¿Quién fue Jerry Uelsmann? Fue un fotógrafo estadounidense que revolucionó la fotografía mezclando manualmente negativos para producir mundos evocadores.
Cuando todavía no existía ni el Photoshop ni ningún programa similar para editar fotografías hubo un hombre en Estados Unidos que se dedicó a fusionar negativos para crear imágenes rompedoras. Este era Jerry Uelsmann, un fotógrafo americano que es considerado como uno de las personas que abrió camino en el mundo del fotomontaje y de la edición fotográfica.
Jerry Uelsmann nació en Detroit (Michigan) en 1934. Su padre era dueño de una tienda de comida, donde Jerry trabajaba como repartidor. A los 12 años, Jerry empezó a recibir clases de dibujo en el Museo del Instituto de Arte de Detroit, donde quedó fascinado por el “Autorretrato” de Van Gogh. Estudió en diferentes escuelas públicas de su ciudad natal y a la edad de catorce años comenzó a interesarse por la fotografía. En la escuela secundaria fue fotógrafo para el periódico de los estudiantes y trabajó en un estudio de fotografía.
En aquellos primeros años la fotografía no tardó en convertirse en la forma de salir fuera de sí mismo y vivir así en un mundo paralelo capturado a través de su cámara.
A pesar de sus malas calificaciones en la escuela, consiguió algunos trabajos de fotografía, sobre todo relacionadas con la fotografía de modelos. En el año 1957 obtuvo un Bachelor of Fine Arts (BFA) en el Instituto de Tecnología de Rochester y más adelante consiguió la maestría de Bellas Artes en la Universidad de Indiana. En estos años estuvo inspirado e influenciado por fotógrafos de la talla de Henry Holmes Smith, Ralph Hattersley o Minor White.
Gracias al fotógrafo Van Deren Coke en 1960 comenzó a impartir clases de fotografía en la Universidad de Florida. Al mismo tiempo, fue miembro fundador de la Junta Directiva de la Sociedad Nacional para la Educación Fotográfica. En 1967, Uelsmann tuvo su primera exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, lo que le abrió definitivamente sus puertas a su carrera fotográfica.
Uelsmann produjo fotografías compuestas con múltiples negativos y realizaba un intenso trabajo de postproducción en el cuarto oscuro. Esto le llevó a desarrollar un amplio archivo de negativos que desarrolló a lo largo de su carrera. Este fotógrafo americano destacaba por contar con numerosas ampliadoras fotográficas, un proyector de transparencias que utilizaba para obtener copias de negativos sobre soportes como papel con un tamaño mayor en un laboratorio fotográfico.
los errores son aciertos
Cuando comenzó a crear sus fotomontajes dejaba mucho espacio a la intuición sin obsesionarse con el resultado. Esto le llevó a desarrollar una serie de estrategias y comprendió que los errores forman parte del proceso creativo y son inevitables. Sus fotografías presentaban un enfoque muy característico que era el resultado de combinar figuras de árboles, rocas, humanos, fragmentos de paisajes o cualquier otro elemento que pudiera aportar a la composición.
Su primer fotomontaje nació después de unos días de disparar fotografías compulsivamente: volvió a su oficina y cubrió una gran mesa con cientos de hojas de prueba. Dobló y superpuso varias fotografías, exploró las diferentes posibilidades visuales y luego llevó las diferentes opciones al cuarto oscuro. Más adelante colocó las piezas seleccionadas en la gran cantidad de ampliadoras que tenía y movió el papel fotográfico progresivamente a lo largo de la línea, creando una imagen. Esta forma de componer imágenes marcó profundamente su estilo convirtiéndose en uno de los pioneros del fotomontaje.
las imágenes de su imaginación
Su técnica es muy similar a la de Oscar Rejldander, y fue un profundo defensor de que la idea de la imagen final no necesita estar ligada a un solo negativo y puede estar compuesta por muchos. A mediados del siglo XX, a Uelsmann no le importaban los límites que marcaban los defensores del realismo, que comenzaba a ser una tendencia en auge, simplemente deseaba compartir con el espectador las imágenes de su imaginación y entendió que el montaje era la forma perfecta para hacerlo.
Sin embargo, a diferencia de Rejlander, no buscaba crear narrativas, sino su objetivo era crear «imágenes alegóricas surrealistas». En estos momentos sobrevivía con becas y un salario de docente y a penas realizaba encargos de trabajo comercial.
Uelsmann realizaba diferentes modificaciones de los elementos del paisaje que eran reelaborados y ajustados y que obligaban al espectador a interactuar activamente con la obra. Además, en sus fotografías el espectador se enfrentaba continuamente a entradas, ya sean portones, ventanas, trampillas o puertas. Por lo general, las entradas estaban cerradas y el espectador debía imaginar lo que se escondía dentro. Este es un sencillo ejemplo de como conseguía que el espectador interactuara con la foto y así se viera obligado a profundizar sobre su propia interpretación.
Los analistas de su arte piensan que en sus obras hay muchas interpretaciones correctas, y descubrirlas es un proceso que involucra al artista y al espectador.
un arte analógico
A pesar de la afinidad de sus obras con las técnicas digitales, Uelsmann siguió utilizando equipos tradicionales. En una ocasión afirmó que sentía simpatía por la revolución digital actual: «Estoy entusiasmado con las opciones visuales creadas por los ordenadores, sin embargo, siento que mi proceso creativo sigue estando intrínsecamente ligado a la alquimia del cuarto oscuro».
Uelsmann comprendía las ventajas que suponía utilizar Photoshop, desarrollado por Adobe a finales de los 80, pero decidió no abandonar su arte analógico: «Si tuviera 22 años, probablemente trabajaría con Photoshop», afirmó a The Times. Photoshop respondió a este guiño del artista compartiendo un tuit en 2013 en el que admiraban la manipulación fotográfica de Uelsmann.
En sus últimos años de vida Uelsmann se retiró de la enseñanza, pero todavía producía fotografías. De estas imágenes que realizaba, le gustaba seleccionar las diez que más le gustaban cada año.
Sus fotografías pueden verse en los créditos iniciales de la serie de televisión The Outer Limits (1995) o en la edición ilustrada de Slam’s Lot. Además, su obra también aparece en la portada del álbum Train of Thought de Dream Theater de 2003 o en el álbum This House Is Not For Sale de Bon Jovi de 2016. Falleció el 4 de abril de 2022 a la edad de 87 años.