Desde la ciudad de México, Rachel Levit pone su talento al servicio de las causas y temáticas sociales que agitan nuestra actualidad. Conversamos con la ilustradora, miembro de la alianza gráfica internacional (AGI) sobre su trabajo.
Una brisa creativa mexicana sopló sobre California durante el mes de mayo. La publicación The Smudge impresa en risografía por la Editorial Tan & Loose Pressdesde Los Angeles cambiaba de título y de idioma para celebrar la cultura hispana de Estados Unidos a través del lenguaje.
En esta ocasión, la revista recibía como co-editora la ilustradora mexicana Rachel Levit. Partiendo de la expresión “Lengua materna”, Rachel Levit firma la portada de este último número con una alegoría bicolor impregnada de surrealismo.
«La inmigración es un tema crítico en este momento pero siempre fue central en la historia de Estados Unidos. Para mí, este número intenta resaltar el valor de este intercambio cultural», comenta la ilustradora.
Este intercambio, es el que la misma Rachel Levit experimentó durante casi 8 años. Después de crecer en la ciudad de México, la ilustradora estudió en la prestigiosa New School of Design de Parson en Nueva York. «Vivir en Estados Unidos me abrió los ojos a otras perspectivas. La diversidad y el intercambio cultural enriquecieron mi visión del mundo», comenta.
Su experiencia en la gran manzana le permitió acceder a un portafolio de clientes internacionales y dar sus primeros pasos en la ilustración editorial junto al New York Times. Hoy su portafolio de clientes editoriales incluye también el New Yorker, Vice o The Smudge. «Profesionalmente fue muy importante porque tuve oportunidades laborales que no se dan tan fácilmente en México».
Sin embargo, la ilustradora no pretende haber sido parte de una escena Neoyorkina. «En Nueva York estaba un poco al margen de la comunidad e instituciones de la ilustración. En México menos, porque no existen tantos ilustradores. Aquí estoy conectada con personas haciendo cosas increíbles, que como yo, están al margen de una escena», comenta.
Integrada o no a la escena local de ilustradores, el trabajo de Rachel Levit destaca. Bajo su mano los cuerpos se transforman, se fragmentan y se desplazan con una melancolía dulce y depurada. La sutileza de su estilo la lleva frecuentemente a ilustrar temas sensibles, como la salud mental, las violencias de géneros, la inmigración o el derecho al aborto. «Los temas sociales, de género y salud mental son los con que me siento más conectada», comenta la ilustradora antes de agregar, «mi sensibilidad visual y personal se presta a estos temas».
En 2016, en el marco de la campaña #vivanlasmujeres de Amnesty International contra la violencia de géneros y los feminicidios, la organización invitó a 70 artistas y escritoras a particular a una exposición en el metro de la Ciudad de México
Cuando no trabaja para sus clientes, Rachel Levitt aprovecha para explorar otros formatos y técnicas. «Cuando trabajo en piezas personales uso menos la computadora y más los métodos tradicionales. La satisfacción es más grande cuando creas un objeto en vez de un archivo digital».
Pintura mural, impresión en risografiía, cerámicas o esculturas de seda, la ilustradora no duda en conquistar otros terrenos. Una filosofía que comparte con sus homólogos. «En la ciudad de México hay muchos artistas multidisciplinarios con la libertad de hacer todo tipo de proyectos sin que los etiqueten de una manera específica», observa.
Sin embargo, en el momento de evaluar la situación de los creativos en México, la mirada de la ilustradora se hace más severa. «Cualquier trabajo creativo es difícil. No es coincidencia que muchos de nosotros seamos de clase media en México. No hay apoyo concreto, ni instituciones que nos respaldan. Aunque definitivamente se puede vivir de esto, lo más probable es que tengas que tomar muchos trabajos complementarios y ese fue mi caso al principio». Rachel Levit resalta la importancia de ver más allá de su escena local, «con internet, el mercado es global y hay oportunidades que antes no existían. Mientras uno sea consistente, muestre originalidad y talento, no hay realmente ningún límite».