Mondo Galería rinde homenaje a la gran diva del celuloide e icono pop: Marilyn Monroe. Por primera vez en España se presenta la exposición A night with Marilyn (Una noche con Marilyn) del fotógrafo canadiense Douglas Kirkland.
Al ritmo de la música de Frank Sinatra, champagne, sábanas de seda, un hombre y una mujer. El sueño de cualquier hombre de la época materializado en un fotógrafo muy joven que realizaba un encargo para el 25 aniversario de la mítica revista Look. El resultado: una serie fotográfica inolvidable, una Marilyn vulnerable, natural e indiscutiblemente seductora, y un estilo que daría pie a subsiguientes sesiones que la estrella realizaría más tarde con grandes fotógrafos del momento.
«En mi recuerdo se mueve flotando a cámara lenta, más etérea que real. Eso era lo extraño de la belleza y la voluptuosidad de Marilyn Monroe… no eran de este mundo».
Douglas Kirkland
Douglas Kirkland nació en Toronto. A los veinte años empezó en la revista Look y en los 60 y 70, la época dorada del fotoperiodismo, se unió al semanario Life. Entre sus encargos destacan documentos fotográficos en Grecia, Líbano y Japón, tanto como fotógrafo de moda como de famosos: Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Marlene Dietrich entre otras.
«No me pasé tres días en la cama con Marilyn… Si lo hubiera hecho, ¡estas fotografías probablemente no existirían! –bromea el fotógrafo–. Me reuní con ella en tres ocasiones. Me impactó la aparente sencillez de su vida. Su casa no era en absoluto la que uno esperaba que tuviera una estrella del cine. Simplemente me dijo: ‘Vale, sé lo que necesitamos. Una cama con sábanas blancas de seda y nada más, y funcionará’. Pero, añadió, ‘las sábanas deben ser de seda’. El telón se levantaba en una de las más increíbles y memorables noches de mi vida. Recuerdo ver a dos asistentes, una para el maquillaje y peluquería y la otra, supuse, para la ropa. Marilyn me dio un abrazo rápido y un beso en la mejilla y desapareció en el camerino. De pronto apareció, se sentó en la cama, se tapó los pechos y dijo a todos, ‘creo que debería quedarme a solas con este chico’. Un instante después, se cerraba la puerta. Ahora solo estábamos los dos. Marilyn Monroe y yo. No estaba del todo seguro de lo que esperaba de mí. ¿Qué debía hacer? Me escondí tras la cámara y empecé a disparar otra vez».
Durante años, Douglas Kirkland ha trabajado en los sets de rodaje de más de cien películas. Entre ellas: Dos hombres y un destino, 2001: Una odisea en el espacio, Memorias de África, Titanic, Moulin Rouge y Australia.
Esta selección de fotografías impresas en ediciones limitadas supervisadas personalmente por Douglas Kirkland se ha realizado en exclusiva para Mondo Galería donde podrán disfrutarse y adquirirse hasta el el 10 de enero.