STUDIODBD: cómo un diseñador de Mánchester convirtió la rutina en un motor creativo

Más que un gran salto al vacío, la trayectoria de Dave Sedgwick hacia la creación de su estudio fue un camino construido paso a paso. Empezó con pequeños proyectos, en paralelo a su trabajo en agencias. Al hacerse autónomo, completó su portafolio colaborando con agencias locales que necesitaban apoyo puntual. Poco a poco, la proporción de clientes directos creció y pudo llevar proyectos desde el inicio hasta el final. Fue entonces cuando nació STUDIODBD. Si su lista de clientes se extiende de Nueva York a Barcelona, Dave Sedgwick lleva 25 años con raíces firmes en Mánchester. Aprovechamos la última edición del festival de creatividad OFFF Barcelona para charlar con él. Un estudio de diseño es, ante todo, un negocio, y junto a su aprendizaje como diseñador, STUDIODBD también enseñó a Dave los valores del emprendimiento. “Aprendí el valor de trabajar con el cliente adecuado y entendí que hacer menos puede ser más poderoso que hacerlo todo”. Aunque hacerlo todo es un instinto tenaz de los hombres orquesta. “No hay escapatoria. Tienes que asumir todos los roles: diseñador, project manager, desarrollo, finanzas, servicio al cliente…”. Y en ese cuento de nunca acabar, Dave Sedgwick tuvo que diseñar su propia estructura, definir hábitos y aprender a trazar límites. “Cuando trabajas solo, es fácil caer en los malos hábitos. Tener una rutina me mantiene enfocado y me ayuda a tratar el trabajo con el mismo respeto que esperaría de un equipo más grande”. La clave de esa rutina ideal vino de su vida personal. “Ser padre lo enfocó todo”, dice el diseñador. “Ya no podía estar en el estudio toda la noche ni perder tiempo persiguiendo ideas que no llevaban a ninguna parte. Tenía que estar más enfocado, más disciplinado y, sinceramente, más profesional”. Si el motor de STUDIODBD es la pasión de su fundador por el diseño, es su mentalidad empresarial lo que lo mantiene en marcha. Dave Sedgwick enfatiza que la parte administrativa del negocio es igual de importante que la parte creativa: “Se trata de encontrar un equilibrio entre hacer el trabajo y asegurarse de que siga llegando trabajo”. En Mánchester, Dave Sedgwick ha construido una carrera gratificante y sostenible, demostrando el valor cultural de anclarse en su territorio. “Mánchester es más grande y creativa de lo que la gente suele imaginar. Hay una comunidad fuerte y grandes clientes”. Uno de estos clientes es Foilco, una marca de láminas para estampados. Llevaban varios años colaborando juntos cuando, en 2019, emprendieron un rebranding completo basado en las características de las láminas metálicas. “Pasé de simplemente ‘hacer diseño’ a pensar de forma mucho más estratégica y global”. Desde entonces, STUDIODBD ha asumido proyectos más grandes, como la identidad de una nueva biblioteca y espacio cultural en Stockport, a las afueras de Mánchester. “Ha sido uno de los proyectos más gratificantes en los que he trabajado. Involucró a la comunidad local, transformó un espacio y será utilizado por miles de personas”. Aunque los proyectos internacionales permiten crecer, STUDIODBD sigue arraigado en la comunidad y la cultura local. “No hay nada como decir: ‘¿tomamos un café o una cerveza y lo hablamos?’ Algunos de mis mejores trabajos han surgido de esas conversaciones relajadas. Permanecer en un mismo lugar te permite construir relaciones a largo plazo y vínculos comunitarios, que para mí han sido una parte fundamental del éxito del estudio: imaginar proyectos, repensar espacios y llevar el diseño al corazón de pueblos y ciudades”.

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