Los caminos profesionales de la animación en stop motion

En España son pocas las escuelas o universidades que cuentan con una formación específica en animación. No hablemos ya de stop motion, una técnica que crece en adeptos en nuestro país y de la que hasta el momento no había prácticamente una formación específica. Las técnicas son muchas y las salidas profesionales cada vez son más numerosas. La pregunta es, ¿qué posibilidades ofrece y dónde puedo formarme?
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stop motion, figuras recortadas para animación

Encontrar a veces el hueco en el que uno quiere centrar su carrera profesional dentro del ámbito de diseño es complejo; hay quienes desde un principio tienen muy claro que su foco de atención van a ser los proyectos puramente gráficos, de branding y packaging, otros prefieren mirar hacia el entorno digital y moverse entre los motion graphics, el diseño web y el desarrollo de apps; o la animación en sus diferentes técnicas: tradicional, 2D, 3D, stop motion… Las opciones en el camino a elegir son muchas, algo que inicialmente está muy bien pero que se complica para quienes quieren completar sus estudios con una formación que cumpla con sus expectativas.

Un ejemplo claro está en el campo de la animación. En España son pocas las escuelas o universidades que cuentan con una formación específica en esta disciplina. No hablemos ya de stop motion, una técnica que crece en adeptos en nuestro país y de la que hasta el momento no había prácticamente una formación específica. Y sí, decimos hasta el momento, porque desde este año BAU, ofrece entre su cartera de masters y posgrados el nuevo máster en Realización de Animación en Stop Motion. «La primera en lanzar una titulación de Máster en Europa en este ámbito», puntualiza Christian Giriberts, director de marketing y comunicación de BAU, «por ello podemos decir que somos un centro pionero».


Pesadilla antes de Navidad, de Henry Selick; La novia cadáver y Frankenweenie bajo la dirección de Tim Burton; Wallace & Gromit, Chicken Run y Piratas, de Aardman Animations; o, cómo no, los clásicos de Ray Harryhausen (fallecido el mes pasado) como Jason y los argonautas son la cara más conocida de la animación en stop motion. Pero también hay otros ejemplos que ponen de manifiesto el auge de esta técnica no sólo en largometrajes para la gran pantalla, sino también en el mundo de la publicidad, el videoclip, el marketing viral o el arte urbano.


STOP MOTION, MÁS ALLÁ DE LA PLASTILINA

El espectador neófito de animación relaciona de forma directa el Stop Motion con la plastilina sin percatarse de que la animación Stop Motion es una técnica entre técnicas. Además de la plastilina están la pixilación, el cut-out, la animación con arena o con pintura sobre cristal, la rotoscopia, la pintura con luz, el inquietante stratacut y todo aquello susceptible de ser movido foto a foto. Evidentemente no podemos olvidarnos de la animación de personajes realizados con materiales como el látex, la silicona o espumas y materiales varios, cada vez más sofisticados, que mediante unos esqueletos de verdadera obra de ingeniería han conseguido cautivarnos en los últimos años, con ejemplos como Paranorman.

Frank J. María, director de la productora de stop motion Animaldía y director del Máster de BAU, comenta: «Dentro de la animación de autor hay múltiples técnicas y soportes de animación como el realizador Blu (Argentina) y sus pinturas murales de gran tamaño en ejemplos como Muto; el archiconocido Pes (EEUU) y obras como Fresh Guacamole nominada al Oscar de este presente año. También se observa una tendencia generalizada en la selección de los festivales internacionales de animación –como en la presente edición del Festival de Annecy finalizada el pasado sábado 15 de junio– una perseverancia de técnicas de animación experimentales (recortables, pintura sobre cristal, rotoscópia…) de todas las partes del mundo, muy alejadas de la animación 3D del mercado generalista».

Otro ejemplo es el canadiense Patrick Boivin, un auténtico crack en lanzar virales a diestro y siniestro –su corto Iron Man vs Bruce Lee supera ya las 16.200.000 reproducciones en YouTube–. Pero como no solo de diversión se vive, Patrick en 2009 fue contratado –desconocemos la cifra– por Google para realizar un vídeo que pusiera contra la pared al iPhone con Ninja’s unboxing.

La pregunta es, ¿hasta qué punto obedece este tipo de animación en stop motion a una cuestión de moda? «La animación –puntualiza Christian– existe desde Meliés. Pero ha vuelto con fuerza como una moda gracias a nuevos estilos y lenguajes. Por otro lado, la animación permite desarrollar efectos visuales y está más presente en el espacio audiovisual de lo que nos creemos».

Frank J. puntualiza: «Sin duda este resurgimiento de las técnicas de stop motion es a nivel internacional. Tenemos ejemplos de ello, tanto a nivel comercial en largometrajes de animación como; Piratas de Aardman Animation (Inglaterra ), Frankeenwenie de Tim Burton (EEUU) u O Apostolo de Fernando Cortizo (Galicia/España)».

«Las nuevas técnicas de animación, junto con los avances tecnológicos y de software han abierto las puertas a desarrollar más las técnicas de animación hasta llegar a crear nuevos lenguajes de comunicación», continúa Giriberts.

¿Y en España?

En nuestro país tenemos una pujante cartera de animadores en stop motion. La productora Animaldía –con clientes como TV3, ACB de baloncesto…–. El estudio Citoplasmas que, aparte de proyectos personales, cuenta con clientes como Mahou o DCAW para los que realiza animaciones comerciales y spots. En Galicia está Fernando Cortizo de Artefacto Producciones, director de O Apostolo. Y en Valencia están Javier Tostado al frente de Clay Animation, premiado con el prestigioso Silver Telly Award por la serie Clay Kids; Pablo Llorens en Potens Animation, ganador de dos premios Goya, y Sam en Conflictivos Producciones, preseleccionado para los Oscar 2012 por Vicenta.

Y destacar también a los hermanos Carlos y Jordi Grangel que desde España trabajan en el diseño de personajes para Hollywood en producciones como La novia cadáver hasta Kung Fu Panda, pasando por Madagascar, El príncipe de Egipto o Spirit.

Agencias de publicidad, televisión, discográficas, estudios de diseño, instituciones públicas… son campos abiertos a la animación por lo que la lectura que se extrae de estas líneas es que la animación en stop motion tiene largo recorrido.

Dónde me puedo formar si quiero ser animador en stop motion

Todos estos trabajos y estudios dejan bien claro que los caminos profesionales que ofrece la animación en stop motion son muy variados. Caminos, todos ellos, que recoge BAU en el programa de su Máster de Realización de Animación en Stop Motion. Ser capaz de plantear diferentes soluciones creativas de animación Stop Motion, tanto en un entorno de cliente como en un entorno de animación de autor es el planteamiento del Máster.

Quien sienta pasión por esta disciplina y necesite expresarse mediante la animación en stop motion tienen una excelente oportunidad. «No hay otros masters en esta disciplina –explica Christian Giriberts–. En BAU queremos formar profesionales del sector capaces de responder de forma conceptual a cualquier proyecto y que sepan saber  desenvolverse en la técnica de animación Stop Motion mas idónea. Buscamos gente apasionada con lo que hace, apasionada con la animación stop motion».  Además de contar en la coordinación de Animaldía, el Máster de Animación en Stop Motion de BAU cuenta con docentes como Eduard Puertas de la productora Citoplasmas y colaboraciones de Grangel Estudios –creadores del diseño de personajes de La novia cadáver– y está previsto invitar a su vez a profesionales tanto nacionales como internacionales en las diferentes disciplinas de la animación en stop motion.
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+info: baued.es

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