Háblanos un poco de tu trayectoria y de tu perfil como dibujante/guionista.
Alberto Sanz: Yo soy animador 3D, siempre he tenido muy claro que me quería dedicar a la animación. Empecé haciendo animación 2D pero luego pasé prácticamente a la animación 3D e hice el cambio. Me apetecía aprender esta nueva disciplina que presentaba un montón de posibilidades creativas. Desde entonces he trabajado en películas como Pérez, el ratón de tus sueños, Donkey Xote, Las Crónicas de Narnia, Principe Caspian y la última fue Copito de Nieve. Este último año he retomado el dibujo y he trabajado como Diseñador de Personajes y Mattepainting Artist. Y el cómic siempre es algo que ha estado ahí y que ahora me apetece retomar y desarrollar como forma creativa, ya que me permite aplicar muchos conocimientos que he ido adquiriendo como animador. Al final no es tan larga la línea que dista entre estas dos disciplinas.
Santi Selvi: Bueno, yo soy aficionado a los cómics desde muy pequeño. Con veintipocos años montamos un grupo de autores amateurs que hicimos nuestros pinitos en fanzines y demás. Pero realmente éste es mi primer guión publicado, aunque antes de firmar el contrato con Norma Editorial (que publica Valentia) firmé un contrato para una serie, Call of Nibiru, de 6 comic-books de ciencia ficción con una editorial inglesa, Markosia. Aparecerá a finales de 2013.
¿Cuándo se cruzó el cómic en tu vida?
A.S: En 1996 conocí a Santi Selvi, el otro coordinador del proyecto. Él por aquella época estaba preparando un fanzine junto con otras jóvenes promesas del cómic y después de ver mis dibujos me propuso participar, y yo encantado. Ese año dibujé mi primera historia corta de cómic y me gustó mucho la experiencia. Desde entonces hasta ahora, Santi y yo no hemos parado de preparar proyectos de cómic aunque éstos, no han llegado a ver la luz nunca debido a que he priorizado siempre mi pasión por la animación. Y esa espinita de no haber terminado ningún cómic la llevaba ahí clavadita, hasta hace un año, después de conocer el Barcelona TM, en el que veo la fórmula exacta para conseguir llegar a publicar. Un grupo de artitas dibujando historias cortas. De esta forma, tal vez, sí conseguiría acabar una historia y llegar a publicarla. La unión hace la fuerza.
S.S: El cómic ha estado siempre presente en mi vida. He leído cómics desde bien pequeño, sin importarme que estos vinieran de USA, Francia, Japón, Argentina… Incluso llegué a trabajar 9 meses en una de las mejores librerías de cómics de España: Futurama, en Valencia. Había llegado a preparar diversos proyectos con dibujantes para editoriales principalmente extranjeras (Inglaterra, Francia), pero ningún proyecto se había llevado a cabo. Al final hemos conseguido publicar algo; a ver qué opina el público.
Valentia no es un cómic al uso, con una historia lineal con un inicio y un fin, sino que se va componiendo a base de retazos, diferentes anécdotas o vivencias reales. ¿De dónde surgieron esas historias que después se han ido plasmando en las viñetas?
A.S.: Desde el primer momento, teníamos claro que queríamos adoptar una estructura de producción como en la películas a la hora de trabajar. Una primera fase de brainstorming, donde daríamos un montón de ideas y crearíamos las bases de los guiones que se desarrollarían posteriormente. Luego, se escribieron los guiones, que pasaron por un filtro de feedback grupal para que la historia tuviera la calidad más alta posible, 20 ojos ven más que 2.
S.S.: Para responder a esta pregunta, necesito explicar un poco los orígenes de Valentia. Como comentaba antes, hace años formamos un grupo de autores que hicimos algunas cosillas en el mundo del cómic a nivel amateur. Nos llamamos entonces Cónclave Cómics. Teníamos la espinita clavada de no haber publicado nada profesionalmente aún. Nos volvimos a juntar por junio de 2011 y decidimos sacar un proyecto con unas características muy determinadas: historias cortas, ambientadas en Valencia, autores valencianos. El grupo de trabajo inicial, resultado de los supervivientes de Cónclave junto con autores que habíamos conocido durante este tiempo, trabajó muy duramente aportando ideas para historias que queríamos que estuvieran en lo que finalmente se convirtió en Valentia. Hicimos reuniones para filtrar esas ideas y dejar que sobrevivieran las más fuertes, como sucede en la naturaleza. Al final nos quedamos con casi treinta ideas que convertimos en guiones.
Llevar a cabo un proyecto tan complejo, con tantas personas entre dibujantes y guionistas no es un tarea fácil. ¿Quién de los dos tuvo la iniciativa de poner el engranaje en marcha?
A.S.: Principalmente yo, tenía claro que una de las características que tenía que aportar como coordinador era la de garantizar que los guiones que nosotros habíamos seleccionado para el libro se llevaran a cabo por la mano de algún dibujante. Y así ha sido. Y nuestra idea clara ha sido siempre la de potenciar la figura del guionista. Tal vez lo que más ha costado ha sido encontrar guionistas. Por eso, el departamento de guión lo componen noveles o guionistas que habían escrito anteriormente, pero que nunca, ningún dibujante, les había acabado el trabajo.
S.S.: Yo aporté una serie de contactos (guionistas y dibujantes que había ido conociendo durante mi vida como lector de cómics) que fueron esenciales para el desarrollo del proyecto. Por ejemplo, destacaría la aportación de dos de mis amigos: Richard Vilbor, guionista de 4 historias del proyecto (Mafiosi Falleri, Asterión, Peccadrius, Teranyina) y Baltasar Castillo, dibujante de Ipama pero que además ha aportado un montón de ideas al proyecto, algunas de las cuales han acabado convertidas en historias, como la propia Peccadrius o Aire Lliure. Alberto y yo estuvimos trabajando un par de meses en el proyecto en la sombra, planificando todo lo que se iba a hacer, sin haber comentado nada a nadie.
¿Ha sido muy costoso decidirse por qué dibujantes y guionistas entraban o no en el proyecto?
A.S.: En algún momento si. Principalmente hemos ido conociendo a la gente por recomendación de amigos cercanos. Saber si el guionista es bueno o malo, no hemos podido comprobarlo previamente y hemos confiado en esa persona y en nuestra capacidad de equipo para ayudarle a hacerlo lo mejor posible. Para buscar a los dibujantes es un poco más fácil, porque la mayoría tenían ya un blog o una web, y esto ya ayuda a seleccionar. Nuestra prioridad siempre ha sido apoyar a los que están empezando y se quieren abrir un hueco en este mundo. Además, por otra parte hemos tenido el apoyo y la colaboración de artistas consagrados, gracias a los cuales el proyecto se ha visto reforzado en muchos aspectos.
S.S.: Para mí ha sido un verdadero quebradero de cabeza. Principalmente, porque conozco a muchos autores profesionales, tengo amistad de hace tiempo con bastantes de ellos. Y en el proyecto no cabían todos. Desde aquí pido disculpas a todos aquellos autores que hubieran querido estar pero no han tenido oportunidad. Para decidirme por unos y no por otros he usado criterios de amistad, facilidad a la hora de trabajar en equipo, disponibilidad, fácil accesibilidad… Por supuesto, todo consensuado con Alberto.
Todas las historias tienen como elemento común Valencia. Una ciudad que no tiene el atractivo o el tirón mediático de Madrid o Barcelona. ¿Cómo se convence a una editorial como Norma para que edite este volumen cuyo eje tiene este trasfondo aparentemente tan local?
A.S. y S.S. (al unísono): A ver, a ver… atractivo sí que tiene Valencia. Quizá tirón mediático menos, pero atractivo tiene. Y mucho. A una editorial seria como Norma se la convence llevando un trabajo bien hecho. Cuando fuimos en mayo de 2012 a Barcelona a buscar editor, con Norma como objetivo principal, llevábamos la sinopsis de las 23 historias, las biografías de todos los autores implicados (con muchos nombres importantísimos como Paco Roca, Víctor Santos, Joan Marín…) y dos páginas acabadas de la mayoría de las historias. Era suficiente cantidad y calidad lo que vieron como para decirnos que sí estaban interesados.
¿Cuándo empezasteis a poneros en serio a trabajar? ¿Cuánto tiempo os ha llevado?
A.S.: La elaboración del libro ha sido un año de trabajo, ya teníamos claro desde el principio su durabilidad. La idea de hacer Valentia surgió más o menos por mayo del 2011. Al principio, pensamos en que tuviese una personalidad más activa y social, ya que era muy reciente el movimiento 15M. Luego, decidimos que nuestra prioridad era hacer un libro de cómic de calidad, y si había alguna historia más reivindicativa sería porque hay algo que se palpa en el ambiente.
S.S.: El trabajo de aportación de ideas empezó en julio de 2011. En septiembre empezamos a escribir los primeros guiones. En octubre empezaron los dibujantes a alegrarnos la vista a todos con su arte. Es decir, más o menos un año, sí. Hasta septiembre de 2012.
Imagino que coordinar a todo el equipo de dibujantes y guionistas, y a la vez coordinaros entre vosotros dos, no ha sido tarea fácil. El trabajo de preproducción debe haber sido muy minucioso. ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Qué ha sido lo más duro
A.S.: La verdad, que coordinar el proyecto con Santi ha sido muy fácil. Sobretodo porque pensamos igual, y no solo eso, es que llegamos a leernos la mente. De repente se me ocurre una idea, cojo el teléfono y antes de acabar de marcar, suena el teléfono, es Santi para proporme una idea… sorpresa!, es la misma que le iba a contar. A veces he pasado miedo, jejeje. Hemos tenido muy claro cuáles son nuestros terrenos: Santi con los guionistas y yo con los dibujantes. Y lo más importante, Santi siempre a respetado mi opinión y mi manera de hacer las cosas. Y esto es digno de alabar, porque las cosas se pueden hacer de mil formas, pero en un trabajo en equipo siempre se ha de ceder un poco hasta que converjan las ideas hacia un objetivo común. Para mí, lo más duro ha sido hacer de psicólogo. Hay algunos artistas que no tienen todavía la suficiente confianza en sí mismos y aunque tienen mucho talento y lo demuestran, necesitan el apoyo continuo. Eso al final quema mucha energía.
S.S.: Siendo absolutamente sincero, coordinarme con Alberto ha sido simplemente un enorme placer. Trabajar al lado de este artista es enriquecedor, porque tiene unas ideas artísticas muy claras y una actitud muy positiva siempre hacia el trabajo. Valora mucho el trabajo en equipo, y tiene un carácter tan tranquilo, tan positivo siempre, que es un lujo trabajar a su lado. Por otro lado, el equipo de trabajo ha sido magnífico y han ayudado mucho a que todo salga bien. Obviamente, en un año ha podido haber algún malentendido o pequeño roce, pero de verdad que ha sido algo mínimo y que ahora mismo no podría destacar nada negativo. Lo más duro han sido los dos momentos clave del proyecto: cuando elaborábamos el dossier para llevar a las editoriales en mayo de 2012 (es decir, cuando fuimos a vender el proyecto; ahí nos jugábamos mucho ante todos los autores que habían confiado en nosotros con fe ciega) y cuando en septiembre teníamos que acabar de entregar las páginas de todas las historias.
¿Los autores han ido cumpliendo los plazos?
A.S. y S.S.: En general, sí. Ha habido que achuchar en algún momento a algún artista, pero no podemos quejarnos. Los autores se han portado como los verdaderos profesionales que ya son.
¿Qué significa Valentia para ti?
A.S.: Para mí, Valentia ha sido la realización personal que iba buscando desde hace tiempo. Siempre me ha gustado coordinar proyectos y los equipos de personas que lo componen. En las producciones en las que trabajé me quedé a menudo a las puertas de ser supervisor, así que planificar un proyecto a largo plazo ha sido todo un reto personal que quería desafiar. ¡Y ha salido bien! Ser coordinadores de este proyecto nos ha dado el privilegio de conocer en primera persona a los grandes artistas que componen el libro.
S.S.: Bueno, una respuesta completa a esa pregunta no cabe en la entrevista [je, je]. Hacer cómics ha sido una gran aspiración mía desde hace muchos años. La verdad es que hace un tiempo que lo daba casi por perdido, dadas las experiencias negativas que comentaba al principio de la entrevista. Pero Alberto me devolvió la ilusión para volver a intentarlo, y mi mujer, Inma, me dio toda la energía necesaria para emprender este proyecto, que aunque ilusionante y muy satisfactorio, ha requerido de mucho trabajo. Ellos dos han sido las personas que me han permitido lograr este objetivo vital.
De todas las historias de Valentia, ¿cuál es tu favorita?
A.S.: En estos momentos me resultaría complicado decantarme por una sola. Hemos estado muy pendientes de cada una de ellas y de sus detalles. Ahora mismo necesitaría coger distancia y valorarlas de manera más objetiva.
S.S.: Me resulta muy difícil responder a esta pregunta, porque si elijo una historia, estoy dejando en segundo plano a otras 22, entre las que se encuentran algunas mías. Aunque hay varias historias que no he escrito yo pero que me gustan muchísimo, me voy a permitir explicar alguna cosa sobre las cinco historias que he escrito yo.
Ipama es la primera historia que escribí dentro del proyecto. Le tengo mucho cariño por ello. Además, en ella sale gente que conozco y a la que tengo aprecio. El dibujante, Baltasar Castillo, es un artista como la copa de un pino que aún no había publicado nada. Es un honor ser el primer guionista que tiene el placer de trabajar con él.
Los profesionales de la playa es un sueño cumplido para mí. Como he comentado antes, Alberto y yo hemos iniciado muchos proyectos de cómic sin llegar nunca a acabarlos. Esta historia es la culminación de muchas horas de trabajo y de muchas aspiraciones.
Aire Lliure supone para mí la oportunidad de trabajar con Joan Marín: artista, amigo, alguien a quien admiro profundamente. Además, hace bastantes años que iniciamos algún proyecto que por circunstancias no llegó nunca a materializarse. Valentia ha permitido nuestro reencuentro creativo, y estoy orgulloso de la química que ha habido y que creo que se palpa al leer la historia. Aún recuerdo la emoción que sentí al recibir el storyboard de las cinco primeras páginas…
El psicólogo es la historia que menos tuve que retocar después del primer borrador. La tenía muy clara en la cabeza. Además, estoy orgulloso de que César Sebastián haya aceptado realizarla, porque ha hecho un trabajo fantástico y estoy seguro de que esta historia, su primer trabajo publicado en papel, será muy buscada en el futuro por las legiones de fans que admirarán a este súper artista.
Finalmente, Quiero ver mi dinero me ha permitido trabajar con Paco Roca. ¿Hace falta explicar lo que eso supone para mí? Creo que todo el mundo lo entiende. La experiencia de ver mi guión plasmado por un artista tan genial como Paco, ver los recursos que usaba para dar fluidez a mi historia… en fin, todo un lujo que atesoraré para siempre.
_____
+info: normaeditorial.com