Siente Valencia es una colección de postales valencianas en relieve diseñadas para invidentes. Su autora es la diseñadora Teresa Catalán, alumna de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Diseño de la UPV. Este proyecto ha sido uno de los finalistas en los Premios Acento G 2016.
Cada una de estas postales representa un lugar característico de la ciudad y lo pone al alcance de todo el mundo. Se trata de un producto innovador que «ofrece la posibilidad de sentir la ciudad de Valencia a través del tacto», explica la diseñadora Teresa Catalán.
«El objeto del siguiente proyecto es el diseño y la producción de una serie de postales en relieve que posibiliten la percepción táctil e incrementen la accesibilidad a distintos grupos de usuarios».
Para ello, Teresa ha investigado la percepción sensorial háptica. Paralelamente, ha realizado una búsqueda de los diferentes métodos disponibles para la impresión en relieve, analizando ventajas e inconvenientes de los mismos para así optar por el más apropiado.
«Las diferentes piezas se han diseñado con herramientas digitales, utilizando el diseño vectorial y el modelado 3D», afirma. «El diseño de las postales y de su packaging propone una estética atractiva y actual, acorde con las características del mercado al que se dirige».
Para el desarrollo del proyecto, la diseñadora Teresa Catalán ha tenido en cuenta unas consideraciones previas fruto del estudio de diversos campos como la percepción táctil, el aprendizaje mediante los sentidos, los métodos de impresión en relieve tanto convencionales como específicos de adaptación de materiales, un estudio de mercado de postales y souvenirs…
Este estudio se ha delimitado, en primer lugar, que tiene que ser un diseño sencillo y representativo. Los contornos tienen que ser marcados y gruesos para diferenciarlos del fondo. También hay que evitar sombras y la superposición de elementos. Así mismo, el tamaño tiene que ser adecuado a las manos del individuo, ya que un tamaño excesivo no permitiría apreciar el elemento de forma global. Además, gracias a la búsqueda de patentes y normas se han delimitado también los parámetros necesarios de alturas y distancias del código braille y de los relieves presentes.
En segundo lugar, se ha decidido optar por la impresión 3D. Las razones y las ventajas que acompañan a esta tecnología son muchas frente al resto de alternativas analizadas: la facilidad de producción que ofrece la impresión 3D, la complejidad de la superficie puede ser mayor al ser innecesarios moldes, la posibilidad de fabricación individual y, por último, el prototipado rápido. Además, parece interesante fomentar el sector de las postales con una nueva tecnología como la impresión 3D, ya que el avance tecnológico ha sido en cierto modo el responsable de su declive.
Por último, gracias al estudio de mercado del sector del souvenir, se ha delimitado el target group y la localización de las postales. En función del estudio realizado en diferentes mercados de postales, Teresa ha decidido centrarse en Valencia. «Esta ciudad ofrece no solo un lugar turístico donde pueden venderse postales convencionales, sino que también, gracias a su amplia gama de visitantes y a su histórica cultura en el diseño, se pueden incorporar postales innovadoras que se diferencien por el diseño», explica.
El producto va destinado tanto a niños invidentes como a niños de entre 3 y 4 años que empiezan a explorar y a conocer a través de los sentidos.
Por otro lado, como el producto se va a distribuir en tiendas de souvenirs, también es posible abarcar un pequeño grupo de la población, turistas que valoran lo que se sale del tópico o recuerdo tradicional. «En ese sentido, se ha hecho mucho hincapié en la estética y apariencia exterior del producto», dice.
Para ello se han diseñado dos packaging específicos:
En primer lugar, un packaging para que las postales sean distribuidas y vendidas en un pack de 3. Posibilita agruparlas y venderlas por temáticas, estilos, cercanía… Este está compuesto por una caja de plástico transparente. De esta form,a deja ver qué hay en el interior. En la parte frontal de la caja se le aplicará un tratamiento gráfico en el que se indicará el nombre y el logo de las mismas.
En segundo lugar, un packaging individual de cada una de las postales estará constituido por un sobre transparente al que se le aplicará el mismo tratamiento gráfico que a la caja anterior. Este contendrá una postal y el sistema de cerrado será mediante una solapa de cartón.
SOBRE EL PROCESO DE DISEÑO
En primer lugar, se realiza una búsqueda a través de las localizaciones más características de la ciudad de Valencia y se plasma en un moodboard diferentes perspectivas y vistas de la misma. Esta herramienta facilita el hecho de visualizar diferentes entornos de un solo vistazo y poder sacar de cada uno de ellos las características más representativas.
En la siguiente fase, se da comienzo al diseño de las postales. En primer lugar, se realizan diferentes propuestas de estilo de cada una de las localizaciones. Una vez que se dispone de unas tres propuestas, de cada uno de ellos se seleccionan las que en conjunto siguen la misma línea según los siguientes criterios: la sencillez y simplicidad de las formas, la representatividad con la localización elegida, la unificación de características comunes, la coherencia entre los diferentes modelos.
Para comenzar con el diseño 3D de las postales es necesario pasar por una fase de verificación en la que se validan las ilustraciones y el tamaño de las mismas a través del tacto. Para ello, se realizan diferentes maquetas con cola blanca y cartulina.
Una vez validadas las dimensiones, se pasa al diseño 3D que se realiza mediante el software Rhinoceros. Para poder agilizar el proceso de diseño, se crea una plantilla en la que se van incorporando los archivos Illustrator de cada una de las postales sin modificar la escala. Los archivos Illustrator ya disponen de la medidas estipuladas y también incorporan los textos en braille.
Una vez guardados los archivos con la extensión .stl, se abren con el programa de la impresora en este caso la Zortrax m-200. Este programa realiza, en concreto, las divisiones de la pieza en capas horizontales de la medida que se indique y una vez que el programa ha terminado la pieza se guarda en la tarjeta SD que se introducirá en la impresora. Por último, se procede a la impresión de las postales.
Actualizado 14/02/2017