Hace ya semanas el término que más sonó en TypoLabs fue ‘Variable fonts’. Casi todas las conferencias se desarrollaron en torno a este término. Incluso hubo mesa redonda dedicada a ello. Es el nuevo Santo Grial, el nuevo camino a seguir.
Para los que no sepan que es TypoLabs; es un pequeño evento, aunque enorme en su contenido, que se desarrolla en Berlín en el que se une tanto teoría como practica de lo más reciente, importante y destacado de lo que se está cocinando en tipografía a nivel mundial. Es al evento al que, si eres tipógrafo o quieres serlo, debes asistir. No encontrarás otro donde ponerte al día y conocer de primera mano hacia donde se dirige la tipografía, desde lo más profundo de la programación hasta la parte más teórica y futurista.
Este año todo lo envolvió el tema de las fuentes variables. Las fuentes variables son el nuevo peldaño de la tipografía, es a lo que se aferra la industria tipográfica para continuar el negocio. Así como ocurrió con otras revoluciones tecnológicas como fueron el TrueType, el PostScript o el OpenType, ahora la novedad está en las Variables Fonts.
Voy a intentar explicar en palabras que son las ‘Variables Fonts’ de un modo que pueda ser entendible. Hasta ahora cuando nos enamorábamos de una tipografía mirábamos cuán amplia era la familia, o bien comprábamos un peso o la familia completa. Con las ‘Variables Fonts’ esto no será necesario. La fuente estará en todos los pesos y variables.
Así de entrada tampoco es un gran cambio, dirán algunos, pero hay algo más. Si así lo quiere el tipógrafo podrá incluir dentro del código toda una serie de condiciones para que la tipografía se adapte a determinadas circunstancias. Y ahí es donde está el gran cambio.
¿Qué circunstancias?
Prácticamente las que uno quiera. La programación ha evolucionado de tal modo que ahora es posible que una tipo se transforme en cualquier forma. Si una ventana de un navegador o aplicación se minimiza la tipografía podrá adaptarse a ese nuevo espacio bien ajustando el interletrado pero también poniendo una tipo más fino o más comprimido.
Esto parece bastante lógico y es de algún modo, una especie de tipografía responsive o adaptable. Tampoco nada fuera de órbita. Lo realmente importante con las variables fonts es que no solo son tipos que se pueden adaptar a circunstancias de espacio, sino que igual que el tipógrafo puede implantar condiciones para que la tipografía cambie cuando se encuentre menos espacio puede hacerlo para que se adapte a otras situaciones. Y algunas son realmente interesantes.
Las letras se adaptarán a todo
Una tipo puede adaptarse a las circunstancias lumínicas y hacerse más legible cuando hay menos luz abriendo los ojos y creando mayor contraste. Puede ampliarse, por medio de reconocimiento facial, cuando nos separamos de la pantalla para que nos resulte más cómoda la lectura. Puede cambiar de color según el fondo en el que se encuentre, puede cambiar el estilo en función de la temática del mensaje… o incluso puede personalizarse para nosotros en función de nuestros gustos o perfil personal.
Si todo esto te resulta de ciencia ficción solo hay que ver la conferencia que dieron Underware en TypoLabs donde todas estas opciones se convirtieron en realidad.
Sin duda la más reveladora y bien presentada conferencia de TypoLabs donde el extenso aplauso final dejó claro que Underware siempre van un paso por delante del resto.
Como bien explican Akiem Helmling y Bas Jacobs las fuentes variables serán una realidad en breve pero todavía tienen que confluir muchos elementos para que esto sea viable. Tanto sistemas operativos, aplicaciones y hardware tienen que ir poco a poco adaptándose para que todo confluya en esta nueva manera de ver la tipografía.
Pero lo más importante es ¿realmente las ‘Variables Fonts’ van a cambiar el paradigma de la tipografía tal y como la conocemos hasta ahora?. Creo que sí. No solo porque la tipografía da un salto a un escenario en el que ahora no estaba sino que además aportará nuevas ventajas y nuevos retos a los diseñadores.
Todo desde luego no será posible y muchas de las locuras que ahora se nos ocurren se quedaran relegadas a experimentos y juegos pero muchas otras se convertirán en realidad. Algunas de ellas las podemos ver en la conferencia de Marianna Paszkowska, miembro del equipo de Monotype.
¿Qué cosas serán posibles?
La primera gran novedad será que ya no necesitaremos preocuparnos en comprar un peso u otro, tendremos todos y cada una de las opciones a nuestro alcance (si así lo ha diseñado el tipógrafo, claro).
Por otro lado, empezaremos a ver la tipografía como un elemento vivo que puede cobrar vida, ‘animarse’, y adaptarse a situaciones e interactuar como nunca lo ha hecho hasta ahora. Esto será un reto tanto para diseñadores gráficos como para los tipógrafos que deben integrarse en proyectos que van más allá de la estética.
También para papel
Viendo las posibilidades de adaptación de las tipos, se puede pensar que esto solo serán juegos para entornos multimedia, web, aplicaciones, espacios online… pero no. Una de las maravillas que dispondremos aquellos que el soporte sea el papel es que podremos utilizar el peso, la forma o incluso la legibilidad de una tipo.
Podremos ajustar los ojos de una tipo en tamaños pequeños para que sea más legible, aumentar el contraste en titulares, todo ello sin necesidad de tener cargadas infinitas fuentes en el sistema. Probad la nueva Zeitung con el plug de Indesign y lo entenderéis a la primera.
¿Qué no nos gustará?
El precio. Fue tema de debate en TypoLabs y no quedo claro cual será el camino que tomará la industria. Si una tipo tiene todas esas posibilidades significa que tiene un valor mayor y por tanto las fundiciones, los propios tipógrafos aumentaran el precio de las fuentes que lleven variables. Hay otro que sin embargo abogan precisamente por lo contrario para que su consumo sea masivo y de ese modo accesible para todos.
El peligro
Dejar que la gente manipule las cosas nunca ha sido un buen camino. La puerta a las aberraciones estará al alcance de la mano. Pero ahí estará la mano del tipógrafo, del programador, del propio diseñador limitar y permitir solo aquello que no sobrepase el límite. Todos disponemos de cientos de opciones en nuestro mobil y no por eso se convierte en un caos. Bueno, alguno sí pero no es lo habitual.
Lo que está claro es que en breve empezaremos a ver como las funciones nos ofrecen tipos variables con opciones. Las primeras como la Zeitung serán superfamilias que podremos manejar a nuestro antojo, pero seguro que vendrán seguidas de tipos que se adaptaran a otras circunstancias: luz, contexto, mensaje…
En unas semanas volvemos a Berlín para sumergirnos de nuevo en el mundo de la tipografía, esta vez con TypoBerlín. Seguro que volverán las ‘Variables Fonts’ a la palestra. ¡Qué ganas!