Tipografías Y2K: nostalgia del futuro

El estilo Y2K gira en torno a la estética pop que floreció entre finales de los años 90 y principios de los 2000. La llegada de un nuevo siglo y un nuevo milenio (que comenzaron el lunes, 1 de enero de 2001) exacerbó el gusto por una estética mayormente influenciada por la emergente tecnología digital que comenzaba a desarrollarse a gran velocidad, lo que dio pie a una visión futurista que impregnaba prácticamente cualquier expresión creativa. La tecnología posibilitó, por ejemplo, el uso de vibrantes colores flúor, la proliferación de gráficos tridimensionales y el desarrollo de los efectos especiales cinematográficos gracias a las posibilidades de la creación de imágenes por ordenador. Había una fascinación generalizada por todo lo que tuviera que ver con la tecnología digital, que cristalizó en la multiplicación de efectos metálicos y texturas cromadas, referencias a los videojuegos, el movimiento hacker y el código binario, todo ello aderezado con toques de anime japonés, rabia ciberpunk, nihilismo grunge. Como es lógico, esta tendencia influyó notablemente en el diseño tipográfico de la época; una influencia que se mantuvo latente en los años posteriores y en la actualidad ha explotado en forma de una especie de nostalgia celebratoria que idealiza todo lo que pasó, social y culturalmente hablando, entre los años ochenta y la primera década del nuevo milenio. En general, el Y2K tipográfico recoge las características estéticas y conceptuales del movimiento y las traslada al diseño de tipografía dando lugar a letras de espíritu disruptivo, expresivas al límite, de aires tecnológicos y futuristas, que convierten las lógicas limitaciones de un entorno digital en ciernes en logros estéticos, con el pixel como punta de lanza. La revolución tecnológica que hizo posible internet marcó profundamente, gracias a sus aparentemente ilimitadas posibilidades técnicas, la estética de la época y de todo lo que vino después. Es muy posible que el actual movimiento de tipografías altamente expresivas, que van en paralelo a una gran diversidad de estilos que llegan incluso a parecer contradictorios, tenga sus raíces en estos años de cambios profundos; cambios que no sólo no han cesado desde entonces sino que se agudizan. Vamos a repasar una selección de tipografías que sintetizan este movimiento que oscila entre la nostalgia, la celebración, la experimentación y el eclecticismo. Celebrie, de Hvnter La legibilidad al límite en una display que parece construida de metal líquido y cuyo espíritu puramente tecnológico revela una profunda fascinación por el estilo futurista de los primeros años de la revolución digital. La versión construida sólo con trazo le añade extrañeza y singularidad. Powerpuff, de Daniel Chapman Puro Y2K, festiva, desprejuiciada, lúdica, la reina de las pegatinas en las carpetas escolares y las camisetas colores flúor para chicas superpoderosas, como las heroínas de la serie de animación The Powerpuff Girls, estrenada en 1998. Sneakers Max Collection, de Positive Entre deportiva, urbana, retro y futurista, es Sneakers Max es una display paradójica al máximo, pues aúna vigor con distinción, rotundidad con la sutileza de unas contraformas milimétricas, a la vez que puede resultar rauda y veloz en su versión itálica. Chalmers, de Pretend Foundry Pocas cosas más Y2K que una tipografía «inspirada en el suave brillo de una pantalla de karaoke». Su construcción rememora, que no replica, el pixelado de las primeras pantallas de ordenador y los videojuegos de marcianitos. Además, dispone de un ser de iconos que traduce su lenguaje retro, alguno de los más populares emojis. Tonal, de Pintassilgo Prints Las formas tipográficas llevadas al extremo de la legibilidad para una display de ángulos redondeados y aire cuadrado. Resulta casi atemporal en su excentricidad, característica esta que encaja a la perfección con el espíritu Y2K, además de la flexibilidad que permite ofrecer una opción alternativa para cada letra. Terminal Grotesque, de Velvetyne El concepto pixel sirve de base para una tipografía que aúna el aspecto retro de la tecnología digital noventera con las construcciones de las grotescas —está inspirada en Futura de Paul Renner— y la expresividad punk (nada más punk que ser un proyecto beta que no quiere dejar de serlo) y libérrima que alienta la creación tipográfica de esta fundición francesa. Terminal Grotesque es una fuente de código abierto, por lo que te la puedes descargar y usar libremente, e incluso añadirle las modificaciones que consideres.

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