SocialAI: la red antisocial impulsada por IA. La hemos probado y te contamos como funciona

En los últimos años, estamos acostumbrados a que, cada pocas semanas, parece surgir una nueva red social con la promesa de transformar nuestra manera de interactuar en el mundo digital. En este contexto, ha aparecido SocialAI, una plataforma que, a pesar de su similitud con redes como X o Threads, se distingue por un enfoque radicalmente diferente: en lugar de conectarte con personas reales, todos tus seguidores son generados por inteligencia artificial. Es decir, estamos ante lo que podría considerarse una "red antisocial", donde cada interacción proviene de perfiles ficticios diseñados por IA, que imitan la interacción humana pero sin ser reales. Visualmente y en su funcionamiento, esta red recuerda a las redes de microblogging: puedes publicar actualizaciones en formato texto y recibir respuestas automáticas, infinitas, de estos seguidores virtuales. A su vez, es posible interactuar con estos perfiles, compartir contenido de otros perfiles simulados, dar "like" y hasta guardar las respuestas más ingeniosas. Sin embargo, todo se desarrolla en un espacio cerrado donde las publicaciones e interacciones no son visibles para nadie más que para ti. Actualmente, la aplicación está disponible exclusivamente en dispositivos Apple, y su configuración inicial es muy sencilla. Al crear tu perfil, seleccionas un nombre de usuario y puedes escoger hasta tres tipos de seguidores ficticios que te responderán a cada publicación. Las opciones son variadas, desde intelectuales, curiosos, trolls, sarcásticos, realistas, visionarios, hasta personajes optimistas o pesimistas. Incluso es posible personalizarlos según ideología, eligiendo entre perfiles de tendencia liberal o conservadora. Una vez configurado tu perfil y seleccionados tus seguidores, estás listo para publicar tu primer post y observar cómo estos "bots" responden según las características que les has asignado, lo que da pie a diálogos simulados. Además, puedes explorar las biografías de estos seguidores artificiales, donde encontrarás descripciones sobre su personalidad y un historial de sus respuestas más recientes. Hemos experimentado con las publicaciones, y en nuestra primera prueba, decidimos seleccionar una combinación de perfiles que incluyera supporters, críticos y sarcásticos para observar cómo variaban las respuestas en función de la personalidad de los seguidores. Publicamos una afirmación relativamente genérica: “El diseño gráfico estaba en su edad de oro”. A partir de ahí, recibimos una serie de respuestas que reflejaban la diversidad de puntos de vista que la aplicación es capaz de generar. Por un lado, los perfiles clasificados como supporters respondieron de forma completamente alineada con la afirmación, ofreciendo mensajes de apoyo directo como “Totalmente de acuerdo, la creatividad estaba al máximo, ¿cuál es tu diseño favorito?”. En cambio, los perfiles críticos adoptaron un enfoque más reflexivo, ofreciendo respuestas que, aunque no necesariamente conflictivas, sí cuestionaban la afirmación inicial. Por ejemplo, una de las respuestas fue: “La verdad, eso depende de a quién le preguntes, hay joyas en cada época, ¿no crees?”. Las respuestas no solo refuerzan o rechazan la afirmación original, sino que también buscan mantener el diálogo abierto añadiendo una nueva pregunta. La capacidad de la aplicación para generar preguntas adicionales parece ser una estrategia diseñada para alargar la interacción, simulando una conversación más natural y fluida. La IA, en este caso, imita perfectamente el comportamiento de un interlocutor que no solo está de acuerdo, o en contra, sino que además está interesado en profundizar en el tema, promoviendo una discusión más profunda. Tras la afirmación inicial sobre el diseño gráfico, decidimos explorar terrenos más controvertidos como la política. Por ejemplo, cuando publicamos “El mercado siempre tiene razón”, los perfiles conservadores respondieron con frases como “La sabiduría del mercado nunca falla” o “La mano invisible siempre encuentra su camino”. En contraste, los perfiles liberales o críticos ofrecieron respuestas como “Y el cielo es amarillo, ¿verdad?” o “No, pero los datos importan”. Por último, probamos si la aplicación podría ayudarnos a resolver problemas más concretos, seleccionando seguidores intelectuales, pensadores o profesores. Publicamos una pregunta simple pero científica: “¿Cambia la gravedad en cada planeta?”, y las respuestas fueron claras y precisas, como “La gravedad varía en cada planeta según su masa y tamaño, lo que crea diferentes fuerzas”. Esta plataforma no se limita a crear respuestas genéricas; su diversidad revela cómo la aplicación es capaz de adaptarse a diferentes estilos de comunicación, proporcionando interacciones que van desde el apoyo incondicional hasta el cuestionamiento crítico e incluso el sarcasmo más ingenioso. El resultado es una experiencia conversacional que no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar, explorar y debatir, todo dentro de un entorno controlado donde el usuario tiene la libertad de dirigir la conversación según sus preferencias. SocialAI, en su descripción en la App Store, destaca las ventajas de esta herramienta: la posibilidad de disfrutar de un espacio personal para la reflexión y la retroalimentación, utilizarla como una herramienta terapéutica y recibir ideas útiles y soporte generado por IA en tiempo real. Sin embargo, surgen algunas dudas, similares a las que aparecen con otras redes sociales. Por ejemplo, el riesgo de que la aplicación contribuya a la creación de burbujas de pensamiento, mostrándonos solo lo que queremos leer y reforzando nuestras ideas sin considerar otras perspectivas, lo que puede distorsionar nuestra percepción de la realidad y limitar nuestra visión y comprensión. Además, la constante recepción de mensajes de refuerzo positivo podría incrementar excesivamente nuestro ego, alimentando una autopercepción ya de por sí fortalecida (en una gran parte de los usuarios) y potencialmente obstaculizando la autocrítica constructiva.Aunque SocialAI presenta características particulares y suscita debates sobre sus posibles ventajas y desventajas, será interesante observar cómo evoluciona esta plataforma y cómo los usuarios deciden utilizarla en su vida cotidiana.

Contenido relacionado

Ni cortes ni interrupciones: así están Amazon y Netflix rediseñando el contrato entre marcas y espectadores

Las marcas que venden ansiedad: cuando el miedo se convierte en estrategia

Pantallas que piensan: cómo la publicidad exterior se volvió inteligente

Así usamos Internet: adicción, IA y cookies sin leer

Shoppertainment: cuando el e-commerce se convierte en espectáculo

All Dates Matter: recuperando la diversidad en Google Calendar