y cerebral dictaba nuestra conducta por una parte, y los otros -psicólogos en su mayoría-, partidarios de que la experiencia individual también determinaba parte de nuestra conducta al incidir en la estructura genética y mental. El nuevo concepto de plasticidad cerebral y el desarrollo de la epigenética han modificado este planteamiento. Gracias a experimentos efectuados en varias universidades, hoy sabemos que podemos gestionar nuestras emociones si nos lo proponemos.
+info y detalles del proyecto: palaugea.com



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